El viejo y el mar de Ernest Hemingway : resumen

El viejo y el mar de Ernest Hemingway : resumen
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¿Quién no ha escuchado hablar nunca de El viejo y el mar? Esta es una de las novelas más características de la literatura estadounidense, aunque a veces el argumento del pescador que se enfrenta a la naturaleza y al mar no llama la atención de cualquier lector.

Sin embargo, la historia que Ernest Hemingway plantea va más allá de la vida en el mar. De hecho, habla de la vida en general, de los desafíos que a todos los seres humanos se nos presentan. Podríamos incluso decir que El viejo y el mar es un ensayo sobre la soledad, la vejez, la determinación o el destino.

Si quieres entender el porqué, te animamos a seguir leyendo nuestro análisis y resumen de El viejo y el mar.

El viejo y el mar: resumen corto

El viejo y el mar es ya todo un clásico de la literatura y una de las obras culmen de Ernest Hemingway.

La trama de esta novela se centra en Santiago, un viejo pescador que en sus últimas salidas a alta mar ha tenido mala suerte. Esto le está causando una gran desazón, pues él siempre había sido excelente en la pesca y ahora apenas tienes para comer.

Por lo demás, Santiago es un hombre solitario que solo disfruta de la compañía del mar y de Manolín, un joven (apenas un niño) del pueblo que siempre está dispuesto a ayudarle, a conversar con él y a admirarlo.

En una jornada de pesca, tras 85 días sin dar con criatura alguna, Santiago nota como un pez de gran fuerza y tamaño pica uno de sus anzuelos. En ese momento se inicia una lucha entre el animal y el pescador. Sin embargo, esta batalla poco se parece a la de Moby Dick, pues Santiago siente que entabla una relación con el pez, que le obliga a mantenerse alerta y a resistir al cansancio. Las horas pasan y Santiago, además de aguantar los tirones del pez que intenta liberarse, habla solo y reflexiona sobre su juventud.

Tres días pasan en alta mar con un Santiago cada vez más agotado pero decidido a aguantar y ganar al pez. Finalmente, el animal muere y Santiago emprende el camino de regreso a tierra. El trayecto es complicado, pues el olor del pez muerto atrae a tiburones con los que el viejo debe enfrentarse para que no se lleven toda la carne del pez.

Cuando llega a la orilla, agotado, Santiago va directo a su choza para echarse a dormir. Así lo descubre Manolín, que le explica que todo el pueblo se había preocupado por su desaparición.

En la orilla, el resto de pescadores admiran los restos del pez que Santiago pescó. Uno de los más grandes que nunca han visto.

 

El viejo y el mar: resumen por capítulos

A la hora de escribir un buen resumen de un libro, si queremos analizarlo en detalle, lo normal es acudir a sus capítulos. Sin embargo, esto no es posible con El viejo y el mar, ya que este no está dividido en capítulos. A pesar de ello, si hay unas partes diferenciadas que corresponden a los cinco días durante los cuales transcurre la historia. Esto es lo que ocurre en cada uno de ellos.

 

Resumen Día 1 de El viejo y el mar

En este primer capítulo de El viejo y el mar conocemos a Santiago, un viejo pescador que será el protagonista de la historia.

Santiago es un hombre curtido por el mar, aunque cuando se inicia la novela nos entendemos que lleva ochenta y cuatro días sin pescar nada. Tal es su mala suerte que los padres de Manolín, un joven que estuvo ayudándole los primeros cuarenta días, obligaron a su hijo a cambiar de barco pescador. No obstante, Manolín y Santiago siguen viéndose cada noche para compartir anécdotas e historias, ya que el joven disfruta mucho escuchando las historias del viejo sobre su estancia en África.

Una tarde, tras volver de nuevo con las manos vacías, Manolín le dice a Santiago que él le ayudará dándole un poco de pescado fresco para ver si eso sirve como un mejor cebo. Después de conversar en la taberna, los dos amigos van a la choza de Santiago, donde Manolín se da cuenta de que su compañero no tiene apenas  nada de comer y además se siente profundamente solo.

Manolín sale un momento para ir a buscar cebo fresco y, cuando regresa, lo hace también con un poco de comida que Martín, el dueño del café, le ha dado para Santiago. Este gesto conmueve al protagonista, que más animado se pone a hablar con Manolín sobre el beisbol, otras de las pasiones que comparten. La conversación gira sobre quién es el mejor entrenador de béisbol y Manolín le dice que él lo único que sabe con certeza es que Santiago es el mejor pescador.

Tras despedirse de su amigo, que se va a casa al caer la noche, Santiago se echa a dormir y sueña con las costas africanas que tanto disfrutó durante su juventud.

Resumen Día 2 de El viejo y el mar

A la madrugada siguiente, tras tomarse un café con Manolín y desearse suerte mutuamente, Santiago sale con su bote. Para él el mar es mucho más que su medio de trabajo, ya que lo ve más bien como una mujer cuya belleza admira.

En este segundo capítulo de El viejo y el mar Hemingway describe el mar y la vida que surge ante los ojos de Santiago: los peces voladores, los dorados, las aves que le sobrevuelan… Es en una de estas aves marina que el protagonista se fija más detenidamente, pues su vuelo parece avisarle de que hay peces cerca. Decidido, va dirigiendo su barca hacia la zona y espera hasta que nota como uno de los sedales se tensa. Ha pescado algo.

La fuerza de la criatura atrapada parece inmensa, lo que hace pensar a Santiago que se trata de un atún.

Mientras espera, Santiago habla en alto, expresando así sus pensamientos y dándose cuenta de que si alguien lo viese pensaría que está loco. No obstante, él se ha acostumbrado a esa existencia en la que él es su única compañía en alta mar. Piensa también en cómo hace años se dedicaba a pescar tortugas y reflexiona sobre la relación tan extraña que los humanos tienen como los animales, con los que son crueles a pesar de ser su alimento.

De repente, Santiago siente un nuevo tirón en el sedal, tan fuerte que le hace estar seguro de que se trata de un marlín. Al poco rato, nota como el pez muerde definitivamente el anzuelo, pero su fuerza es tal que es capaz de tirar de la barca. Santiago entonces se da cuenta de que se ha alejado demasiado de la orilla y ya ni siquiera avista tierra.

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El día transcurre con Santiago y su barca siendo dirigidos por el pez. El protagonista solo espera que la criatura se canse pronto y pueda volver así a tierra con un gran botín.

Resumen Día 3 de El viejo y el mar

Santiago lleva toda la noche navegando con el pez, que cada vez está algo más cansado. Su obsesión con él es tal que, cuando ha notado que otro pez ha picado el anzuelo de otro sedal, lo ha cortado para que no tirase de él y, al mover el barco a su vez, rompiese el sedal del marlín.

El tiempo pasa sin mucha sorpresa hasta que el pez da un fuerte tirón que le hace un tajo en la mano a Santiago, ya que estaba agarrando el sedal. El viejo se da cuenta de que debe curarse y mantener sus fuerzas, pues la batalla parece que va a ser para largo y está empezando a sentir calambres en el brazo. Entonces, mientras come algo, tiene unas ganas repentinas de darle de comer también al marlín, aunque desecha la idea.

Santiago reflexiona sobre el mar y sobre como es imposible sentirse solo navegando. Mientras está en medio de esas cavilaciones, el pez salta y se deja vez: es el más grande que el viejo ha visto nunca.

Sabiendo que se ha quedado sin comida, pues no llevaba provisiones para más de un día, Santiago arma otro cebo para ver si pesca algo que le llene el estómago a la hora de cenar. A la vez, reza por mantenerse fuerte y se entretiene pensando en béisbol y en sus recuerdos africanos.

Cuando ya está anocheciendo una dorada muerde el segundo anzuelo que Santiago había puesto. El viejo tira de él y guarda su carne hasta el día siguiente, sintiéndose un hombre con suerte. Ya con las estrellas en el firmamento, el viejo se queda contemplándolas y piensa en ellas como amigas, también piensa en el marlín como un amigo y compañero de viaje.

Decide entonces intentar dormir, asegurando bien el sedal para que el pez no se escape. No obstante, no consigue conciliar el sueño y esto le preocupa, pues le da miedo perder la cabeza. Finalmente, cae rendido y sueña con las cosas africanas y su vida anterior.

Resumen Día 4 de El viejo y el mar

Santiago se despierta sobresaltado por un tirón del marlín, que justo da otro tan fuerte que hace que el viajo se estampe contra la proa. Herido, Santiago recupera la estabilidad aunque no consigue dejar atrás una sensación constante de mareo y náuseas.

Según amanece, el pez empieza a dar vueltas en círculos y el viejo aprovecha para, poco a poco, tirar del sedal y atraer el pez hacia la barca. Cuando lo tiene suficientemente cerca, aunque sigue mareado, Santiago logra ver que efectivamente es un marlín muy grande. Siente también una gran impotencia, como si el pez estuviese acabando con él. No obstante, saca la fuerza suficiente para clavar el arpón en el cuerpo del pez, que salta y muestra una última vez su belleza y grandeza. Después, cae sobre el agua y Santiago lo ata a la barca para remolcarlo.

Apenas dos horas después, el primer tiburón aparece llamado por el olor a sangre del marlín. Intenta atacarlo, pero Santiago acaba antes con él gracias a su agilidad con el arpón. Sin embargo, pierde su arma en este acto, algo peligroso pues sabe que llegarán más tiburones. Por suerte, el viejo tiene recursos y crea una lanza atando un cuchillo al remo.

Según van llegando los tiburones, Santiago los mata sin que estos puedan robarle una gran parte de su botín. Santiago desea entonces no haber acabado con el pez, al que pide incluso disculpas, pues entonces todo sería más fácil y no habría llegado a irse tan lejos.

Los siguientes tiburones que llegan son más agresivos y mutilan al pez, del que una vez cae la noche ya solo queda la cabeza. Además, atacando a uno de estos carroñeros, el viejo pierde su arma improvisada y debe defenderse con un garrote que utiliza para ultimar los peces que pesca. Por si esto fuera poco, Santiago cada vez está más cansado, apenas ve y empieza a escupir sangre.

Finalmente, derrotado, consigue llegar a tierra, donde ve que todas las luces del pueblo están apagadas y todo el mundo duerme.

Resumen Día 5 de El viejo y el mar

A la mañana siguiente Manolín acude a la choza de Santiago tal y como ha hecho el resto de días aunque sin encontrarlo. Cuando lo ve, dormitando en su cama, llora al ver el estado del viejo, pero también de alivio al comprobar que está vivo. Decide entonces ir a buscar café y, cuando llega a la costa, se encuentra a un grupo de pescadores admirando el esqueleto del marlín, que aún está atado a la barca de Santiago. Su longitud es de cinco metros.

Manolín vuelve a la casa de Santiago y espera a que este se despierte. Cuando finalmente abre los ojos, conversan cariñosamente y Santiago le cuenta todo lo ocurrido. Manolín tiene claro que, digan lo que digan sus padres, él volverá a salir con él a pescar. Le cuenta también que todo el mundo estaba muy preocupado y salieron en su búsqueda.

El viejo vuelve entonces a dormirse y Manolín sale a comprar algo de comida. Acude entonces a Perico, el dueño de la taberna, al que le anuncia que Santiago quiere darle a él lo que queda del marlín, la cabeza. Cuando regresa a la choza, se encuentra al viejo aún en la cama, boca abajo y soñando con las costas de África.

El viejo y el mar: personajes

El viejo y el mar no es una novela que tenga muchos personajes. Los grandes protagonistas, tal y como indica el título, son el viejo y el mar. Aunque es cierto que se nombran más personas, como el dueño de la taberna o el resto de pescadores, estos carecen de una relevancia en la historia.

Analizamos por tanto aquellos que sí son esenciales.

Santiago, el viejo

Santiago es un hombre mayor que siempre ha vivido del mar, el único lugar donde no se siente totalmente solo tras la muerte de su esposa. Añora además su juventud y el no haber pescado nada en más de ochenta días parece recordarle que los años pasan.

Es una persona humilde, aunque reconoce sus habilidades pescando. Posiblemente esa confianza en sus capacidad es la que le permite resistir durante esos días en alta mar, en la que solo habrá un ganador: el pez o él. En ese sentido, se entiende que pescar el pez y regresar a tierra, a pesar del esfuerzo y el riesgo que supone, es su manera de demostrar que siguen siendo quien siempre fue: un pescador experimentado y admirado.

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El mar (y el pez)

Igual que ocurre en La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca o en Pedro Páramo de Juan Rulfo, el espacio (en este caso el mar) se convierte en un personaje más de la novela. El mar es el lugar donde Santiago se siente libre, menos solo y al mismo tiempo atado. Esta contradicción se ve claramente cuando el pez tira de él, guiándolo según su propia voluntad, pero al mismo tiempo Santiago habla, reflexiona y piensa en voz alta, como si el mar pudiese oírle.

De hecho, pierde contacto incluso visual con la orilla y eso no parece preocuparle en exceso. De alguna manera parece que preferiría morir a causa del mar y del pez que a causa de la vejez. Morir en el mar al final implicaría hacerlo como un gran pescador.

Manolín

El joven pescador es el tercer personaje relevante en El viejo y el mar de Ernest Hemingway. Su papel es importante pues es quien ata a Santiago a la tierra igual que el pez lo ata al mar.

Es también una de las pocas personas que sigue admirando a Santiago a pesar de su mala racha. Su confianza ciega en su amigo es también la que nos permite como lectores entender quien fue el viejo antes de ser viejo.

Análisis de la obra El viejo y el mar de Ernest Hemingway

Hay varios temas importantes en El viejo y el mar de Ernest Hemingway. El más importante sin lugar a dudas es la soledad, pues esta acompaña a Santiago en toda la novela, bien porque la siente o porque reflexiona sobre ella. No obstante, la determinación del viejo y su perseverancia también son temas relevantes en la novela. Todos ellos los vamos a analizar en detalle a continuación.

La soledad

La soledad es la gran constante en El viejo y el mar. Podríamos incluso considerar que el mar representa esa soledad, por lo que su presencia es evidente incluso en el título de la novela.

Esta soledad es algo característico en el prototipo de pescador, por lo que no es sorprendente que también lo sea en la construcción que Hemingway hace de Santiago. Sin embargo, esta circunstancia no se presenta como negativa, o al menos no únicamente. El autor expone como la soledad se puede convertir en compañera y en una guía hacia la introspección.

La perseverancia y la determinación

Si hubiese que definir a Santiago con una sola palabra quizá fuese perseverante. A pesar de su edad el viejo demuestra ser tenaz y ser capaz de darlo todo, incluso la vida, a pesar de los obstáculos. Se niega a dejarse vencer por una mala racha pescando. Sigue saliendo día a día al mar buscando que su suerte cambie y, cuando lo hace, lucha por cumplir su destino y demostrar su valía.

No importa lo complicado que sea el camino hacia ese destino o ese objetivo, Santiago lo persigue a pesar del dolor, del cansancio o del paso del tiempo, que a todos nos afecta.

De alguna manera, la historia de Santiago podría recordarnos a la de El Alquimista de Paulo Coehlo o a la de Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez.

La vejez

El hecho de que en el título aparezca la palabra «viejo» como representante del protagonista, y no cualquier otra, también nos da una pista sobre que la vejez es un tema central en la novela.

Pero la vejez aquí no se ve como una realidad a evitar, sino como el resultado de la experiencia humana, de años de sabiduría y de la escuela que representa la vida. Ser viejo a Santiago le permite ser mentor de Manolín y confiar en sus propias capacidades cuando se encuentra ante el pez.

La lucha contra la naturaleza

Este conflicto entre el hombre y la naturaleza es uno de los grandes tópicos de la literatura. Ernest Hemingway ha sido uno de los autores que mejor la ha descrito en su obra El viejo y el mar.

Sin embargo, no se limita simplemente a explica la batalla que se gesta entre Santiago y el pez, sino que construye en esta aventura un símbolo sobre la lucha del hombre contra sus propio destino y los límites que este impone.

El viejo y el mar: moraleja

Son muchas las enseñanzas que nos deja Ernest Hemingway en El viejo y el mar, pero la principal es cómo las personas podemos superar los desafíos que se nos presentan. Santiago se enfrenta a la soledad, a la pobreza, al mar, al pez, a los tiburones… Y a todo consigue sobreponerse.

El protagonista no deja que sean los demás, ni siquiera el paso del tiempo o la edad, los que determinen su existencia o su destino.

No obstante, la interpretación que se hace de la novela es totalmente personal, por lo que te animamos a leerla para sacar tus propias conclusiones, lecciones y enseñanzas. Incluso es posible que cada vez que la leas encuentres una nueva moraleja, como la importancia de la amistad o el concepto de éxito.

El viejo y el mar: preguntas y respuestas

Aunque hemos hecho un análisis y un resumen bastante completos de El viejo y el mar, es posible que te queden algunas dudas. Para solventarlas, vamos a responder a algunas de las preguntas más comunes sobre la gran obra de Ernest Hemingway.

Generalidades del libro

¿Qué trata el libro El viejo y el mar?

El viejo y el mar trata sobre la vida de Santiago como pescador, lo que supone enfrentarse a grandes desafíos humanos como el destino, la vejez o la soledad.

¿Qué reflexión deja El viejo y el mar?

La novela nos deja una bonita reflexión sobre cómo nosotros podemos determinar nuestro propio destino.

¿Quién cuenta la historia de El viejo y el mar?

El narrador de El viejo y el mar es en tercera persona y omnisciente.

¿Cuál es el mensaje extraído por el autor del texto de Hemingway?

El mensaje que podemos extraer es que incluso en los momentos más adversos, nuestra perseverancia es el gran arma.

¿Dónde se inspiró El viejo y el mar?

Tal y como detalle este artículo sobre el viejo pescador que inspiró a Hemingway, fue un hombre de Lanzarote, donde Hemingway vivió un tiempo, la referencia del autor para construir el personaje de Santiago. Este hombre, llamado Gregorio Fuentes, se encargaba de custodiar el yate del escritor, convirtiéndose en su compañero.

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¿Cuál es el contexto histórico del libro El viejo y el mar?

Hemingway escribió y publicó El viejo y el mar en 1952 (su editor fue Charles Scribner’s Sons). En ese momento experimentaba con una escritura más minimalista aunque igualmente evocador. La novela es prueba de este nuevo estilo que se convirtió en característico del escritor.

A nivel histórico en esa década, la de los 50, la Guerra Fría marcaba la política, la sociedad y la economía de todo el mundo. Había una gran carrera armamentística entre los Estados Unidos y la URSS, cuyo sistema comunista aterraba a los estadounidenses y era criticada por intelectuales como el propio Hemingway.

También es importante mencionar que el autor era un gran aficionado a la pesca y a navegar, por lo que no es de extrañar que quisiese ambientar su novela en el mundo del mar.

¿Qué tipo de narración es El viejo y el mar?

El viejo y el mar es una narración lineal.

La lucha del viejo con el pez

¿Qué representa el mar para el viejo?

El mar es el medio en el que el viejo se siente libre y desarrolla su perseverancia. En tierra solo es un hombre viudo, pero cuando sale en la barca es cuando puede recrearse como el pescador admirable.

¿Cuál es el nudo de la historia de El viejo y el mar?

El nudo es la lucha del viejo contra el pez.

¿Qué valores tiene El viejo y el mar?

El viejo y el mar es una novela que habla de la perseverancia y de la fuerza humana ante los desafíos propios y de la naturaleza. También es una historia que habla de la amistad.

¿Cuál era la segunda herida que le produjo el viejo al pez cuando dio una súbita sacudida?

Santiago estaba sujetando el sedal cuando el pez da una sacudida, por lo que el hilo le hace un tajo en la mano.

¿Qué pez atrapó El viejo y el mar?

Es un marlín, un pez vela parecido al pez espada de la familia de peces perciformes. El de El viejo y el mar en concreto mide cinco metros.

¿Cuántos días duró la lucha entre el pez y el viejo?

La lucha dura tres días.

El protagonista y su entorno

¿Cómo termina la historia de El viejo y el mar?

La historia acaba con todos los pescadores del pueblo admirando el ejemplar pescado por Santiago. Incluso aunque este haya llegado a tierra devorado por los tiburones, reconocen la proeza de su compañero y así se lo hacen saber.

¿Qué hizo el viejo antes de irse a dormir El viejo y el mar?

Cuando regresa al pueblo tras varios días a la deriva luchando contra tiburones, el viejo realiza una serie de tareas antes de irse a dormir.

Primero amarra su bote y lo limpia, para que no quede rastro de la sangre y la suciedad. Luego es cuando va a su choza y, antes de meterse en la cama, reza y agradece a Dios todo lo bueno que tiene, incluida su amistad con Manolín.

¿Cuál era el mayor temor que tenía el protagonista El viejo y el mar?

El mayor miedo de Santiago es perder su habilidad para pescar, por eso no cesa su esfuerzo hasta que consigue acabar con el pez. No le importa si quiera perder gran parte de su carne durante el trayecto por culpa de los tiburones, pues incluso el esqueleto del marlín es prueba de que sigue siendo un gran pescador.

¿Por qué Manolín dejó de ayudar al viejo y qué hizo luego?

Manolín deja de ayudar al viejo porque su familia le obliga, ya que sus padres consideran que ese hombre no está teniendo buena suerte en la pesca y eso implica que su hijo tampoco la tendrá. Lo mandan entonces a trabajar con otros pescadores, aunque Manolín sigue quedando cada tarde con su viejo mentor para charlar sobre béisbol y sobre la vida.

¿Cuántos días estuvo el viejo en el mar?

Permanece en el mar tres días.

¿Por qué leer El viejo y el mar de Ernest Hemingway?

La respuesta más corta es que novelas como El viejo y el mar, Matar a un ruiseñor de Harper Lee, El guardián entre el centeno de J. D. Salinger o La casa de los espíritus de Isabel Allende, hay que leerlas por ser clásicos. Es sin duda la maestría de estos autores en general y de Hemingway en particular la que hace que muchos lectores las consideren obras maestras que hay que leer al menos una vez en la vida.

Además de esta razón, que quizá no te parezca suficiente para elegir esta novela entre otras, la historia de El viejo y el mar conmueve a todo el que llega a ella. Es posible que el argumento de un hombre luchando contra un pez no te llame la atención, pero no debes pensar en la novela como una de aventuras en el mar. Estarías entonces cometiendo un error, porque con este libro Hemingway nos habla de emociones universales como la lucha por la supervivencia, la fortaleza, la tenacidad, la vejez o la soledad. Emociones todas muy comunes en las personas de la tercera edad, por lo que este libro puede ser un gran recurso para acercarnos a un grupo social muchas veces olvidado e incomprendido.

El viejo y el mar también nos hace reflexionar, a través de Santiago, sobre la vida y la muerte y como a veces una llega a costa de la otra. El pez debe morir para que Santiago pueda liberarse (de la pobreza, de la muerte), y viceversa.

Por si aún te quedan dudas, piensa que esta novela es muy corta, de apenas 130 páginas, por lo que su lectura es relativamente rápida y fácil gracias a la claridad del lenguaje de Hemingway. Eso sí, la brevedad y la sencillez de su escritura no impiden que esta obra sea impactante y bellísima.

Si te hemos convencido, no dudes en comprar la novela El viejo y el mar a través de este enlace y descubrir una historia conmovedora. Además, es un libro con un estilo literario muy evocador y que no siempre es explícito. ¿Qué quiere decir esto? Que con cada nueva lectura puede que encuentres algo nuevo. ¿Empezamos por la primera?

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