«Las Guerras Napoleónicas: Una historia global» resumen del libro de Alexander Mikaberidze

Las Guerras Napoleónicas: Una historia global Libro de Alexander Mikaberidze
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Un viaje apasionante te espera entre las páginas de Las Guerras Napoleónicas: Una historia global, el libro de Alexander Mikaberidze que recorre al milímetro todo lo que ocurrió en las Guerras Napoleónicas.

Un periodo bélico en el que Napoleón Bonaparte puso en jaque a toda Europa. Lo que sucedió en esos campos de batalla, en esas coaliciones y en esos tratados de paz (además de a nivel interno en Francia) cambió para siempre la configuración del Viejo Continente.

Por qué, cómo, quién… Todas esas preguntas las responde de manera muy objetiva Alexander Mikaberidze en su libro, y nosotros te damos las claves en este resumen y análisis de las Guerras Napoleónicas.

Las Guerras Napoleónicas: Una historia global: sinopsis del libro

La prosa del historiador Alexander Mikaberidze es la mejor compañera en este viaje en el tiempo en el que el autor, gracias a una extensa documentación, realiza un detallado recorrido por las Guerras Napoleónicas.

Dos décadas fue el tiempo en el que el Europa se vio sacudida por los enfrentamientos entre los grandes imperios y el gigante de aquel entonces: Francia. Inglaterra, Prusia, Austria, Rusia y España plantaron cara a Napoleón Bonaparte, que quiso extender su poder por todos los territorios europeos e instaurar su figura como la del gran emperador.

Como cualquier guerra, las napoleónicas también estuvieron marcadas por batallas que pasaron a la historia (algunas de las cuales tan reconocidas y aún rememoradas como fue la de Waterloo, la de Trafalgar o la de Leipzig).

Aunque podamos pensar que las Guerras Napoleónicas solo afectaron a Europa, lo cierto es que se hicieron notar más allá de las fronteras del Viejo Continente. Mikaberidze así lo demuestra en este libro para el que hemos querido escribir un buen resumen. Un resumen que vaya más allá de la sinopsis y que ayude a comprender todo lo que el autor desmenuza en las más de mil páginas de este manual de historia.

La realidad es que aunque la mayoría de las batallas se disputaron en suelo europeo, las potencias implicadas también lucharon en las colonias (en América, en África, en Oriente Medio o en Asia). Por supuesto, como no, los mares y océanos también fueron esos campos de batalla que por su inmensidad e irascibilidad acabaron quizá con más vidas que la tierra.

Las pérdidas, las armas, las victorias, los héroes… Los cambios. Porque las Guerras Napoleónicas marcaron un antes y un después en la constitución de Europa como continente y comunidad, y también en la del resto de territorios internacionales. A lo largo del libro Mikaberidze defiende la tesis de que el mundo moderno empezó a gestarse en estas guerras.

Te invitamos a seguir leyendo para entender su postura.

Las Guerras Napoleónicas: resumen

Si te interesa la historia, Las Guerras Napoleónicas: Una historia global de Alexander Mikaberidze se va a convertir en uno de tus libros de cabecera. Eso sí, ten en cuenta que es un manual de historia donde no hay lugar para la ficción y sí para una objetividad total.

Todos los hechos y personajes son reales, así que si esperabas encontrarte ante una obra como los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, en los que el escritor construía argumentos ficticios para contar siglos de historia de España, sentimos las molestias, porque el libro de Mikaberidze no se le parece en nada.

En cambio, si te gustó La Guerra de las Galias de Julio César, la de Mikaberidze tiene que ser tu siguiente lectura.

¿Qué fueron las guerras napoleónicas y sus características?

Lo primero que tienes que saber es que las Guerras Napoleónicas tuvieron lugar durante principios del siglo XIX en Europa. Fueron la consecuencia indirecta de la Revolución Francesa, y la directa de las ansias de poder de Napoleón, que llevó a Francia a enfrentarse con el resto de potencias europeas. Por eso mismo, el otro nombre que recibe este periodo es el de la Gran Guerra Francesa.

Aunque no hay un acuerdo unánime de en qué momento empezaron las Guerras Napoleónicas, hay estudiosos que las consideran  una prolongación de la Revolución Francesa (1789) y otros que ven en la llegada al poder de Napoleón Bonaparte su inicio (1799). Sobre lo que no hay discrepancia es en su fecha de fin: el 20 de noviembre de 1815, cuando las tropas napoleónicas caen en Waterloo y se firma la paz en el Tratado de París.

La Revolución Francesa

En 1789 la situación económica de Francia (y por tanto de su monarquía) era desesperanzadora. Se convocan entonces los «Estados Generales» para intentar de solventar la crisis política que atravesaba el país. Sin llegar a ningún acuerdo, el pueblo autoproclama la Asamblea Nacional con el objetivo de instaurar una República y redactar una nueva Constitución. Este rechazo a la institución monárquica, entonces representada por Luis XVI y María Antonieta, no surgió de repente, sino que era el germen de un revolución que llevaba tiempo creciendo.

¿Cuáles eran las tres grandes ideas de la Revolución francesa?

La Revolución Francesa se construyó sobre tres grandes ideas: libertad, igualdad y fraternidad. Aunque de manera evolucionada, estos son tres pilares sobre los que luego se desarrolló el movimiento hacia el socialismo.

También hay que considerar que a finales del siglo XVIII surgieron corrientes de pensamiento como la Ilustración o el republicanismo. Tampoco podemos olvidar la influencia de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos en la que, por una parte, Francia había invertido (y perdido) mucho dinero y que, por otra parte, se vio como una inspiración

La Revolución Francesa se extendió durante diez años, en los que se puso en jaque (y se hizo caer) el antiguo régimen monárquico y el sistema de estamentos sociales.

¿Qué hizo que la Revolución acabase? El golpe de estado de Napoleón Bonaparte el 9 de noviembre de 1799.

El golpe de estado de Napoleón Bonaparte

La fama de Napoleón y su éxito en la campaña militar de Egipto habían llegado a Francia, que entonces luchaba contra una coalición europea liderada por Gran Bretaña (el resto de países quería contener la fuerza de la Revolución Francesa y evitar que esta se extendiese). A este periodo bélico se le conoce como el de la Primera y la Segunda Coalición (Gran Bretaña tuvo diferentes, pero parecidos, aliados en cada coalición).

De vuelta en Francia, Napoleón urde un plan para tomar el poder. Avisa, de forma engañosa, al Consejo de Ancianos de que unos golpistas jacobinos pretenden atacar París. El Consejos, para protegerse, decide abandonar la capital y nombrar a Napoleón director de seguridad, dejando todas las tropas a su cargo.

En su nueva y poderosa posición, Napoleón se encarga de que todos sus oponentes dentro del ejército terminen dimitiendo en cuestión de horas y días.

Apoyado tanto por el pueblo francés como por el ejército republicano, Napoleón da el golpe definitivo el 10 de noviembre de 1799. Lo consigue secuestrando la Asamblea Nacional con ayuda de las tropas, por lo que todo se convierte en una gran estrategia militar, además de política. Gracias a su astucia, Napoleón logra presionar a los diputados para conformar un triunvirato de tres cónsules: Sieyès, Roger Ducos y él mismo.

A partir de ese momento empiezan las reformas napoleónicas, que gozan de mucho apoyo popular y consagran a Napoleón como el salvador de la patria. ¿Qué pasó con los otros dos cónsules? Aunque en el papel figurasen como tal, en la realidad solo Napoleón dirigía el país y ejercía el poder como quería.

Finalmente, logró su ansiado título de Emperador del Primer Imperio Francés el 2 de diciembre de 1804. A partir de ese momento (incluso unos años antes) las guerras contra la Francia de la Revolución pasaron a ser contra la Francia de Napoleón, viéndola el resto de potencias (especialmente Gran Bretaña) como una nueva amenaza por sus anexiones de territorios y sus auto proclamaciones (se nombró a sí mismo presidente de la República italiana, un Estado al norte de Italia). Por eso las que antes habían sido las Guerras Revolucionarias pasan a ser las Guerras Napoleónicas.

Guerra entre Francia y Gran Bretaña

Tras un breve periodo de paz (que en realidad no lo fue) entre Gran Bretaña y Francia gracias a la firma del Tratado de Amiéns, los dos países vuelven a entrar en guerra el 18 de mayo de 1803.

El detonante no fue solo uno, sino que fueron un conjunto de factores los que hicieron que Gran Bretaña se decidiese a declarar la guerra a los galos. Una de las razones es que Napoleón estaba cruzando demasiadas líneas, y nunca mejor dicho, pues se estaba anexionando territorios de las actuales Suiza, Alemania, Italia y los Países Bajos. Además, el emperador francés hizo unas declaraciones que no les gustaron mucho a los monarcas británicos, pues dejaba caer que no merecían tener voz en los asuntos europeos. Esto enfadó a Gran Bretaña, que veían peligrar cada vez más su influencia en el Viejo Continente (además de que su acceso a los mercados, al ser una isla, era más complicado y restringido). Por si fuera poco, Napoleón amenazaba con atacar sus colonias americanas.

Entonces empieza una guerra de bloqueos económicos. Por un lado, Gran Bretaña impone un bloqueo naval en las costas francesas. Por otro lado, Napoleón erige el Bloqueo Continental, impidiendo el mercado entre Gran Bretaña y cualquiera de los territorios europeos que estuviesen bajo poder (directo o indirecto) francés. Aunque puedan parecer tácticas infalibles, la realidad es que no supusieron un gran cambio, puesto que los dos países pudieron mantenerse gracias a su riqueza industrial (Gran Bretaña) y agro-alimentaria (Francia).

La Tercera Coalición

En 1805 Gran Bretaña se une al Imperio Austriaco, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar pararle los pies a Napoleón y reducir así su presencia militar en Europa.

La estrategia militar con la que respondió Napoleón no era mala, pero falló. Su idea inicial era invadir Gran Bretaña, pero eso era complicado por su situación insular y por su poderosa fuerza naval. El emperador francés por lo tanto amenazó sus posesiones en las Indias Occidentales con el fin de distraer a las tropas, hacerlas ir hacia las colonias y dejar libre el Canal de la Mancha. Todo parecía ir bien, pero las tropas napoleónicas se encontraron con problemas.

La primera dificultad fue en la batalla de Finisterre. La flota franco-española pretendía ir a ayudar al Grande Armée (el buque de Napoleón que iba a desembarcar en Inglaterra), pero se vio obligada a huir hacia Cádiz tras el ataque inglés liderado por el general Calder. En Cádiz permanecieron los veinte buques de la flota hasta el 21 de octubre, cuando fueron finalmente derrotados en la Batalla de Trafalgar.

Unos meses antes, en abril de 1805, el Imperio Ruso se había unido a Gran Bretaña para luchar contra los franceses y expulsarlos de los Países Bajos y Suiza. A esta coalición se une poco después Austria cuando ve que Napoleón se ha autoproclamado Rey de Italia y se ha anexionado Génova.

El primer ataque austriaco para invadir Baviera, en manos francesas, es respondido con un potente contrataque por parte de Napoleón, que vence en la batalla de Ulm. Pero no para ahí, sino que las tropas napoleónicas avanzan hasta Viena, derrotando a un ejército austro-ruso que era superior al suyo en número. Esta sin duda fue su mayor victoria, proclamada en la batalla de Austerlitz.

Tras este golpe, el Imperio Austriaco abandona la guerra y su salida pone fin a la Tercera Coalición.

La Cuarta Coalición

Aunque parecía que la supremacía de Napoleón mantendría la guerra acallada, en 1806 se forma la Cuarta Coalición entre Gran Bretaña, Prusia, Sajonia, Suecia, Sicilia y Rusia. Durante este periodo Alexander Mikaberidze en Las Guerras Napoleónicas: Una historia global destaca la presencia de Prusia, que pudo permitirse participar activamente en las batallas gracias a las ayudas económicas que, por interés propio, le otorgó Inglaterra.

Sin embargo, el ejército prusiano poco tuvo que hacer y fue derrotado por el ejército napoleónico en la Batalla de Jena y en la de Auerstädt. Prusia pasó en ese momento a estar bajo el mando francés, que ocupó Berlín el 25 de octubre de 1806. La conquista de este territorio fue clave para permitir su avance hacia la frontera rusa.

El Imperio Ruso era el gran enemigo de Francia, pero Napoleón pudo derrotar a las tropas rusas en una primera batalla en Friedland. Esto hizo que Rusia se viese sin otra salida que firmar un acuerdo de paz (el Tratado de Tilsit) con Francia, donde además del cese de la guerra entre ambas potencias se acuerda que Prusia cederá la mitad de sus territorios a Francia.

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La retirada del ejército prusiano y del ruso pone fina a la Cuarta Coalición, de nuevo con un Napoleón victorioso.

La Invasión francesa de España

Algo de lo que hablaba Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales es la invasión francesa de España. En Las Guerras Napoleónicas: Una historia global este episodio histórico también es narrado y explicado por Alexander Mikaberidze.

Puesto que Napoleón había tenido que abandonar sus pretensiones de conquistas Gran Bretaña, vuelve la vista hacia la Península Ibérica, su vecina de abajo. El gran error de España fue confiarse y firmar con Francia el Tratado de Fontainebleau el 27 de octubre de 1807, que fue su sentencia de muerte. Napoleón llegó a este acuerdo con España para, según él, poder utilizar el territorio castellano en una invasión conjunta de Portugal. ¿Qué paso? Que el emperador tenía otros planes.

Aunque es cierto que se produjo la invasión franco-española de Portugal, las tropas francesas, incluso después de haber cumplido con su objetivo luso, no se fueron de España. Esto cada vez levantaba más sospechas, a las que no les faltaba razón. El ejército francés empezó a ocupar localidades españolas como si fuese un asedio no oficial ni declarado. Finalmente, el 22 de diciembre y el 9 de enero de 1808, llegaron nuevas tropas para ir controlando España de forma más explícita.

Sintiéndose ya la amenaza francesa, los reyes de España se fueron a Aranjuez para, si fuese necesario, huir desde allí a Sevilla y luego a América. Saber que la familia real pensaba escapar y dejar al pueblo sin defensa hace enfadar a los españoles, que organizan el Motín de Aranjuez para mostrar su descontento con ese hecho y con las políticas de Manual Godoy, el secretario de Estado de Carlos IV. Aprovechando el levantamiento popular y que las tropas francesas ya estaban controlando todo el norte del país, Napoleón fuerza a los reyes para que cedan la corona a su hermano, José Bonaparte. Este es el comienzo de la Guerra de Independencia Española.

Esta Guerra consistió en varios asedios a ciudades como Tarragona o Lérida, que eran puntos de interés para los franceses. Sin embargo, la resistencia de los españoles fue dura y supuso un reto para los galos. Los levantamientos populares en España animaron a Portugal, que se defendió ante el invasor francés en batallas como la de Évora.

La Quinta Coalición

Austria había tenido tiempo para renovar su ejército, por lo que decide cruzar el río Inn y recuperar Bavaria. A este país se le unen, en la Quinta Coalición, Austria, Gran Bretaña, Hungría, España, Sicilia, Sardinia, Tyrol y las tropas alemanas Herzoglich Braunschweigisches Korps.

Dentro de este periodo de las Guerras Napoleónicas, las batallas más importantes se dan en Europa Central, Italia y los Países Bajos, y se extienden hasta julio de 1809.

No obstante, la supremacía napoleónica aún es notable y las tropas francesas consiguen una victoria rápida, aunque sería la última tan decisiva.

La Invasión francesa de Rusia

En junio de 1812 casi toda Europa pertenecía a la Francia de Napoleón. A su vez, el Imperio Ruso se encontraba en una gran crisis económica, pues dependía de la capacidad industrial de Gran Bretaña para dar salida a sus manufacturas. Puesto que el Bloqueo Continental permanecía, Rusia sufría las consecuencias. Tal era su desesperación que, a pesar de haber firmado un acuerdo con Francia, deciden retirarse del bloqueo para reiniciar las relaciones comerciales con los ingleses.

Esto enfada a Napoleón, que toma la decisión de lanzar un fuerte ataque militar (formado por casi 700000 hombres) para invadir Rusia. El propio Napoleón es el encargado de dirigir a uno de los grupos. En un primer momento la victoria parecía fácil, pues el Imperio Ruso solo contaba con unos 300000 soldados. No obstante, Napoleón se llevó alguna que otra sorpresa.

En primer lugar, los rusos se preocuparon por incrementar sus filas y añadir nuevos hombres a la estrategia defensiva durante la invasión, que comenzó el 23 de junio de 1812.

Aunque en las primeras batallas los franceses resultaron vencedores, el ejército ruso arrasó todos los pueblos antes de retirarse para evitar así que los franceses encontrasen algún tipo de abastecimiento en ellos. Esto sin duda fue una gran estrategia, pues permitió ir debilitando a las tropas napoleónicas que según avanzaban veían reducidos sus recursos.

Uno de los enfrentamientos más sangrientos y que ha pasado a la historia como la acción militar (de un solo día) que más bajas causó en las Guerras Napoleónicas fue la Batalla de Borodino, a 112km de Moscú. Aunque ganaron los franceses, no les resultó fácil.

El avance francés continuó y Napoleón logró entrar en Moscú, pero se la encontró quemada y arrasada, tal y como habían estado haciendo los rusos con el resto de territorios. Aún así, decide permanecer allí esperando a que el zar ruso, Alejandro I, quisiera llegar a un acuerdo de paz. La rendición rusa sin embargo no llega, y las tropas francesas están cada vez más cansadas y desabastecidas. Napoleón decide entonces retirarse hacia Kaluga y luchar allí contra las tropas de uno de los príncipes rusos.

No obstante, el invierno ya ha llegado a las frías tierras rusas, lo que provoca grandes desastres militares para Francia, que no hace sino seguir retrocediendo y abandonando las tierras recién invadidas. A esto se le unen el desabastecimiento y los constantes ataques de los campesinos y cosacos rusos, que causan aún más pérdidas humanas. A finales de noviembre, solo quedaban unos 30000 militares franceses.

La Sexta Coalición

Como Suecia había incumplido también el Bloqueo Continental impuesto por Francia y había retomado las relaciones comerciales con Gran Bretaña, Napoleón ocupa el país. Como respuesta, Suecia se declara neutral en el conflicto y firma con Rusia el Tratado de San Petersburgo contra Francia. Esto es el primer paso para que Gran Bretaña formase una nueva alianza con estos dos países, aunque dejaron a Rusia un poco sola en su frente abierto contra Francia. No obstante, al poco tiempo de esta firma es cuando el ejército napoleónico inició su retirada, lo que hizo evidente que ya no era tan invencible.

El 3 de marzo de 1813, finalmente, Suecia le declara la guerra a Francia con el apoyo de Gran Bretaña. El 17 de marzo se les une Prusia.

El ejército prusiano, que anteriormente había sido derrotado, vence junto a los rusos a Francia en la Batalla de Möckern (el 5 de abril de 1813). Para intentar evitarlo, Napoleón decidió retirar tropas de las que estaban en la Guerra de Independencia de España, lo que debilitó su posición en la Península Ibérica. Esto hizo que José Bonaparte terminase abandonando Madrid y, por tanto, el control del país. El golpe definitivo fueron las tropas inglesas entrando a España para liberarla.

En unos meses meses a la coalición entran más países Portugal, España, Sicilia, Sardinia e incluso Austria, que en principio se mantuvo fiel a los franceses (más por miedo a represalias que por otra cosa). Tras la famosa Batalla de Leipzig (en agosto de 1813), en la que los aliados salieron victoriosos, también se unieron Bavaria, Württemberg, Baden, los Países Bajos y el Principado de Liechtenstein.  A comienzos de 1845 lo hacen el Reino de Dinamarca y Noruega.

La primera gran derrota francesa en las Guerras Napoleónicas

Las Guerras Napoleónicas de la Sexta Coalición dieron como ganadores a las fuerzas aliadas, suponiendo la primera gran derrota de Napoleón, que tuvo que exiliarse a la isla de Elba (Italia). Su debilidad militar se hace evidente con las firmas de los Tratados de Fontainebleau y del Primer Tratado de París.

Con Napoleón huido, los aliados favorecen la Restauración borbónica en Francia y colocan a Luis XVIII como monarca. Sin embargo, a este rey no le quedó más remedio que aceptar algunas realidades y movimientos sociales surgidos tras la Revolución Francesa, como el parlamentarismo, la monarquía constitucional, la desaparición de gremios o la redistribución de tierras.

La Séptima Coalición

Entre 1814 y 1915 Napoleón permaneció en Elba, siendo testigo de todo lo que pasaba en Francia y en el panorama internacional. Suponemos que con regocijo, veía como la opinión pública de su país rechazaba la monarquía, a la que veía como algo impuesto. Por otro lado en Europa Rusia se ponía en contra del resto de países aliados al exigir demasiado durante el Congreso de Viena.

En cuanto tuvo la oportunidad, Napoleón huyó de su exilio y volvió a París para, desde allí, organizar un nuevo ejército con todos los soldados que habían sido liberados tras las Guerras Napoleónicas. En ese momento da inicio el periodo conocido como los «Cien Días».

Antes incluso de que Napoleón llegase a París, el Congreso de Viena ya consideró esa vuelta como ilegal. Reino Unido, Rusia, Austria y Prusia se prepararon para la guerra con una Séptima Coalición. La respuesta de Napoleón fue intentar una ataque rápido en Bélgica antes de que las tropas aliadas terminasen de organizarse. Es entonces cuando se produce la conocidísima Batalla de Waterloo, donde se decidió el futuro de Napoleón y de su Primer Imperio Francés.

Waterloo: el final definitivo de las Guerras Napoleónicas

La Batalla de Waterloo tuvo lugar el 18 de junio de 1815 en territorio belga. Este enfrentamiento fue la gran y última derrota de Napoleón, que no pudo hacer frente a los ejércitos aliados.

Rendido totalmente, Napoleón se entregó a los británicos, que le obligaron a un destierro en la isla de Santa Elena. Allí residió seis años hasta que murió.

Mientras, se cerró el Congreso de Viena, la asamblea de derecho internacional donde las fuerzas aliadas negociaban la organización política y territorial de Europa tras las Guerras Napoleónicas. Llegaron a la decisión de repartirse diferentes territorios, quitándole todas las conquistas perpetradas por Napoleón a Francia.

La estrategia de Napoleón

Aunque en las últimas etapas de las Guerras Napoleónicas el auto proclamado emperador francés no tuviese el mismo éxito que en las primeras campañas, su figura ha pasado a la historia como la de un gran estratega militar de la Edad Moderna. ¿La razón? Durante trece años puso en jaque todo el mundo gracias a sus tácticas militares, haciéndose poco a poco con casi todos los territorios desde la Península Ibérica hasta Europa del Este.

Podría decirse incluso que su estrategia fue predecesora de la que en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda siguieron otros dirigentes. De hecho, hay muchas similitudes entre él y Hitler, pues ambos pusieron lo militar al servicio de su política. Sin duda, su mentalidad bélica ha sido tan estudiada como El arte de la guerra de Sun Tzu.

Uno de sus grandes aciertos fue no rechazar las herramientas bélicas anteriores a su tiempo. Aunque en los inicios de la Edad Contemporánea ya empezaban a surgir nuevas armas y técnicas, Napoleón siguió apostando por lo que tantos años había sido efectivo. Lo que sí hizo fue estudiar estas técnicas a fondo para aplicarlas con una precisión renovada. Además, centralizaba todos los ataques (por eso en muchas batallas utilizan a su ejército completo de cientos de mile de hombres).

Esa centralización fue un acierto al comienzo, pero terminó siendo su gran error. Incapaz de delegar, todo dependía de él, lo que le jugó una mala pasada y le hizo tomar decisiones equivocadas, como retirar tropas en España.

Psicológicamente, también conocía los entresijos de la batalla. Su objetivo siempre era desmoralizar a sus enemigos, atacando rápido y tomando la capital o la ciudad más importante, la que más significado poseía.

Tácticas militares de Napoleón

La gran táctica de Napoleón fue orientar siempre sus decisiones militares hacia su objetivo: la victoria. No obstante, hay otros puntos estratégicos, que van más allá de mover las tropas de un lugar a otro, que le permitieron mantenerse como gran líder de las Guerras Napoleónicas.

  • Exactitud: Napoleón era un hombre obsesionado y preocupado por el detalle. La razón de estar en primera línea de batalla era poder controlar cada movimiento y cada gesto de sus soldados. Antes, a la hora de elegir la estrategia, pasaba horas analizando cada posibilidad para escoger la mejor táctica de ataque y defensa.
  • Flexibilidad: a pesar de querer controlarlo todo, el emperador francés sabía adaptarse a las circunstancias una vez estaba en el campo de batalla. Lo que nunca cambiaba era dirigir sus tropas como si fuese una sola, como si únicamente hubiese un frente abierto.
  • Fuerza mental: su objetivo de conseguir la victoria se lo contagió a todos sus hombres y a toda la sociedad francesa. Dibujó además la victoria como mucho más que ganar una batalla; también era orgullo y amor a la patria.
  • Velocidad: el factor sorpresa, fruto de los movimientos rápidos y acertados del ejército napoleónico, fue fundamental a la hora de apuntarse tantos en las batallas. De este modo no solo conseguía ventaja atacando, sino que reducía las posibilidades de defensa a su enemigo.
  • Sencillez: como director de orquesta Napoleón era claro en sus órdenes. Sus decisiones no llevaban dudas y esto hacía que sus soldados confiasen en ellas.
  • A campo abierto: la gran fuerza de Napoleón era en terrenos abiertos (por eso Gran Bretaña intentaba siempre debilitarlo en el mar). Sabía en qué áreas podía ser líder y en cuáles no, por eso buscaba siempre batallas abiertas.
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Si quieres saber más sobre las tácticas militares de Napoleón, te recomendamos leer este artículo.

¿Cómo eran las estrategias de Napoleón?

La estrategia militar de Napoleón se basaba en la velocidad y en la concentración de todas las fuerzas en un mismo frente.

¿Por qué perdió Napoleón en Waterloo?

Aunque la batalla fue dura desde el primer momento, el factor decisivo que dio la victoria a los aliados en Waterloo fue la llegada de las tropas prusianas del general von Blücher. Estas se habían retrasado por la lluvia y su sorpresiva aparición rompió la defensa francesa.

También se ha analizado como posible culpable al coronel Emmanuel de Grouchy, una de las manos derechas de Napoleón. En su carrera militar había apoyado al emperador en diferentes campañas (como la de Moscú), pero en Waterloo no pudo hacer frente al ejército prusiano. Aunque les mantuvo el pulso, terminó retirándose a París y dimitiendo de su cargo.

¿Qué buscaba Napoleón Bonaparte con las Guerras Napoleónicas?

Con los enfrentamiento de las Guerras Napoleónicas, Bonaparte quería ir conquistando Europa y formar un gran Imperio Francés.

¿Qué buscaba Napoleón al inicio de sus primeras batallas?

En sus primeras batallas Napoleón buscaba expandir las fronteras francesas y hacer notar su poder en Europa.

¿Qué país traicionó a Napoleón?

Napoleón había impuesto un Bloqueo Bontinental contra Reino Unido. Su objetivo era aislar al país insular y obligar a todos los países del Viejo Continente a cerrar cualquier intercambio comercial con los ingleses. No obstante, no todos cumplieron con esa promesa.

Uno de los traidores fue el Imperio Ruso, que no podía sostener su economía sin la industria inglesa. La respuesta de Napoleón fue la invasión. Lo mismo hizo cuando Suecia rompió el acuerdo.

¿Cuál fue la estrategia de Napoleón para derrotar a los ingleses?

La manera que Napoleón tuvo para aislar y debilitar a los ingleses fue instaurar un Bloqueo Continental. Mediante este, ningún país del continente europeo podía mantener relaciones comerciales con Reino Unido.

Napoleón en Borodino: la lección de estrategia que ninguna guerra debiera olvidar

¿Qué pasó en la batalla de Borodino? ¿Qué hizo Napoleón? ¿Por qué no deberíamos olvidar su estrategia? Alexander Mikaberidze lo explica con mucha objetividad en su libro Las Guerras Napoleónicas: Una historia global.

Recordemos que Borodino fue la batalla más sangrienta de las Guerras Napoleónicas. Ocurrió cerca de Moscú, a algo más de 100km de la capital, y fue un primer jaque para Napoleón. Aunque el emperador francés logró vencer, podría decirse que este enfrentamiento marcó un antes y un después. Fue el principio del fin para Napoleón.

¿Cómo se desarrolló esta mítica batalla de las Guerras Napoleónicas?

Como hemos adelantado, Napoleón estaba a las puertas de Moscú, la capital del Imperio ruso. Sabiendo que la caída de esta ciudad sería el fin, el ejército ruso reunió a más de 150000 a las afueras de Borodino. El objetivo era uno: defender la patria.

Por su parte el ejército francés también disponía de cientos de miles de hombres, además de  unos ánimos victoriosos tras haber causado el terror desde Portugal hasta Europa del Este. Sin embargo, las tropas napoleónicas no contaban con la misma fuerza que hasta entonces, pues en la Península Ibérica los españoles estaban manteniéndoles el pulso, y también los ingleses en las batallas marítimas.

La batalla por lo tanto parecía equilibrada y la balanza no se inclinaba tanto hacia el lado francés como quizá Napoleón esperaba. No obstante, no parecía darse cuenta y su ambición no le hizo dudar; iba a doblegar al Imperio ruso con un ataque frontal.

Con lo que no contó Napoleón es que Kutuzov, el general ruso al frente de las tropas, utilizó todas sus reservas para recuperar el terreno perdido. Lo que iba a ser un avance sencillo para los franceses se convirtió en una gran carnicería. Eso sí, los franceses lograron que, tras todo un día de muertes, los rusos se retirasen y les dejasen libre el camino hacia Moscú. Pero, ¿a qué precio? Para cuando Napoleón y sus soldados llegaron a la capital, la alegría duro poco; se encontraron una ciudad destruida, con su ejército bajo mínimos y un invierno desolador.

Una victoria agridulce que nos deja muchos aprendizajes

Por un lado, en la guerra no hay nada escrito. Rusia perdió Moscú, pero antes plantó cara al gigante francés y le dejó hecho polvo. Además, el invierno al que los rusos sí estaban acostumbrados y los franceses no, permitió a los primeros asentar posiciones y no dejar que los segundos diesen ni un paso más. Una estrategia clave para impedir su avance, reunir fuerzas (contando también con las de los aliados) y acabar con ellos en las siguientes batallas.

De Napoleón nos llevamos la lección de que la ambición a veces resulta engañosa. También la reflexión sobre si a veces la rendición quizá es la mejor victoria. Si hubiese abandonado su sueño de entrar en Moscú (o al menos lo hubiese pospuesto hasta afianzar su posición en la guerra de España y hasta que pasase el invierno) el resultado habría sido otro. No habría conquistado Moscú, pero tampoco habría perdido a 30000 soldados.

Conquistas en Europa de Napoleón

Durante las Guerras Napoleónicas el motor del ejército francés fue la ambición de Napoleón. La combinación de sus anhelos imperiales y su estrategia fue clave para hacerse con muchos territorios europeos.

¿Cuáles fueron sus conquistas? Prácticamente todos los países de la Europa continental, siendo los más importantes el Imperio Austríaco, el Imperio Ruso y Prusia. Además, no hay que olvidar que aunque no llegó a hacerse con Reino Unido, su Bloqueo Continental impuesto aisló al país insular. También se acercó peligrosamente al Imperio Otomano (que era lo que hoy es el territorio griego, húngaro, turco…), que era incluso más potente que el francés ya que ocupaba áreas europeas, africanas y asiáticas.

En cualquier caso, podría decirse que el Imperio de Francia estaba conformado por tres tipos de territorios:

  • Incorporaciones directas (Países Bajos, Roma o Cataluña).
  • Reinos vasallos en los que Napoleón colocaba a un dirigente de su confianza (España).
  • Estados dependientes y teóricamente aliados de Francia (el Reino de Italia o Suecia).

Guerras Napoleónicas: mapa

¿Necesitas algo más visual? Aquí tienes un mapa de las conquistas europeas de las Guerras Napoleónicas.

mapa guerras napoleonicas
Educarex/IEG-Maps. Europa en 1812, el Imperio Napoleónico (CC BY-NC)

Para que no te quede ninguna duda sobre las conquistas y las tácticas invasoras de Napoleón durante las Guerras Napoleónicas, vamos a contestar a algunas preguntas sobre ellas.

¿Cuál es el país que no pudo conquistar Napoleón?

Dos países se le resistieron a Napoleón: el Imperio Ruso y Reino Unido.

¿Cuáles eran los planes de Napoleón?

A través de sus conquistas Napoleón construyó un gran imperio que luego dictadores como Hitler intentarían emular. No olvidemos que Napoleón también entra dentro de la categoría «dictador», aunque esta sea una denominación más moderna. Tal y como George Orwell deja claro con sus metáforas y personajes de Rebelión en la granjael emperador francés engañó a la sociedad y, con la excusa de erradicar la monarquía, creó un sistema igual de injusto y personalista.

¿Qué objetivo tenía Napoleón Bonaparte al invadir España y Portugal en 1808?

La invasión de Portugal y España respondía al interés de Bonaparte por hacerse con toda la Península Ibérica, un lugar estratégico por su salida al mar.

¿Cuál era el plan de Napoleón al dirigirse a Portugal?

Además de conquistar Portugal, Napoleón pretendía hacerse con España. Para ello llegó a un acuerdo con los reyes españoles.

¿Qué acuerdo realizó Napoleón con España?

Napoleón acordó que España le cedería su territorio como paso para llegar a Portugal. Lo que el emperador no explicó es que no llegaría a retirar nunca a sus tropas, instaurando un asedio que terminó en una invasión.

¿Quién permitió que el ejército francés de Napoleón atravesar España para conquistar Portugal?

Manuel de Godoy, el secretario de Estado del rey Carlos IV de España, firmó con Napoleón el famoso Tratado de Fontainebleau. Mediante este tratado se acordaba la invasión franco-española de Portugal.

¿Quién le permitió a Napoleón invadir España?

De algún modo, los propios reyes de España lo permitieron. Ellos, con su secretario Manuel de Godoy como intermediario, permitieron la entrada de las tropas francesas con la excusa de invadir Portugal en conjunto. Napoleón incumplió las cláusulas del tratado y aprovechó la oportunidad para invadir España sin ningún tipo de rechazo.

¿Qué provocó Napoleón Bonaparte al conquistar a España durante la invasión?

El asedio a España terminaría derivando en la Guerra de la Independencia y en una enemistad entre los dos países que, podría decirse, sigue vigente a día de hoy y queda clara en algunos partidos de fútbol.

Por otro lado, la invasión también despertó el nacionalismo español y la derogación de la monarquía borbónica.

¿Cuántos soldados perdió Napoleón en España?

La Guerra de la Independencia fue dura para ambos bandos. El francés en concreto perdió unos 200000 hombres, un número bastante alto teniendo en cuenta que este enfrentamiento comenzó con milicias ciudadanas no organizadas.

¿Qué es el Pacto de Bayona?

El Pacto de Bayona, también conocido como las Abdicaciones de Bayona, fueron el acuerdo por el que Carlos IV y su hijo Fernando cedían la corona española a Napoleón Bonaparte, que nombraría a su hermano José rey de España.

¿Qué pretendía Napoleón con la campaña de Egipto?

Como bien explica National Geographic en este artículo, Napoleón fue el encargado de ir a Egipto en 1798 para iniciar allí el proyecto colonial de la Francia republicana.

En un principio los territorios se rendían (como el caso de Alejandría) pero según avanzaba el ejército francés, el rechazo era mayor y también los ataques de los beduinos. Finalmente, el ejército otomano se reforzó y demostró su superioridad, logrando la rendición de Francia. Napoleón siempre recordaría la campaña de Egipto como una expedición exótica, y una que le traería mucha fama, la que necesitaba para dar el golpe de estado en 1799.

Aunque a nivel militar fue un fracaso, a nivel cultural marcó un antes y un después para Francia y para los estudios de egiptología. Por ejemplo, fue uno de los tenientes de Napoleón el que descubrió la Piedra Rosetta, además de que el viaje permitió a los franceses explorar el país del Nilo.

¿Qué fue lo que vio Napoleón en la pirámide?

Cuando Napoleón llegó a Egipto se quedó fascinado por la cultura de los faraones y la magia de las pirámides. Su emoción era tal que antes de irse pidió pasar una noche completamente solo en la Gran Pirámide.

Allí dentro se encontró con una sala apenas decorada, pero con un sarcófago de granito rojo que estaba vacío.

La razón de querer quedar allí esa noche podría ser la de emular a otros grandes militares como Alejandro Magno o Julio César, que había vivido la misma experiencia y habrían recibido una especie de revelación mística.

¿Qué dijo Napoleón al salir de la pirámide?

Después de pasar una noche, a solas, dentro de la Gran Pirámide, Napoleón salió con la cara desencajada y a la pregunta de qué había pasado dentro solo contestó: “Aunque lo contara, no lo creerías”. Nunca más habló del tema. Puedes leer más sobre la aventura egipcia de Napoleón en este artículo de La Vanguardia.

¿Qué hizo Napoleón en Rusia?

Aunque su intención era conquistarla, Napoleón no salió victorioso. Llegó hasta Moscú,  (que no era la capital en este momento), pero se encontró con un invierno duro, un ejército cada vez más pequeño y dañado, y unas fuerzas aliadas cada vez más potentes.

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¿Por qué Napoleón invadió Rusia?

Napoleón invadió Rusia como castigo porque este imperio había roto el bloque continental a Reino Unido.

¿Quién derrotó a Napoleón en Rusia?

Realmente no llegó a derrotarlo, pero el ejército ruso liderado por Mijaíl Kutúzov frenó en cierto modo el avance francés y causó muchas bajas en su ejército. Estos dos factores serían determinantes y aceleradores del final de las Guerras Napoleónicas.

Guerras Napoleónicas: cronología

¿No te queda claro cuándo ocurrió cada batalla y cada evento de las Guerras Napoleónicas? Si aún no te has leído Las Guerras Napoleónicas: Una historia global de Alexander Mikaberidze, inténtalo, porque la cronología te quedará bastante más clara.

Pero si necesitas una respuesta rápida, a continuación te dejamos un listado con las fechas más importantes:

  • La Primera Coalición (1792 – 1797)
  • La Segunda Coalición (1798 – 1802)
  • La Tercera Coalición (1803 – 1806)
  • La Cuarta Coalición (1806 – 1807)
  • La Quinta Coalición (10 de abril – 14 de octubre de 1809)
  • La Sexta Coalición (1812 – 1814)
  • La Séptima Coalición (13 de marzo – 18 de junio de 1815)

También te recomendamos echas un vistazo a esta línea del tiempo de las Guerras Napoleónicas.

¿Cómo se desarrollan las Guerras Napoleónicas?

Las Guerras Napoleónicas se consideran una extensión de las Guerras Revolucionarias que ya habían empezado entre Francia y otras potencias europeas cuando explotó la Revolución Francesa.

El cambio de nombre a Guerras Napoleónicas se da por la llegada al poder de Napoleón, cuyos aires imperialistas lo convierten en un peligroso y ambicioso enemigo. Estas guerras se desarrollan en siete etapas, coincidentes con las siete coaliciones que se enfrentaron a la Francia napoleónica.

Hasta prácticamente la Sexta Coalición Napoleón fue el gran vencedor, aunque algunas malas decisiones en la campaña contra el Imperio Ruso le hicieron perder posiciones y acumular derrotas. La rendición total llegó tras la Séptima Coalición.

Napoleón: el gran protagonista de las Guerras Napoleónicas

Si hay un personaje en el libro Las Guerras Napoleónicas: Una historia global de Alexander Mikaberidze, ese es Napoleón. Su figura y su papel en los inicios de la Edad moderna han sido muy estudiados en las ciencias sociales. En este resumen de las Guerras Napoleónicas queremos acercarte a este hombre que tanto interés ha despertado desde el siglo XIX.

A través de algunas preguntas, queremos acercarte a este personaje histórico que cambió el rumbo de Europa y de la Edad Moderna.

¿Quién fue Napoleón Bonaparte y cuáles fueron sus ideas?

Napoleón Bonaparte comenzó como un general del ejército francés que, por su éxito en el campo de batalla, comenzó a ser una figura relevante y apreciada en el país, especialmente tras la Revolución Francesa.

Fue el artífice del golpe de estado de 1799, por el que se proclamó primer cónsul de la República francesa. Su figura heroica y su espíritu republicado, que tanta admiración levantaron, terminó siendo sustituida por la de traidor no solo por el resto de países (como España, a la que engañó), sino por la propia sociedad francesa.

Napoleón había prometido una República heredera de la Revolución Francesa, pero terminó creando un imperio en el que él abarcaba todo el poder, igual que antes lo habían hecho los monarcas.

A pesar de ser un gran estadista y considerarse una especie de dios, Napoleón era humano y cometió errores. Estas malas decisiones llevaron a sus hombres a batallas sangrientas que, poco a poco, truncaron su destino y terminaron por hacerle perder la guerra.

Murió en 1821, a los 52 años, durante su destierro en la isla de Santa Elena.

¿Qué tipo de líder es Napoleón?

Tras su muerte Napoleón, o mejor dicho la leyenda de Napoleón, volvió a ser vista como la de un héroe. Ese magnetismo, que causó admiración y temor, era en lo que se basaba su liderazgo.

Napoleón era convincente y sabía hacer que sus ideas fuesen las de todo el mundo. Sus soldados, y el pueblo francés, estaban dispuestos a morir por la defensa del Imperio y de su emperador. Su poder era tal que su sola presencia en el campo de batalla levantaba ánimos, por eso siempre se mantuvo en el frente.

Aunque cometiese fallos, fue un gran estratega y hoy en día sigue considerándosele como tal. Como líder supo tomar decisiones complicadas y sentó grandes precedentes hasta el punto de que su influencia militar y política sigue vigente en la actualidad.

¿Cómo dormía Napoleón Bonaparte?

Una de las excentricidades de Napoleón Bonaparte era cómo dormía, o mejor dicho cuánto. Durante las campañas militares podía estar días y horas sin pegar ojo, pero cuando estas acabacan recuperaba el sueño (llegaba a dormir más de 18 horas sin que un solo ruido, incluso el más fuerte, le despertase).

¿Qué le gustaba hacer a Napoleón?

Otra de las excentricidades de Napoleón era medir cómo de popular era entre la sociedad francesa. Para ello, de vez en cuando, se vestía con ropas humildes (como si fuese pobre) y se hacía pasar por una persona más.

Como nadie le reconocía (pensemos que antes no había televisiones o fotos que revelasen el aspecto de las personalidades importantes, solo algún cuadro que tampoco veía todo el mundo), entraba a las tiendas, hablaba con la gente por la calle… Y les preguntaba qué pensaban de Napoleón.

¿Cómo le decían a Napoleón?

Los soldados franceses llamaban a Napoleón el Pequeño Cabo, ya que era bajito. Los ingleses Boney (también destacando su tamaño) y el resto de monarcas europeos lo conocían como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio (su lugar de nacimiento en Córcega) o el Usurpador Universal.

¿Qué fue lo malo que hizo Napoleón?

Su ambición inició y perpetuó una larga guerra que dejó mucha sangre en los campos de batalla.

¿Quién fue Napoleón Bonaparte y cuál fue su principal legado político?

Napoleón Bonaparte dejó un gran legado político en Francia, ya que rompió definitivamente con el sistema feudal y en cambio asentó algunas reformas revolucionarias.

Además, bajo su mandato se aprobó el Código Napoleónico, que reformuló el sistema jurídico del país y, aunque con modificaciones, sigue en vigor a día de hoy.

¿Qué decía el Código de Napoleón?

El Código Civil Napoleónico incluía conceptos jurídicos, administrativos y procesales. Su objetivo era dar estabilidad política a Francia tras la Revolución Francesa y la lucha de clases (entonces estamentos). Aunque luego no se llevasen a la práctica, se definían derechos humanos como la libertad individual y la abolición del feudalismo.

Lo curioso es que este sigue siendo el código civil de Francia, aunque obviamente ha sufrido reformas desde que se aprobó en 1804.

¿Qué fue lo que procuró hacer Napoleón para la nación francesa?

El mayor deseo de Napoleón eran convertir a Francia en un gran imperio. Lo consiguió en parte, al menos durante un tiempo y hasta que su ambición le cegó en la toma de algunas decisiones.

Más allá de eso, derrocó la monarquía, una institución del Antiguo Régimen, para llevar a cabo algunas reformas. Entre estas reformas estaban restablecer el orden interno, reorganizar la administración pública y reducir la crisis económica. No obstante, terminó imponiendo un sistema personalista y dictatorial en el que él era el centro.

¿Cómo se proclamó Napoleón?

La autoproclamación de Napoleón también fue una gran estrategia política y militar. Lo que hizo fue autonombrarse cónsul junto a otros dos hombres, creando así un triunvirato. No obstante, en la realidad él tomaba todas las decisiones y acaparaba todo el poder. A los pocos años, se proclamó emperador y constituyó el Imperio francés.

¿Quién fue el mayor enemigo de Napoleón?

Reino Unido fue el mayor enemigo de Napoleón. Este país organizó las coaliciones, cuyo objetivo era reducir el poder imperial de Francia.

¿Quién fue el gran amor de Napoleón?

Josefina de Beauharnais fue la mujer y el gran amor de Napoleón.

¿Qué le dijo Josefina a Napoleón?

Josefina escribió largas cartas de amor a Napoleón Bonaparte. En este artículo puedes leer algunas.

¿Cómo murió Josefina?

Josefina murió en 1814 por un resfriado que se complicó, algo muy común en esa época.

¿Qué le regaló Napoleón a su esposa?

Uno de los regalos más especiales que Napoleón le hizo a su esposa Josefina fue una alianza de pedida de de oro engarzado con un zafiro y un diamante.

¿Quién dijo una retirada a tiempo es una victoria?

Napoleón pronunció la frase de «una retirada a tiempo es una victoria».

¿Qué frase dijo Napoleón?

La frase original de Napoleón fue: «una retirada a tiempo es una victoria». En español hay un refrán (cuyo origen no está esclarecido) que dice: «Más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida».

¿Quién le ganó a Napoleón?

La coalición de países aliados ganó a Napoleón.

¿Qué buscaba el proyecto de Napoleón?

El proyecto napoleónico era la construcción de un gran imperio francés en el que él fuese el mandatario total de Europa.

¿Cuál fue el mayor logro de Napoleón Bonaparte?

El Código Napoleónico fue el gran logró de Napoleón Bonaparte. Con él, el emperador simplificó el código civil francés. Su importancia es tal que sigue siendo la base del sistema jurídico galo a día de hoy.

¿Qué hizo Napoleón como cónsul?

Como cónsul vitalicio Napoleón toma muchas medidas, pero tres son las más importantes:

  • Firma el Tratado de Paz de Amiens con Gran Bretaña, aunque la paz duraría poco.
  • Modifica la Constitución francesa y establece un nuevo sistema jurídico.
  • Se nombra como cónsul único, vitalicio, y con poder hereditario. El primer paso antes de proclamarse emperador.

¿Qué pensaba Napoleón de las mujeres?

En su Código Napoleónico, Napoleón deja bien claro que las mujeres son inferiores a los hombres. Este desprecio de la capacidad femenina siempre estuvo presente en su ideología, sintiéndose solo desafiado por una mujer: Madame de Staël, una de las precursoras del feminismo ilustrado.

¿Qué hizo Napoleón Bonaparte para llegar al poder?

Tras el golpe de estado de 1799 Napoleón Bonaparte, sobre el papel, compartía consulado con otros dos cónsules. Sin embargo, logró acaparar todo el poder ejecutivo y nombrarse cónsul vitalicio en 1801. En 1804 dio el siguiente paso: proclamarse emperador y ser coronado como tal en la catedral de Notre Dame.

¿Qué medidas dictó Napoleón al tomar el poder en 1799?

Napoleón Bonaparte, a través del Código Napoleónico, implantó una serie de leyes de orden liberal como la abolición del feudalismo y la servidumbre, la libertad de culto, el sufragio universal masculino, la creación de un parlamento, la declaración de derechos y la educación para todos los ciudadanos.

¿Cuál era el gran sueño de Napoleón

El sueño de Napoleón, que no llegó a cumplir, era conquistar también territorios de Oriente.

¿Cuál era el objetivo de Napoleón?

El objetivo de Napoleón era unificar toda Europa bajo su poder e instaurar un régimen que se alejase del viejo feudalismo y del Antiguo Régimen.

¿Qué medidas tomo Napoleón durante su gobierno?

Como gobernante Napoleón centralizó todo el poder en el mismo, pero también es cierto que mejoró el sistema político y económico francés.

Los apasionados de la historia han visto en el libro Las Guerras Napoleónicas: Una historia global de Alexander Mikaberidze un viaje apasionante a lo largo de algunos de los años más importantes de la actual zona euro. Si tú también quieres embarcarte en las aventuras de Napoleón durante las Guerras Napoleónicas, no dudes en leer el libro completo. Puedes comprarlo en librerías como la Casa del Libro o, más fácil y rápido, a través de este enlace de Amazon.

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