Para algunos, “Historia del ojo” es uno de esos libros que forman parte de la literatura universal y que merecen un puesto en el podio de los libros del siglo XX que han cambiado la percepción artística y humanista. Para otros, este es un texto del que no pueden leer más de tres páginas sin tener que cerrarlo y frotarse el rostro. Y es que, como su propio nombre indica, este libro es todo un reto a la hora de que los lectores puedan mantener sus ojos abiertos y seguir imaginando unas escenas que rozan lo escatológico.
“El cristianismo le dio al erotismo su sabor de pecado y leyenda cuando dotó a la hembra humana de un alma.”
Simone de Beauvoir
Para muchos, esta novela ha sido considerada como una de las mejores representaciones de novela erótica de su tiempo y, por consiguiente, un gran referente para todo el género del erotismo que se ha hecho desde entonces. Se trata de un libro no apto para todos los públicos. Cada página supone unas escenas y acontecimientos cargados de violencia, sexualidad y brutalismo. Algo para lo que, sin duda, se debe estar mentalizado. A pesar de ello, se ha convertido en un potente foco de estudio por especialistas de varias ramas de las humanidades y, dejando al margen el componente meramente sexual, Bataille propone una forma rompedora y transgresora de expresarse.
Resumen y análisis de “Historia del ojo”
“Historia del ojo” es una novela que, hoy por hoy, solo se llega a ella si se busca encarecidamente. A pesar de que George Bataille es reconocido dentro de los clásicos de la literatura francesa por sus aportaciones en poesía y sus numerosos ensayos, lo cierto es que esta novela ha quedado un poco desclasificada, en parte por su contenido y también por su época.
La historia comienza súbitamente y de lleno con la relación pasional e intensa que tiene el narrador y protagonista anónimo con una joven adolescente llamada Simona. Ambos tienen un enorme apetito sexual y tienen momentos consecutivos de desenfreno y de prácticas escandalosas relacionadas con masturbaciones, orina, fluidos y demás interacciones.
Un día, mientras ambos estaban intimando en mitad del campo, conocen de forma repentina a la joven Marcela, una chica perturbada que lidia con un brote psicótico y que se une a sus orgías con una mezcla de arrepentimiento y desenfreno. Las relaciones entre los personajes van creciendo y haciéndose cada vez más brutales, hasta tal punto que Marcela acaba suicidándose.
Sin embargo, lejos de sentir culpa o tristeza, los dos protagonistas comienzan a intensificar el sexo que comparten y a hacerlo más violento y sin filtros. En medio de toda esta vorágine, conocen a un joven extranjero que les pide poder estar presente observando todas sus prácticas sexuales. Simona y el narrador acceden y se van con él a España donde tendrán dos momentos determinantes.
El primero será cuando Simona decide comerse los testículos de un toro mientras un torero muere en el ruedo y, el segundo, es el momento en que, dentro de una iglesia, mantienen relaciones con un cura, al que acaban dando muerte. El libro termina con los tres personajes huyendo en un barco.
Estilo y contexto histórico
Después de poder hacer un resumen y conocer en profundidad cómo es el desenlace de “Historia del ojo” puede que, desde la perspectiva actual, sea un libro cargado de una violencia injustificada y de una serie de prácticas sexuales que se alejan de lo que se entiende como novela erótica actual. Sin embargo, hay que saber entenderlo todo dentro de un contexto.
George Bataille publicó por primera vez esta novela en 1928, en un momento en el que Europa vivió sus prolíficos años 20, cargado de vanguardias y de todo tipo de movimientos culturales y artísticos. En España, autores como Federico García Lorca estaban escribiendo obras maestras como “La casa de Bernarda Alba” y Picasso estaba pintando su Serie Azul.
En un contexto así, la literatura experimental y el surrealismo estaban a la orden del día y fue en ese momento cuando Bataille quiso ver hasta dónde se podía llevar una novela erótica, siguiendo las tendencias dadaístas y nihilistas de la época. Para el autor, dentro de la filosofía, Freud y Nietzsche eran sus dos grandes referentes y quiso elaborar, precisamente, una novela erótica corta que pudiera poner en palabras el pensamiento nihilista y transgresor. Tal y como harían años después artistas en el cine como, por ejemplo, Kubrick con “La naranja mecánica”.
Personajes de “Historia del ojo”
En “Historia del ojo”, realmente, los personajes son la excusa para que se puedan desarrollar todas las acciones y poner en práctica la teoría y los símbolos que Bataile quería demostrar en su narrativa. Es por eso que, a lo largo de esta novela que no tiene más de 150 páginas, surgen cuatro protagonistas principales que se mueven por impulsos y arrebatos.
Para poder profundizar un poco mejor y entender el papel que tiene cada uno de ellos dentro de la escritura, vamos a detenernos en conocerlos:
- Narrador: es el encargado de generar la acción y de establecer el flujo de pensamiento y conciencia con el lector. Aún así, es difícil empatizar con él ya que no hay un desarrollo o una descripción de sus características o emociones, sino que actúa de forma automática movido por instintos básicos.
- Simona: se trata de la pareja sexual del narrador. Simboliza la feminidad, pero también la propuesta dadaísta, al ser un personaje sin filtros y que va en contra de toda moral. Tiene un gran peso sexual y es la que provoca las escenas más escandalosas y más perturbadoras. Simona representa la esencia del libro a través del cuerpo, el juego y la sangre.
- Marcela: este personaje podría considerarse como el punto de inflexión entre la realidad y la ficción, al tener una doble moral entre entregarse a los deseos más oscuros y sentir un profundo arrepentimiento. Además, con los aspectos psicóticos, ejemplifica a la perfección la vertiente surrealista de la novela.
- Sir Edmond: el extranjero que solo mira la escena perplejo. Se trata de un personaje que, lejos de quedar de fetichista, simboliza al propio lector, siendo testigo pasivo de todos los descalabros que pasan a lo largo de cada página del texto.
Tipo de lector recomendado para leer “Historia del ojo”
Como decíamos anteriormente, “Historia del ojo” no es un libro apto para todos los públicos. Como parece obvio, no es adecuada en absoluto para una lectura juvenil ni adolescente. Aún así, si se tratara de un lector adulto, igual debe estar en sobre aviso del libro que tiene entre las manos.
Estamos por tanto ante un libro de culto que la gente llega a leer buscando la palabra de Bataille a propósito. Lo subido de tono de las escenas hace que pueda escandalizar a un lector estándar. El tipo de lector ideal puede llegar a tener dos perfiles.
Por un lado, aquellos que sientan predilección o gusto por la novela erótica y quieran conocer uno de los clásicos u obras maestras. Por otro lado, para todos aquellos estudiosos del área de humanidades que quieran investigar o conocer un poco mejor el estilo de las tendencias narrativas de los años 20.
Sobre el autor: George Bataille
George Bataille es uno de los mayores referentes franceses en la literatura de los años veinte y, a pesar de estar adentrándonos en su polémica novela, “Historia del ojo”, lo cierto es que fue famoso por sus numerosos ensayos sobre filosofía y su poesía. Vivió toda la época de vanguardias rodeado de los máximos representantes de las humanidades pero, al margen de sus propuestas estéticas, traía unas inquietudes relacionadas con su contexto de vida y su visión del yo.
El autor venía de una familia muy humilde donde el padre sufría de alcoholismo y sífilis. Durante su juventud, Bataille intentó ponerse el hábito y hacerse sacerdote. Sin embargo, la idea duró poco y acabó renunciando a cualquier creencia. Es por eso que, durante todo su desarrollo artístico, llegó a confesar que para él las verdaderas iglesias eran los burdeles de París. De aquí que tuviera ese fuerte interés por poder desarrollar un texto erótico que se adaptara a las tendeciaa y pensamientos de la época.
Con “Historia del ojo”, Bataille quiere poner en práctica todo lo que ha ido recogiendo de la filosofía, el arte y la literatura de la época para crear una pieza atrevida y, sobre todo, transgresora, que busca incomodar al lector y retarte para ver hasta dónde estás dispuesto a ver, de ahí su título.
¿Por qué es interesante leer “Historia del ojo”?
Sin duda, leer “Historia del ojo” es una experiencia sobre la que tienes que estar mentalizado. No es un libro que te encuentres por casa y te pongas a leerlo por casualidad. Si lo haces, seguramente te estarás exponiendo a dejar de leer incómodo a las primeras cinco páginas.
Aún así, si te ha llamado la atención o llevas tiempo queriendo conocer la obra del escritor francés, sin duda es, cuanto menos, una lectura interesante. Un libro que, lejos de la crítica y del escándalo social que provoca, es un experimento tanto artístico como antropológico sobre la existencia del ser. Los humanos tendemos a ruborizarnos con palabras como nalga o pecho, pero lo cierto es que la sexualidad ha sido algo universal en nuestra historia y, ya en las villas romanas, se llevaba a cabo orgías y bacanales.
Es por todo ello que, enfrentarse con la mente abierta y con un claro interés literario a este libro, puede llegar a ser, al margen de perturbador, una forma muy clara de entender las corrientes dadaístas y nihilistas de hace un siglo.
¿Qué nos aporta la lectura de “Historia del ojo”?
Muchos autores se llegan a preguntar alguna vez qué tipo de escritor son y, por lo mismo, mucha gente se ha llegado a preguntar qué tipo de lector es. Dentro de la literatura hay infinidad de géneros, subgéneros y variantes para adaptarse a los gustos y, por supuesto, la sexualidad también tiene su lugar.
“Historia del ojo” no solo aporta una obra maestra a la literatura erótica universal, sino también todo un despliegue filosófico y moral a cada uno de sus lectores. La búsqueda del existencialismo o la puesta en marcha de teorías y pensamientos filosóficos son algunas de sus grandes aportaciones.
Así, aunque suene controvertido, la literatura y el arte aporta herramientas que hace que podamos simular realidades que, llevadas a la vida, serían completamente repudiadas, denunciadas y condenadas. En este sentido “Historia del ojo” logra aportar el punto de transgresión que se pretendía.
“Historia del ojo”, un icono de la literatura erótica
El sexo sigue siendo algo tabú para mucha gente hoy en día. Sin embargo no dejamos de ver sexualidad a diario en álbumes de canciones o contenido virtual en correos electrónicos. La novela erótica es uno de esos géneros que la gente que la consume pretende mantener en secreto, forrando las portadas con papel de periódico, evitando leer en el metro.
“El erotismo sin transgresión no existe. Ambos se quedan inmóviles, tendidos en el suelo, como cubiertos por un manto de ternura. Se miran con amor pero sin excitación.”
Dalmiro Sáenz
Sin embargo, se debe entender este género como otro cualquiera y como un aporte a la cultura general. Dentro de algunos países como Colombia, este género tiene más peso que en otros. No obstante, si nos tenemos que remontar a las bases de este tipo de narrativa, sin duda Bataille con “Historia del ojo” tiene mucho que decir.
Está claro que no se trata de ningún cuento infantil, pero, si lo que buscas es una lectura rompedora, escandalosa y que no te deje indiferente, este texto de culto francés puede ser una buena opción. Además fue el propio Vargas Llosa el que se encargó de escribir su prólogo.