Resumen de «El Diario de Anna Frank» de Anna Frank

Resumen de El Diario de Anna Frank de Anna Frank
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El Diario de Anna Frank comienza como cualquier otro diario de una adolescente, presentando a la que será su autora. Ana es una chica de catorce años que vive en los Países Bajos ocupados por la Alemania nazi. Siempre ha querido ser escritora, así que que encuentra en su diario una manera de desahogarse y de contar qué está ocurriendo a su alrededor.

El comienzo del Holocausto y del encierro

Como judía, su contexto es complicado por la ocupación nazi. Al poco de empezar el diario, debe mudarse con su familia (conformada por su padre, su madre y su hermana) y otra familia (los Van Daan) a una casa secreta. Esta casa se encuentra en el anexo de la oficina de su padre, el cual permanece escondido, lejos de la vista de curiosos, y es perfecto para protegerse de los agentes de las SS y la Gestapo de la Alemania nazi, quienes estaban persiguiendo brutalmente a la comunidad semita.

La Casa de atrás

Entre las narraciones de lo que ocurre en la guerra y las noticias que les llegan, Ana introduce reflexiones sobre la convivencia en el anexo. Habla mucho de la relación que mantiene con el resto de sus compañeros. Con sus padres, sobre todo con su madre, tiene muchas disputas pues ella cree que la tratan como un bebé y no la tienen tan en cuenta como a su hermana.

Con la familia Van Daan tampoco se lleva muy bien, ya que la señora Van Daan especialmente la critica por maleducada. Peter, el hijo del matrimonio, es muy tímido al principio, aunque al año y pico de estar encerrados, él y Anna comienzan a establecer una relación de amistad que pronto se convierte en un primer amor adolescente.

Por último, el señor Dussel, un dentista que se incorpora al anexo más tarde, tampoco es del agrado de Anna, pues suele ser malhumorado e irrespetuoso.

Los momentos finales

Tras dos años encerrados, 1944 comienza como el año en el que la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto terminarían. Mientras tanto, en el anexo, Anna descubre su sexualidad con Peter y madura emocionalmente, quizá demasiado rápido por las circunstancias. A sus preocupaciones adolescentes y sus ganas de vivir se une un renovado optimismo por los avances de las tropas aliadas contras los nazis.

Sin embargo, solo unos meses antes de la liberación de los Países Bajos, los habitantes del anexo fueron arrestados por la Gestapo y dispersados en diferentes campos de concentración. Ana fue a parar a Auschwitz y luego a Bergen-Belsen, donde murió de tifus pocos días antes de la liberación del campo.

Resumen por capítulos de El diario de Anna Frank

Más que en capítulos, El diario de Anna Frank se divide en días. En cada una de las entradas, la joven Ana nos describe su rutina pero también comparte reflexiones sobre el contexto histórico que está viviendo y sobre sí misma, demostrando que es mucho más que una víctima escondida de los nazis.

Hemos querido reflejar brevemente qué cuenta cada día para escribir un buen resumen de este libro, pues es la única forma de hacerse una idea de todo lo que vivió Anna y cuál fue su desarrollo.

14 de junio de 1942

Ana comienza el diario explicando que el cuaderno es un regalo por su 14 cumpleaños. Esto ocurrió hace dos años, pero no lo había empezado hasta este momento

14 de junio de 1942

En su segunda entrada, Ana nos cuenta cómo eran sus compañeros de clase y cómo los que eran sus amigos acudieron a la fiesta de cumpleaños. Una chica a la que destaca es Lies, que es una de sus mejores amigas.

20 de junio de 1942

En una reflexión que, como lectores, nos genera ternura, Ana se plantea que a quién podrían interesarles las memorias de una adolescente. Sin embargo, como no tiene una amiga a la que contarle sus cosas, decide que el diario actuará como esa confidente. Por eso empieza a llamarle Kitty. Aprovecha para describir a su familia judía, formada por una hermana mayor, Margot Frank, su padre Otto Frank y su madre Edith Frank.

21 de junio de 1942

Ana escribe sobre la escuela y las notas que suele sacar. Recuerda un día en el que uno de sus profesores la castigó por ser demasiado habladora. El momento de tensión se volvió a convertir es una bonita relación de amistad profesor-alumna cuando Ana bordó la tarea de escribir un poema.

24 de junio de 1942

Los judíos solo podían usar en transbordador para moverse, pues las leyes nazis los obligaban a ello. Esto molesta mucho a Ana, especialmente en los días en los que el tiempo no acompaña. También se queja de que le han robado su bici y no podrá usarla ahora que se acercan las vacaciones.

1 de julio de 1942

Tras unos días sin escribir, Ana explica que no ha tenido tiempo, pues ha pasado mucho tiempo con Helio, el primo de su amiga Wilma. Sabe que este chico está enamorado de ella, pero eso a Ana no le importa porque, en primer lugar, la familia de Helio no le permitiría dejar a su novia Úrsula por Anna y, en segundo lugar, ella está enamorada de Peter, el hijo de unos amigos de sus padres.

5 de julio de 1942

Ana reconoce que las notas de final de curso no han ido como se esperaba, pero a sus padres no les importa ya que para ellos lo más importante es la salud.

8 de julio de 1942

Margot Frank, la hermana de Ana, ha recibido una citación, pues el gobierno está buscando a todas las mujeres jóvenes solteras. Por suerte, todo se queda en eso, una cita, y Margot no es llevada a ningún otro lugar.

9 de julio de 1942

Este día es el primero en el que Ana habla del escondite donde, a partir de ese momento, vivirán con su familia y otras personas. Es el único modo que tienen de escapar de las amenazas, cada vez más frecuentes, de los nazis. El lugar donde van a instalarse es un espacio cerrado y escondido en las oficinas donde trabaja el padre de Anna.

10 de julio de 1942

El nuevo hogar de Ana y su familia va tomando forma, pero mientras lo decoran y lo amueblan es muy importante que no hagan ruido. Cualquier sospecha de alguien que les oiga puede ser terminante. Desde fuera les ayudarán Miep y Bep, dos trabajadoras de Otto Frank, y sus maridos (Jan y Johan), además de Victor Kugler y Johannes Kleiman, también empleados del padre de Anna.

11 de julio de 1942

Ana no está igual de cómoda que en su casa, pero decide tomarse su estancia en la oficina secreta como unas vacaciones.

12 de julio de 1942

La familia Frank no pasa su mejor momento; Anna nos cuenta que se respira la tensión de estar encerrados y saber que no podrán salir hasta que acabe la Segunda Guerra Mundial.

14 de agosto de 1942

Los días de Ana son monótonos, por lo que nuestra autora no tiene mucho que contar ni le da importancia para hacerlo.

21 de agosto de 1942

La madre de Ana regaña mucho a su hija, algo que a ella le exaspera. Por lo demás, todo sigue igual.

2 de septiembre de 1942

Ana nos habla de los Van Daan (el apellido real era Van Pels), la familia con la que comparten el escondite. Aunque la relación no es extremadamente mala, empiezan a surgir rencillas, llegando a producirse una discusión bastante fuerte entre ambos matrimonios.

21 de septiembre de 1942

Anna comenta que no aguanta a la señora Van Daan, a la que le gusta demasiado discutir. Escribe también que se está tejiendo un jersey para el invierno.

25 de septiembre de 1942

La joven autora describe al señor Dreher, un amigo/cliente de su padre. Era un señor mayor y que estaba sordo, por lo que hacer negocios con él era causa de muchas anécdotas que Anna recuerda en su diario.

27 de septiembre de 1942

Ana escribe que la relación con su madre y su hermana va de mal en peor. En cambio, se siente cada vez más cómoda con el matrimonio Van Daan, que parece quererla y cuidarla más que su propia familia.

28 de septiembre de 1942

Las personas adultas de la Casa de atrás, como se ha conocido al que fue la oficina secreta, discuten continuamente. Anna además lo sufre porque siente que a ella le echan muchas broncas.

29 de septiembre de 1942

Ana comienza contándonos un poco más de cómo son las rutinas en su nuevo y secreto hogar. Por ejemplo, cómo hacen turnos para usar una tina y así asearse, ya que no cuentan con una ducha o bañera.

1 de octubre de 1942

Un día, cuenta Anna, el timbre de la oficina en la que están escondidos, que es como un anexo secreto de la principal, sonó. Esto asustó enormemente a todos los habitantes del lugar, pues pensaban que era la Gestapo que venía a por ellos. Al final, todo fue una broma de algunos gamberros.

Cuenta Ana también que celebraron, como buenamente pudieron y sin hacer ruido, el cumpleaños de la señora Van Daan.

3 de octubre de 1942

Ana ha discutido con su madre, y se lo cuenta frustrada y confusa a su Kitty. También añade que su padre ha ido luego a hablar con ella para pedirle comprensión y paciencia con la situación y con su madre, que también está afectada por todo lo que ocurre.

9 de octubre de 1942

Por primera vez, Anna plasma sobre el papel los rumores que, a través de las personas que les ayudan desde fuera, les están llegando sobre los campos de concentración para judíos, como Auschwitz o Bergen-Belsen. Han oído que la Gestapo lleva allí a los prisioneros y los sometes a condiciones de vida inhumanas.

16 de octubre de 1942

Ana se muestra ilusionada en esta entrada, pues está estrechando su relación de amistad con Peter, al que cada vez conoce un poco mejor.

20 de octubre de 1942

El cumpleaños de Peter es una nueva causa de celebración en secreto, tal y como nos cuenta Ana. Otra noticia que les ha llegado es que los ingleses han desembarcado en Túnez para comenzar una ofensiva contra las tropas alemanas.

29 de octubre de 1942

Anna cuenta que Miep les ha confesado que el apartamento donde antes residían, la que era su casa, había sido saqueada por estar vacía y pertenecer a judíos. El padre de Ana enferma al momento.

12 de noviembre de 1942

Un nuevo habitante va a llegar a la Casa de atrás, Ana escribe que ha anunciado Miep. Su nombre es Albert Dussel (su nombre real era Fritz Pfeffer), un dentista judío que está huyendo de la Alemania nazi.

20 de noviembre de 1942

Anna cada vez es más reflexiva y se nota que está creciendo, quizá incluso más rápido de lo que debería. Dussel ya ha llegado al anexo y las noticias que ha traído, igual que las de Miep, no son buenas.

21 de noviembre de 1942

La vida en el anexo es aburrida y no ocurre nada. Cada persona hace lo que puede para distraerse, especialmente cuando la poca luz que entra se va, lo que es la mayor parte del día en invierno. La convivencia con Dussel, que comparte habitación con Anna, es complicada pues piensa que la joven es maleducada, algo que no duda en decir a Edith.

7 de diciembre de 1942

Las celebraciones de Hanukkah y el Día de San Nicolás han tenido lugar en la Casa de atrás. Otto incluso se las arregló para conseguir un regalo para cada uno.

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10 de diciembre de 1942

Gracias a la ayuda de sus protectores, han conseguido carne en el mercado negro, por lo que los padres de familia se ponen a hacer morcillas y salchichas. Mientras, Dussel ha decidido crear una especie de consulta dentista en el propio anexo, aunque sea solo para chequear a sus compañeros. Ana es su ayudante.

13 de diciembre de 1942

Desde una pequeña ventana a la que puede acceder en muy contadas ocasiones, observa a las personas que caminan por la calle. En su diario, la autora explica que quizá ellos no estén tan mal dentro, pues tienen un aspecto más saludable que quienes están fuera, donde la pobreza es notable.

Martes, 22 de diciembre de 1942

En el anexo reciben la noticia de que, por las Navidades, van a recibir un extra en sus cartillas de aprovisionamiento, por lo que podrán hacer algo de cena especial para celebrar. Anna describe de una manera mucho más amable que otras veces a la señora Van Daan, definiéndola como trabajadora y alegre. Con quien no está tan contenta Ana es con su compañero de habitación, el señor Dussel, que no le permite hacer ningún sonido por la noche, incluso al darse la vuelta en la cama, aunque luego él también es muy ruidoso.

13 de enero de 1943

Durante el día, todos los habitantes de la casa ayudan en las tareas de la oficina del padre de Anna (por ejemplo, empaquetar pedidos). Nuestra protagonista/autora se siente mal por hablar de lo que harán tras la Segunda Guerra Mundial o de lo que comprarán cuando por las ventanas ven el sufrimiento de las personas y su pobreza.

30 de enero de 1943

Anna confiesa que muchos días se queda dormida mientras llora, pues se siente muy incomprendida dentro de su casa y odia que le digan que es una maleducada.

5 de febrero de 1943

La queja sobre el trato que recibe Ana continúa, especialmente porque odia que la comparen con su hermana Margot Frank.

27 de febrero de 1942

Una noticia muy mala llega al anexo. La oficina ha sido vendida, por lo que un arquitecto y el nuevo dueño van a visitarla. El señor Kleiman, uno de los protectores de los habitantes de la Casa de atrás, dice que se ha olvidado la llave que da al anexo para que no puedan entrar, aunque la amenaza es palpable.

10 de marzo de 1943

El miedo por los ruidos de la guerra hace que Anna muchas noches acuda a la cama de sus padres para sentirse más segura. Por si eso fuera poco, hay ratas en el anexo.

12 de marzo de 1943

Ana se queja de que ya todos están hartos de comer alubias, pues es el único alimento que tienen en la Casa de atrás, y de que la ropa le quede ya pequeña. Por lo demás, comenta que hay ciertas rutinas que ya se han implantado y que forman parte de su vida, como que sea ella quien corte el pelo y la barba a su padre.

19 de marzo de 1943

Anna explica que han recibido la noticia de que el dinero que tenían ahorrado ha sido devaluado, ya no vale nada ni sirve.

25 de marzo de 1943

Unos ladrones entran en la oficina y, desde el anexo, las dos familias y el señor Dussel escuchan todo aterrados. Cuando oyen que se van, tras esperar un tiempo prudente, los hombres acuden a ver que todo está bien. Los ladrones se han llevado algunas cosas, pero no parece que vayan a volver o que sepan dónde están.

27 de marzo de 1943

Ana está feliz porque ha terminado su curso de telegrafía. También comenta que el señor Dussel está enfermo, lo que es muy frustrante porque no le pueden llevar al médico. Además, expresa su disgusto por el hecho de que los alemanes tratan a los judíos peor que si fueran animales.

Ana escribe que el señor Dussel está incumpliendo la norma de no escribir a gente de fuera, lo que les pone a todos en peligro.

Jueves, 10 de abril de 1943

A pesar de las circunstancias, Anna está agradecida de vivir en el anexo y no estar donde otros judíos que han sido apresados.

18 de mayo de 1943

Al ver los aviones que van hacia los Países Bajos para bombardearlos, Anna reflexiona en el diario sobre cómo la Segunda Guerra Mundial acabará definitivamente con la gente. Por otro lado, reconoce que se ha acostumbrado tanto a esos ruidos que ya puede incluso dormir con ellos, lo que al mismo tiempo le asusta. La que no está tan acostumbrada es la señora Van Daan y Ana confiesa que, puesto que su marido no la calma, la mujer busca consuelo con el señor Dussel.

12 de junio de 1943

Para el catorce cumpleaños de Anna, todos hacen un esfuerzo por ella. Por ejemplo, le regalan un libro sobre mitología griega y romana, que a ella le encanta, y su padre le escribe un bonito poema en el que reconoce que a veces no han sabido comprenderla.

15 de junio de 1943

Los habitantes de la Casa de atrás reciben la noticia de que uno de sus protectores, el señor Voskuijl, tiene cáncer terminal. Al estar escondidos se libran de la norma de entregar las radios a los oficiales nazis de las SS, por lo que ellos podrán seguir escuchando algunas noticias.

11 de julio de 1943

Ana escribe que sigue recibiendo muchas regañinas del resto de sus compañeros de casa, aunque ella trata de gestionar las críticas con humor y no con rabia. También cuenta que su vista cada vez está peor e incluso están valorando que salga a ver a un oculista con alguno de sus protectores, pero es demasiado peligroso.

13 de julio de 1943

Anna comenta que quiere quedarse con una mesita que hay en su cuarto, por lo que está preparando un discurso para pedírsela, con argumentos, al señor Dussel. Así podrá usarla para estudiar.

16 de julio de 1943

Unos ladrones vuelen a entrar a la oficina, está vez al almacén. Les roban comida y cheques de racionamiento.

19 de julio de 1943

Ana escribe triste sobre los últimos grandes bombardeos en los Países Bajos, que han dejado muchos muertos y niños huérfanos.

23 de julio de 1943

Todos los habitantes del anexo sueñan con lo que harán cuando salgan de ahí (darse un baño caliente, tomar un buen café…), pero Anna confiesa que no lo tiene nada claro.

26 de julio de 1943

Las bombas cada vez suenan más cerca y Ana trata de escribir el terror que sienten.

29 de julio de 1943

Las críticas a la señora Van Daan se retoman, pues Anna está harta de que comente constantemente la educación que le dieron sus padres.

4 de agosto de 1943

En esta entrada Ana describe cómo es un día cualquiera en la Casa de atrás, los turnos para usar el baño, la preparación para irse a la cama…

5 de agosto de 1943

La autora continúa su explicación de las rutinas diarias, especialmente cuando llega la tarde y la gente de la oficina se ha ido, lo que les da un poco más de libertad para hacer ruido.

9 de agosto de 1943

Ana comenta que en el anexo parece que hay jerarquías y que concretamente los Van Daan se creen los dueños y señores del lugar.

10 de agosto de 1943

Anna ha decidido dejar de dar su opinión y contestar a los adultos, lo que ha mejorado algo la convivencia. Además, está feliz porque sus protectores le están trayendo muchos libros para leer.

18 de agosto de 1943

El matrimonio Van Daan parece tener problemas, pues Anna escribe que se pelean mucho.

20 de agosto de 1943

Ana está contenta porque los habitantes de la casa ya no se critican tanto y se dejan en paz. En realidad, cada uno va a lo suyo hasta la hora de la comida y la cena, donde comparten mesa.

23 de agosto de 1943

Durante la mañana, hasta las 8:30 más o menos, es el único momento en el que la familia Frank puede pasar algo de tiempo juntos. Después de desayunar todo se vuelve muy silencioso, pues es cuando los trabajadores de la oficina llegan y no debe haber ningún ruido (por ejemplo, tirar de la cadena, abrir grifos…).

10 de septiembre de 1943

Ana cuenta una buena noticia, la capitulación de Italia en la guerra, y una mala, la operación del señor Kleiman.

16 de septiembre de 1943

La convivencia cada vez es más tensa, pues los ánimos de todos están por los suelos. Anna concretamente está tomando valerianas para controlar su depresión y ansiedad. Por si no fuera suficiente, el encargado del almacén parece sospechar algo, por lo que deben tener aún más cautela.

17 de octubre de 1943

Los Van Daan se están quedando sin dinero, por lo que deberían empezar a vender, con la ayuda de los protectores, algunas de sus pertenencias. Sin embargo, la señora Van Daan se niega a ello.

29 de octubre de 1943

La falta de dinero y por tanto de alimento empieza a hacerse notar. Ana cuenta que se siente oprimida en ese ambiente en el que la señora Van Daan además actúa con egoísmo, pues quiere quedarse para ella todo el dinero que está ganando vendiendo alguna de sus prendas de piel.

3 de noviembre de 1943

Ana confiesa que se siente desplazada en su familia, ya que sus padres siempre parecen hacer más caso y dar la razón a Margot. COnsidera que no se están comportando como padres (especialmente su madre) y que es en ella misma en la única persona en la que puede confiar.

8 de noviembre de 1943

La angustia de Anna se deja ver en sus palabras. No hace más que pensar en el peligro que corren y se asusta por todo al imaginarse que la meten en una cárcel sola o que una bomba cae sobre el anexo.

11 de noviembre de 1943

Ana está triste porque su pluma estilográfica, que tanto la había acompañado desde niña, cayó al fuego y se quemó.

17 de noviembre de 1943

Los protectores de la Casa de atrás apenas pueden pasarse por allí pues están enfermos o muy ocupados, al fin y al cabo están viviendo una guerra. Ana escribe también sobre el señor Dussel, al que considera un desagradecido y por el que no siente ni un ápice de respeto. El hombre lleva un año con ellos en el anexo y no ha mostrado ni un mínimo de agradecimiento porque le abriesen las puertas.

27 de noviembre de 1943

Anna cuenta a su diario Kitty que ha soñado con su amiga Lies y que desde entonces siente la necesidad de rezar por que esté bien.

22 de diciembre de 1943

Las Navidades han traído la gripe a Ana, que se encuentra muy enferma. Por suerte, también han traído más alimentos al anexo.

24 de diciembre de 1943

Ana sigue algo enferma, aunque se encuentra mejor, y cuenta cómo todos los habitantes de la Casa de atrás han intentado curarla con sus propios remedios caseros. El peor ha sido el señor Dussel, que acercó su oreja a su pecho para comprobar su respiración. Anna pasó mucha vergüenza, aunque lo cuenta con humor. Por otro lado, Ana confiesa que siente dos emociones contradictorias; sabe que es una afortunada en comparación con otros judíos encarcelados, pero al mismo tiempo anhela tener una juventud normal como la que están teniendo los hijos de sus protectores, por ejemplo.

27 de diciembre de 1943

Por primera vez en mucho tiempo, Anna y el resto de habitantes del anexo reciben un regalo: una tarta en la que pone «Paz 1944» de parte de sus protectores.

29 de diciembre de 1943

Anna recuerda una vez más a su amiga Lies y se apena por haberla perdido de su vida, aunque desea que esté bien.

2 de enero de 1944

Ana ha leído algunas de sus entradas anteriores en el diario y se siente mal por cómo describía a su madre. En un año ha madurado mucho y reconoce que sus actitud tampoco fue la adecuada.

6 de enero de 1944

Anna sigue reflexionando sobre el estilo de crianza de su madre, que ha intentado ser más bien una amiga y no ha funcionado. Comenta también un artículo que leyó sobre la pubertad de las mujeres y cómo esa etapa genera vergüenza. Por ejemplo, cuando tiene la regla Ana reconoce sentir que debe guardarlo en secreto, aunque al mismo tiempo admite que todos los cambios le están ayudando a conocerse a sí misma y desarrollar una personalidad más propia. Por otro lado, Ana escribe que está haciéndose amiga de Peter Van Daan, cuya timidez ahora ve como algo dulce y no una barrera.

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7 de enero de 1944

Anna escribe sobre los novios y enamoramientos que ha tenido. El más importante fue el de Peter Schiff, con el que pasó un bonito verano. No obstante, cuando volvieron a empezar las clases él cambió mucho y dejaron de verse. A pesar de ello, Ana reconoce que sigue enamorada de él y que siente un deseo sexual por él.

12 de enero de 1944

Ana ha encontrado un nuevo hobby: crear trajes para bailar e inventar coreografías. En un plano más profundo, reflexiona sobre su relación con su madre, que sigue siendo algo tensa, y con su hermana, con la que cada vez es mejor.

19 de enero de 1944

Escribe Ana que se siente mucho más madura y especialmente más comprensiva con su familia. Además, el recuerdo de Peter Schiff la mantiene esperanzada.

22 de enero de 1944

Ana escribe sobre una cosa de la que se ha dado cuenta: ni su familia hace todo bien y no los Van Daan todo mal. Esto le lleva a querer ser menos intransigente con todos.

28 de enero de 1944

Anna reflexiona sobre la generosidad de sus protectores, que arriesgan su vida por ellos. Además, les traen noticias que les mantienen esperanzados, como que hay más judíos escondidos.

8 de febrero de 1944

Margot y Anna han comenzado a reír otra vez, como las adolescentes que son. Algo de lo que se da cuenta Ana, y sobre lo que escribe, es cómo la actitud de su madre posiblemente sea fruto de la falta de amor que recibe. Mientras que ella adora a su marido, este parece que solo se casó por ella por conveniencia más que por verdadero amor.

14 de febrero de 1944

Anna escribe que la barrera de la timidez de Peter está cayendo. Cada vez hablan más y él es mucho más transparente sobre sus inseguridades y emociones; además, alguna vez le ha pillado mirándola.

17 de febrero de 1944

Ana se siente genial porque la señora Van Daan y luego Peter le han pedido que les lea algunas de las historias que escribe. Está deseando que Peter le vuelva a invitar a su habitación para charlar. Está claro que se gustan y eso anima mucho a Ana.

20 de febrero de 1944

Ana cuenta cómo son los domingos en el anexo. La rutina que más le saca de quicio es la del señor Dussel, que se despierta pronto y haciendo ruido y ocupa durante una hora el baño. Lo bueno es que desayunan todos juntos.

23 de febrero de 1944

Tras unos días un poco triste porque no hablado tanto con Peter, Ana cuenta que han retomado la relación de amistad. Reflexiona también sobre cómo la felicidad no se acaba; aunque pueda reducirse, siempre estará allí.

1 de marzo de 1944

Un nuevo robo ocurre en la oficina, lo que les hace pensar a todos los habitantes del anexo que el ladrón tiene una llave de la puerta principal.

2 de marzo de 1944

Anna y Peter hablan sobre sus respectivos padres, confesándose que ambos discuten muchos con ellos. Es curioso porque, al mismo tiempo, alaban a los padres del otro. Sus conversaciones están cargadas de afecto y al mismo tiempo coquetean.

de marzo de 1944

Ana tiene una actitud un poco maternal hacia Peter, al que quiere cuidar y hacer que sienta menos solo. Pero al mismo tiempo quiere gustarle y conseguir que se enamore de ella.

10 de marzo de 1944

Ana describe tres sucesos que han ocurrido y son bastante trágicas. Por un lado Miep está enferma y la persona que se encargaba de llevarles comida ha sido encarcelada. Por otro lado, alguien desde el otro edificio dio unos golpes a la pared tras las que se encuentra el anexo.

11 de marzo de 1944

Anna está confusa porque Peter parece que la está ignorando y no entiende por qué. Escribe también que su hermana está empeñada en que confíe más en ella, pero Ana prefiere el diario.

16 de marzo de 1944

Ana se siente distanciada emocionalmente del resto de sus compañeros y, cuando quiere estar sola, no puede estarlo. Además, lleva días esperando a que Peter hable con ella, pero el momento no llega nunca.

18 de marzo de 1944

En esta entrada Ana escribe solo sobre sexo y sobre la poca educación que ha recibido al respecto por parte de sus padres.

19 de marzo de 1944

Anna nos cuenta que por fin ha hablado con Peter y que han compartido lo que sienten.

20 de marzo de 1944

Anna y Peter empiezan a salir y Ana registra en su diario su preocupación por Margot, ya que sospecha que esta puede estar enamorada también de Peter y enfadarse. Sin embargo, su hermana le escribe una bonita carta en la que dice alegrarse por ellos y no tener ningún tipo de rencor. Anna le responde agradecida y confesándole su admiración.

23 de marzo de 1944

Anna escribe que le pidió a Peter que le hablase sobre sexo, demostrando que su relación se va consolidando. Sin embargo hay un malentendido, que pronto se arregla, cuando Peter se piensa que Ana está contándole todo a Margot y riéndose a sus espaldas.

24 de marzo de 1944

El resto de habitantes saben ya sobre la amistad de Peter y Anna y bromean con ello, aunque sus madres parecen oponerse un poco. Ana escribe en el diario sobre anatomía femenina, detallando cómo son sus genitales y preguntándose cuánto sabrá Peter sobre ellos.

29 de marzo de 1944

Anna ha escuchado en la radio que los diarios que la gente que está viviendo la guerra ha estado escribiendo puede resultar de mucho interés en el futuro, lo que hace que nuestra autora fantasee con la idea de publicarlo.

5 de abril de 1944

Anna cuenta que hay días que en cuanto se queda sola se echa a llorar. Como lectores, es un recuerdo de la presión y el miedo al que Ana y su familia estaban expuestas. También nos resulta muy bonito leer cómo su sueño es convertirse en escritora y que la gente la recuerde, algo que hoy sabemos que pasará.

11 de abril de 1944

Ana escribe sobre lo ocurrido aquel día. Al oír ruidos de ladrones en la oficina, los hombres salieron del anexo. El señor Dussel, de manera arriesgada, gritó «policía» para ahuyentar a los ladrones. Estos, al escapar, dan un golpe a una de las chapas que escondían la puerta del anexo. Luego, una pareja que ha escuchado ruidos se acerca para ver qué ha pasado mientras los habitantes de la Casa de atrás esperan con miedo a que llamen a la policía. Por suerte lo que hacen es llamar al señor Kleiman. Después de todo esto, las normas en el anexo se vuelven más duras y, por seguridad, sus protectores les dicen que no pueden hacer ruido a partir de las 21:30h.

16 de abril de 1944

Ana se da su primer beso con Peter, aunque es un beso algo torpe.

18 de abril de 1944

Peter y Ana siguen compartiendo momentos de intimidad no solo física sino también emocional. En una conversación, Anna le cuenta a Peter todo lo que sabe sobre anatomía femenina, sorprendiendo al chico en muchas ocasiones.

28 de abril de 1944

Ana reflexiona sobre Peter y su relación con él. No está segura de querer casarse con en en un futuro, por lo que cree que puede estar mal besarlo y estar dedicándole tanto amor. Reconoce también que Peter es bastante inmaduro para su edad.

2 de mayo de 1944

Anna confiesa a su padre que tiene una relación con Peter, algo que él no ve bien pues no son dos adolescentes normales teniendo en cuenta sus circunstancias. Cree que Ana debería poner límites ya que es la más madura de los dos. Por otro lado, el señor Dussel pide disculpas por primera vez por su comportamiento.

3 de mayo de 1944

Ana escribe sobre la guerra y sobre cómo todo el mundo es culpable de ella, no solo los políticos.

7 de mayo de 1944

Ana cuenta cómo su padre y ella han vuelto a tener una conversación sobre Peter y sobre cómo se siente Anna con sus padres a raíz de una carta que ella escribió. Otto se siente muy disgustado por la manera en la que su hija habla de él y de su madre, ya que han intentado hacerlo lo mejor posible. Anna se siente culpable, así que comenta que va a intentar ser mejor persona.

10 de mayo de 1944

La vida en el anexo es cada vez más complicada, pues la comida cada vez es menos y tampoco hay dinero. Anna ha decidido escribir un libro sobre todo lo que ocurre allí dentro.

26 de mayo de 1944

Las detenciones de algunos de los proveedores de la Casa de atrás están desesperanzando a Ana, que empieza a pensar que nada será igual. Llega incluso a pensar que quizá hubiese sido mejor no esconderse y morir en la guerra o en un campo de concentración.

6 de junio de 1944

Este día Ana relata el desembarco de Normandía que, tal y como han escuchado en la BBC, implica el inicio de la invasión británica de Francia, ocupada por la Alemania nazi. Esto llena de esperanza a los habitantes de la Casa de atrás, que creen que puede faltar poco para el final de la Segunda Guerra Mundial.

13 de junio de 1944

Dentro de las posibilidades, Ana relata cómo ha sido la celebración de su quince cumpleaños. Reflexiona también sobre Peter, que cree que solo la ve como una amiga pero no como una novia. Además, escribe sobre la posición de las mujeres respecto a los hombres, que siempre ha sido inferior.

14 de junio de 1944

Anna escribe sobre muchas cosas, especialmente sobre la guerra y lo bien que va la invasión.

16 de junio de 1944

La señora Van Daan se muestra celosa de la relación entre Ana y Peter y empieza comportarse de manera extraña (por ejemplo, hablando de cosas algo tétricas como morir de un disparo).

23 de junio de 1944

La invasión de la Alemania nazi parece ir viento en popa, aunque la guerra aún no ha acabado.

27 de junio de 1944

El optimismo empieza a notarse dentro de la Casa de atrás y ya piensan en qué harán tras la guerra, que esperan acabará en un mes.

6 de julio de 1944

Ana está descontenta con Peter y critica su debilidad y su dependencia. Cree que ella es mucho más fuerte en comparación, lo que le incomoda y empieza a irritar.

15 de julio de 1944

Ana lee un libro, What Do You Think of the Modern Young Girl?, pero no está nada de acuerdo en cómo la escritora retrata a la juventud. Expresa también que se siente muy orgullosa de tener opiniones, mantenerse fiel a su sentido de la justicia y darse cuenta de lo que hay. Por ejemplo, reconoce que intimar tanto con Peter fue un error, ya que ha hecho que él se vuelva muy dependiente de ella pero no llegue a abrirse del todo.

21 de junio de 1944

La derrotas del ejército nazi y el intento de asesinato de Hitler mantienen los ánimos altos dentro del anexo.

1 de agosto de 1944

En su última entrada en el diario, Anna reflexiona sobre su personalidad que, como la de todo el mundo, está llena de contradicciones. Lo que más rabia le da es que cuando se muestra más seria o callada el resto de personas, que la consideran una chica activa, piensan que le pasa algo.

El diario acaba aquí. Tres días después agentes de la Gestapo entraron en la Casa de atrás, llevándose detenidos a todos sus habitantes. Tristemente, Anna estuvo en Auschwitz, aunque falleció de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen unos días antes de su liberación. Puedes leer qué ocurrió con el resto de habitantes del anexo en la página oficial de Anna Frank. Adelantamos que solo Otto Frank, el padre de Ana, regresó con vida. Fue él gracias a la ayuda de sus protectores, que consiguieron salvar el diario de Ana, quien se encargó de editar el Diario de Anna Frank.

¿Por qué el Diario de Anna Frank ha sido importante para la humanidad?

Como Anna escuchó, los testimonios de las personas que vivieron el terror de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto se han convertido en una clave importantísima para entender lo ocurrido y cómo lo vivieron sus protagonistas anónimos. Aunque el nombre de Ana Frank ya no es anónimo, ella solo es una de las muchas personas que tuvieron que esconderse y sobrevivir durante una época en la que el terror y el totalitarismo se impuso ante valores como la justicia o la paz.

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El testimonio de las personas

A través del Diario de Anna Frank entendemos dos cosas. Por un lado, cómo era la vida de quienes se escondieron, desde las penurias económicas hasta la desesperanza que les hacía desear su muerte para evitar más sufrimiento. La descripción que Anna hace de la Casa de atrás es digna de los grandes autores, pues consigue transmitirnos la desolación y opresión, como hizo Federico García Lorca en La casa de Bernarda Alba.

Por otro lado, el Diario de Anna Frank es el gran testimonio de que, tras los datos y cifras históricas había personas. Leer sobre la adolescencia de Ana (esas preocupaciones que todos hemos tenido) y ver cómo madura página tras página, día tras día, nos recuerda que la guerra la vivieron y la murieron personas reales. Ana no solo habla de la guerra, sino del amor, de la sexualidad, de la incomprensión que sientes como adolescente… Y eso nos hace conectar de una manera especial con su historia. Una historia que es la suya pero nos demuestra que podría ser la de muchos. Que fue la de muchos.

Un primer contacto con la historia

Además, al estar narrado desde la perspectiva de una chica adolescente como Anna, el diario es accesible para personas de todas las edades, especialmente niños. Es decir, es un libro que actúa como un primer contacto con lo ocurrido en el Holocausto para muchas generaciones jóvenes.

Tal y como indica este artículo del periódico digital alemán DW, el Diario de Anna Frank sigue siendo relevante más de 75 años después de su primera publicación. Lo es porque narra en primera persona los horrores del aislamiento forzado y al mismo tiempo la ambición de Ana por convertirse en alguien y ser ella misma.

Los jóvenes que leen el libro se identifican con esa voz que también pasaba por esos mismos problemas identitarios y familiares, logrando que, indirectamente, empaticen también con lo que vivió Ana a causa de las políticas antisemitas de la Alemania nazi.

El Diario de Anna Frank no es un libro para entender estrategias bélicas o comprender la historia de los hechos desde un punto de vista académico, sino para ver todo a través de los ojos de Ana, una muchacha que se ha convertido en la voz de la injusticia.

Preguntas y respuestas sobre el Diario de Anna Frank

Las reflexiones y preguntas que despierta el Diario de Anna Frank no son pocas, por eso vamos a contestar a las más recurrentes.

Podría decirse que el Diario de Anna Frank se divide en tres momentos. En el primero, Ana y su familia aún no están escondidos en el anexo, por lo que Ana escribe sobre su vida «normal» y cómo empiezan a afectarles las leyes nazis (por ejemplo, prohibiéndoles coger el autobús público).

En la segunda parte la familia Frank ya está viviendo en la Casa de atrás con el resto de habitantes; la guerra está causando estragos y se respira un ambiente pesimista. Anna además está atravesando una época de muchos cambios personales y madurativos, lo que le hace sentirse muy incomprendida y sola.

Por último en la tercera parte, en 1944, la esperanza por el fin de la guerra es palpable. Además, Ana se siente más feliz y segura de su personalidad.

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