Resumen de «The Millionaire Fastlane» – la autopista de la riqueza del autor MJ DeMarco

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En el libro The Millionaire Fastlane el autor MJ DeMarco nos da varias claves para ser millonarios y jóvenes. Estas dos palabras parece que no pueden ir juntas, pues siempre se nos ha enseñado que quien es rico lo es tras muchos años ahorrando e invirtiendo.

DeMarco sin embargo plantea otra vía para ganar dinero, una más rápida que, si conducimos adecuadamente por ella, nos permitirá hacernos millonarios cuando aún estemos en nuestra juventud.

Lee nuestro resumen en español de The Millionaire Fastlane y descubre la teoría y la práctica de este método.

Resumen del libro The Millionaire Fastlane en español

The Millionaire Fastlane es un libro en el que el autor MJ DeMarco plantea que hacerse rico de manera rápida cuando aún se está disfrutando de la juventud es posible. El cómo radica en cambiar la mentalidad y en seguir la carretera correcta. A ello nos ayuda el autor a lo largo de casi 500 páginas con múltiples ejemplos y explicaciones.

MJ DeMarco nació en una familia monoparental donde la pobreza fue una realidad. Sus primeros trabajos no fueron fáciles pero de ellos fue aprendiendo qué debía hacer y qué no para convertirse en millonario. No cree que haya una vía fácil, pero sí hay una vía rápida que es la que él siguió. Así es como con menos de cuarenta años consiguió jubilarse y vivir de los ingresos pasivos.

En el libro habla con más detalle de esa carretera rápida, que consiste en aceptar el riesgo del fracaso para llegar a ese único éxito. Solo con eso es suficiente para enriquecerse siendo joven.

En caso contrario, solo quedan la vía lenta y la acera de peatones. La vía lenta es la que mucha gente toma. Siguiéndola puedes vivir una vida tranquila e incluso ahorrar bastante dinero, pero para disfrutarlo deberás esperar a jubilarte y a tener 65 años. Por el camino sin embargo pueden ocurrir cosas que rompan con ese esquema, que al fin y al cabo está sustentando en factores externos que uno no puede controlar (un trabajo por cuenta ajena, una inversión en el mercado de valores, bienes inmuebles que pierden su valor…).

La vía de la acera no es mucho mejor. De hecho, es más peligrosa, pues quien camina por ella vive al momento. Eso le supone un riesgo constante ya que, por ejemplo, compran coches solo por aparentar y porque es lo que en ese instante quieren. No obstante, a la larga no tienen una planificación económica y eso les hace endeudarse.

Quizá lo más interesante de este libro es que valora otras cosas más allá del dinero. Considera que tener millones en el banco puede resultar apetecible, pero de nada sirven si has tenido que sacrificar tu tiempo, tu salud o a tu familia en el camino.

Cómo hacerse rico: resumen por capítulos de The Millionaire Fastlane

Son 45 capítulos los que conforman el libro The Millionaire Fastlane (divididos a su vez en ocho partes). En cada uno de ellos el autor MJ DeMarco comparte ejemplos y explicaciones que mezclan teoría y práctica para guiarnos por el camino hacia la riqueza.

Capítulo 1: La gran decepción

MJ DeMarco plantea en el primer capítulo de The Millionaire Fastlane que en la sociedad actual la forma de hacerse rico es muy lenta y requiere de varios elementos: un trabajo de 9h a 17h, solo se ahorra un 10% de lo ganado, se invierte en el mercado de valores y hasta los 65 no se hace uno rico. Por lo tanto, es un camino lento y que lleva al fracaso.

El autor pone el ejemplo de que, incluso siguiendo todos esos pasos, nunca llegaremos a esa riqueza que todos tenemos en la cabeza, pues no conseguiremos un Ferrari (nuestra imagen de persona exitosa es la que tiene ese coche).

El plan que va a explicarnos consiste en enriquecerse estando aún en la juventud, en el momento dorado de nuestra existencia, y no cuando nos jubilemos y entremos a la última etapa de nuestra vida.

Capítulo 2: Cómo mandé al diablo el «hazte rico poco a poco»

MJ DeMarco cuenta como un día vio a un tipo joven conduciendo un Lamborghini y no pudo resistirse a preguntarle cómo había podido comprarlo. Su respuesta fue que era inventor, suficiente para que el autor entendiese que ser rico en la juventud era posible pero para ello debía intentarlo y cambiar de mentalidad.

A partir de entonces empezó a emprender y crear diversos negocios. La mayoría de ellos fracasaron hasta que uno consiguió sobrevivir. Gracias a una buena planificación, se convirtió en multimillonario con algo más de 30 años, vendió su empresa por 8 millones de dólares y se retiró.

Capítulo 3: El viaje hacia la riqueza

El autor explica que ser millonario no consiste en seguir un camino, sino en organizar un viaje. No es algo eventual, sino que todas las personas ricas se han comprometido con un proceso y una planificación para conseguirlo.

Pone el ejemplo de los deportistas de élite. Nos quedamos con el acontecimiento de que han firmado contratos millonarios, pero no vemos el proceso detrás de ese evento: años de entrenamientos, largas jornadas, esfuerzos, lesiones…

Capítulo 4: Los tres itinerarios hacia la riqueza

La situación financiera que estás viviendo en este preciso momento es resultado directo de tus decisiones económicas y estas a su vez de tus creencias.

Por lo tanto, MJ DeMarco nos avisa de que para cambiar nuestra vida debemos cambiar primero nuestra manera de pensar, algo a lo que ya apuntaba Marc Recklau en 30 días. Cambia de hábitos, cambia de vida.

El autor considera que hay tres itinerarios para llegar a ser multimillonario: el de la acera, el de la vía lenta y el de la vía rápida. Cada uno de ellos nos lleva a un destino: pobreza, mediocridad y riqueza, respectivamente.

Aunque reconoce que podríamos ser ricos siguiendo cualquier camino, la esencia de cada itinerario es la que es. Ilustra esta hipótesis con el ejemplo de un león que intenta ser amaestrado; el domador tratará de doblegar su esencial salvaje, pero es complicado.

Capítulo 5 de The Millionaire Fastlane: El itinerario de la acera

Las personas que caminan por la acera no tienen ningún plan, tal y como explica MJ DeMarco.

Para el autor estas personas, que son demasiadas, no saben qué hacen y se dejan guiar solo por sus placeres y deseos, lo que les lleva irremediablemente a la bancarrota. Acumulan dinero pensando que eso les hará parecer más ricos, por ejemplo, comprándose un coche caro, pero lo único que hacen es endeudarse.

Capítulo 6: ¿Se ha intoxicado tu riqueza?

El autor explica que la sociedad nos ha enseñado que la riqueza es de una manera (por ejemplo: tener un Ferrari o un yate de medio millón de dólares). Sin embargo, MJ DeMarco cree que la riqueza en realidad es una combinación de tres factores: familia, salud y libertad.

La clave está en saber que puedes comprarte cualquier cosa pero no hacerlo si no tienes por qué. No se trata de parecer rico, sino de serlo, y para eso no necesitas un Mercedes.

Ejemplifica esto con el caso de Henry, un empresario inventado que empieza acumular riqueza y a comprar la vida de sus sueños: cochazo, casa con establo para sus caballos, piscina… Esto le dura ocho semanas pues empieza a endeudarse, debe hacer todo el trabajo que sus empleados ya no hacen porque les ha echado y no tiene tiempo ni para descansar. En definitiva, no disfruta de esa vida que se supone que era para él. Sin embargo, tampoco lo ve mal porque cree que ser rico es eso: tener una gran mansión aunque no puedas estar en ella.

Capítulo 7: Haz un mal uso del dinero y el dinero hará un mal uso de ti

MJ DeMarco nos recuerda en The Millionaire Fastlane que el dinero no nos da la felicidad por dos razones: porque si ganas mucho posiblemente sea porque trabajas mucho (por lo que no hay libertad) y porque crees que ser rico es comprarte el último iPhone (y no lo es).

Para el autor el dinero es felicidad cuando te permite ser libre, pasar tiempo con tu familia, cumplir los sueños que tú tienes (y no los de la sociedad) o marcar la diferencia.

En cambio, caminar por la acera no es otra cosa que ser esclavo de las expectativas y los deseos ajenos. Si te preguntas si puedes permitirte comprar algo, es que no te lo puedes permitir, y si lo terminas haciendo solo lograrás una gratificación instantánea. Esto es lo que le ocurrió a un productor de la cadena CBS, que intentó chantajear al presentador David Letterman porque se había arruinado y necesitaba el dinero. Aún si hubiese conseguido el dinero, su relación con este ya estaba dañada y su tranquilidad hubiese sido momentánea.

Capítulo 8: Los tipos afortunados participan en el juego

La suerte solo llega si te expones a ella. No tendrás la suerte de vender tu empresa si no pasas por el proceso de crearla y hacerla crecer. Esto es lo que no hacen las personas de la acera, que viven para los eventos pero no por el proceso.

La riqueza no es una cuestión de suerte, de un momento único, sino de un camino. Bill Gates no tuvo suerte, sino que trabajó para que Microsoft sea lo que es y le haya reportado esos resultados.

Capítulo 9: La riqueza exige responsabilidad

Algo a lo que ya hacía mención Robert Kiyosaki en Padre Rico, Padre Pobre es que hay que saber de finanzas. DeMarco también coincide en que es importante ser responsable de nuestra riqueza y no confiar solo en un asesor o en que el mercado de valores va a multiplicar nuestro dinero porque sí.

Si no tomamos conciencia del estado de nuestras finanzas, nada cambiará. No podemos ser simplemente víctimas y hablar de la «mala suerte» que hemos tenido, pues esta solo es consecuencia de nuestras acciones y decisiones. Por ejemplo, el autor apunta a que no podemos culpar a otros de que el alquiler de nuestro piso haya subido, pues somos nosotros los que firmamos el contrato de arrendamiento y acordamos que el precio pudiese subir cada año.

Capítulo 10: La mentira que te han contado: la vía lenta

La vía lenta, igual que la acera, supone un sacrificio, solo que este no se ve al momento. El comportamiento de los que van por la vía lenta se caracteriza por un ahorro enfermizo; guardan cada céntimo, invierten algo en el mercado de valores y esperan poder disfrutar de su riqueza a partir de los 65, aunque ni siquiera saben si llegarán a esa edad.

Para esa falsa riqueza se siguen una serie de pasos: ir a la universidad, sacar bue nas notas, conseguir un buen trabajo, hacer horas extra y jubilarse tras 40 años. DeMarco ilustra esto con la historia ficticia de Joe, que completó cada una de estas fases pero no se percató de que hay cosas que no se pueden controlar, como que te dé un infarto a los 51.

Este camino para el autor es como vender tu alma: trabajas 5 días para vivir 2.

Capítulo 11: Tu empleo, un trato criminal

DeMarco coincide con otros autores como Robert Kiyosaki en que un trabajo es una cadena que impide el crecimiento económico. El autor cuenta lo vivido en una entrevista de trabajo al poco de salir de la universidad. Allí el responsable le señaló donde se sentaban los nuevos empleados (un cubículo enano con un teléfono) y cómo el trabajo era complicado al principio. Esto a DeMarco le hizo sentirse estafado por el sistema, que le había obligado a gastar millones en su educación para tener un trabajo mediocre.

Plantea así seis razones por las que un trabajo por cuenta ajena es una mala idea:

  • Intercambias tiempo (es decir, tu vida) por dinero.
  • Nada te asegura que seas imprescindibles (si un robot puede hacer tu trabajo, no durarán en echarte).
  • No tienes control sobre lo que ocurre con tu empresa o tu contrato.
  • Tendrás que aguantar lo que sea que ocurra en la oficina porque no eres el jefe para cambiar nada.
  • No eres quien recibe el dinero en primer lugar (antes una parte se la llevan los impuestos).
  • Tú creas el valor de tu trabajo pero no el salario.

Capítulo 12: Por qué no te haces rico en la vía lenta

La razón por la que es imposible hacerse rico en la vía lenta es porque está sujeta en el Incremento Limitado e Incontrolable (ILI). En un trabajo tu salario depende del tiempo que dedicas (te pagan por horas) y por lo tanto el crecimiento está limitado a las horas que tiene el día.

Algo parecido pasa con el mercado de valores, donde el crecimiento también tiene límites. Lo que inviertes solo puede crecer un máximo al año, y necesitaría crecer aproximadamente 10% de manera constante durante 40 años para convertirte en multimillonario a los 65. Algo que es prácticamente imposible porque el mercado no es estable.

Al final, como DeMarco comprobó en un seminario al que fue y en el que era el más joven, uno es ya viejo cuando tiene dinero para invertir de verdad.

Capítulo 13 de The Millionaire Fastlane: El combate inútil, la formación

El caso de Steve (de nuevo, ficticio) ejemplifica lo que DeMarco plantea en este capítulo: por muchos cursos que hagas, no servirán de nada si no cambias la mentalidad.

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Steve decidió invertir tiempo y dinero (miles de euros) en un MBA, ahora tan famosos. Pensaba que con eso se haría rico. Lo único que pasó es que, cuando lo acabó, llegó a puestos más altos en empresas, pero nada más.

Tener un grado universitario es un mito, una falsa creencia de que con eso ya es suficiente. La realidad es que solo te convierte en una persona más de tantas con estudios universitarios.

Capítulo 14: La hipocresía de los gurús

En este capítulo de The Millionaire Fastlane DeMarco critica duramente a los gurús de finanzas. Considera que ellos mienten en lo que dicen, puesto que no se hicieron ricos siguiendo sus propios consejos (ahorrar o invertir cierta cantidad al mes, por ejemplo), sino por inventarse un método, escribir sobre él y vender millones de libros. Sin embargo, eso no quiere decir que hayan probado o seguido su metodología.

El autor nos da un consejo: fijarnos en lo que la gente hace y no lo que la gente dice.

Para ilustrar su hipótesis, nombra a varios inversionistas y gurús, como Suze Orman o Robert Kiyosaki. De este último se pregunta si fue primero el libro o la riqueza.

Capítulo 15: La posibilidad de éxito en la vía lenta: apostar por la esperanza

DeMarco explica por qué la vía lenta es peligrosa en siete sencillos postulados:

  • El peligro a la muerte temprana, antes de los 65 años.
  • El peligro de tu trabajo (despidos, caídas del mercado, quiebras…).
  • El peligro de tu casa (su valor puede cambiar).
  • El peligro de tu empresa (todas las esperanzas están puestas en un solo lugar).
  • El peligro de tu estilo de vida (no es lo que quieres, porque no tienes el cochazo que deseas).
  • El peligro de la economía (la bolsa puede caer).
  • El peligro de la acera (si algo va mal, tu situación económica se volverá crítica y tendrás que empezar a caminar por la acera).

DeMarco recuerda una encuesta de 2002 en la que casi un 70% de las personas encuestadas admitieron que posiblemente necesitarían trabajar hasta los 70 u 80 años. Este resultado demuestra que la tasa de fracaso en la vía lenta es bastante alta.

Capítulo 16: El atajo hacia la riqueza, la vía rápida

La vía rápida se caracteriza por el Incremento Ilimitado y Controlable (IIC). Por este camino puede maximizar tu crecimiento en poco tiempo a base de tener tu propio negocio, llevar un estilo de vida acorde a tus acciones y mentalidad.

Sin embargo, DeMarco aclara que no es para todo el mundo, pues es necesario tener las ideas muy claras. El autor utiliza un ejemplo de una historia que leyó por internet. Un hombre explicaba cómo vendió su empresa por varios millones y eso le hizo conseguir la vida que quería aún en su juventud. Para ello tuvo que seguir una estricta planificación económica, trabajar mucho y sacrificar muchos planes. Esto fue durante un corto periodo de tiempo, el necesario para hacer despegar y consolidar una empresa que le sigue dando beneficios de manera indirecta.

Capítulo 17: Cambia de equipo y de manual de estrategias

Como ya apuntaba en otros capítulos, el autor considera que para ser ganador hay que tener mentalidad de ganador. Añade además que no es suficiente con tener un negocio propio, aunque sea necesario. ¿Por qué? Porque hay dueños de negocios pequeños que mantienen su camino por la vía lenta.

Pone su propio ejemplo. Al escribir un libro camina por la vía rápida. Si va a la radio y hace una intervención de 15 minutos y gracias a ella vende 1000 ejemplares, es decir, la rentabilidad es alta (sobre todo teniendo en cuenta que el libro ya lo ha escrito y sigue reportándole beneficios).

Capítulo 18: Cómo se hacen ricos los ricos en realidad

Los ricos se hacen ricos gracias al IIC. Su beneficio neto es resultado de vender varias unidades de un producto/servicio por un precio determinado. Un ejemplo es el de las páginas webs que publican leads o links de afiliados. Por cada click ganan una cantidad y lo que hacen es potenciar eso.

En contra de lo que mucha gente, la gente rica en realidad no lo es por eventos como recibir una herencia o ganar la lotería. La clave por tanto es o aumentar el número de unidades para vender más o subir su precio. Y como el negocio es propio, tú tienes el control sobre esas decisiones, cosa que no pasa en la vía lenta, donde la única opción es pedir un aumento a otra persona.

Capítulo 19: «Divorcia» la riqueza del tiempo

Lo bueno de separar la riqueza del tiempo es que, incluso cuando no estás trabajando, ganas dinero (por ejemplo, estando de vacaciones, de baja o ya jubilado). Para eso, hay que tener un negocio, no un trabajo. DeMarco apunta a que ser franquiciado de una empresa más grande no es un negocio, sino un trabajo, pues dependes de otras personas o empresas.

La clave por tanto está en los ingresos pasivos, esos que llegan a tu cuenta incluso sin hacer tu nada. El autor cuenta que su madre siempre le decía que el dinero no crecía de los árboles, pero él cree que, en cierto modo, los ingresos pasivos son eso: árboles de dinero. Opina que los mejores sistemas para plantar uno de estos árboles son: los alquileres de bienes raíces, los sistemas informáticos (escribir un código), los contenidos (escribir un libro), los sistemas de distribución (una app que se descargue en una plataforma tipo Google Store o App Store) y los recursos humanos (contratar a otras personas para que trabajen por ti, aunque es complicado por los gastos que supone).

Capítulo 20: Recluta tu ejército de combatientes por la libertad

El mejor árbol del dinero para DeMarco es, precisamente, el dinero. El problema es que para lograr que el dinero te produzca dinero, primero debes tener algo. Esto lo aprendió el autor cuando era conductor de limusinas. En uno de los viajes que hizo con Gary, un joven rico que lo contrataba casi todos los días, escuchó como este reconocía que iba a poder jubilarse con unos veinte años gracias a sus inversiones y a haber vendido su empresa.

La conclusión por tanto es que cada euro que ganas, puede ayudarte a ganar más si sabes cómo hacerlo. Es decir, no se trata de invertir para ser rico, sino para mantenerse rico.

Esos combatientes de la libertad que titulan el capítulo son los propios billetes.

Capítulo 21: La verdadera ley de la riqueza

DeMarco apuesta por cambiar la Ley de la Atracción por la Ley del Efecto.

El autor confiesa que él estuvo esperando a que la Ley de la Atracción surtiese efecto y le diese su libro escrito. El problema es que no funciona así, por desearas las cosas no suceden, la riqueza no llega. En cambio, se dio cuenta de que debía realizar y completar el proceso de escribir el libro, no solo pensarlo y manifestarlo, para disfrutar de sus beneficios.

La Ley del Efecto consiste en que cuanta más gente se vea afectada por lo que haces, más venderás. Por ejemplo, si eres vendedor de teléfonos ganarás más que si eres vendedor de mansiones, porque más gente podrá comprar móviles que bienes inmuebles.

Capítulo 22 de The Millionaire Fastlane: Sé tu propio dueño

Es mejor que te pagues a ti mismo en vez de que alguien te pague. Eso es lo que viene a decir DeMarco en este capítulo de Millionaire Fastlane. Para ello lo primero es trabajar para uno mismo, sino siempre será tu jefe o empresa quien tenga control sobre tu sueldo.

Un consejo que nos da DeMarco es que, cuando emprendamos, no lo hagamos como propietarios únicos, sino que creemos una corporación que diferencia la persona de la empresa. Esto él mismo lo aprendió cuando fundó su primer negocio y él era el responsable de todo.

Capítulo 23: El volante de la vida

El autor explica que la causa de la pobreza no es simplemente el no tener dinero (eso sería más bien la consecuencia). La causa en realidad son las malas decisiones.

Lo que decidimos es lo que guía nuestra vida (es nuestro volante). DeMarco considera que hay patrones y decisiones que vemos en la gente pobre. Por ejemplo, una persona que pide y usa una tarjeta de crédito en vez de ahorrar está tomando una mala decisión y esta guiará su vida.

Cada decisión que tomemos, por pequeña que sea, nos acerca o nos aleja de la riqueza.

Capítulo 24: Limpia tu parabrisas

El porqué actuamos como actuamos radica en lo que pensamos. Para explicar esta idea DeMarco cuenta cómo una vez un chaval joven se acercó a pedirle si podía hacer unas fotos de su Lamborghini. El autor no tuvo en problema en ello, pero recuerda que le sorprendió escuchar como el chico decía que necesitaba esas fotos pues nunca iba a poder tener un coche como ese.

Esa mentalidad era lo que realmente le estaba frenando para conseguir el Lamborghini. Si lográsemos cambiar esa percepción que tenemos sobre nosotros mismos, nuestro futuro, nuestras capacidades… Podremos cambiar nuestras acciones. Para lograr DeMarco nos anima a usar dos técnicas:

  • El peor caso posible: hay que preguntarse qué es lo peor que podría ocurrir si tomamos cierta decisión, sus consecuencias y si el riesgo es aceptable.
  • La matriz de decisión promedio ponderada: consiste en puntuar cada una de las alternativas según varios factores y así saber cuál nos conviene más.

Añade DeMarco que es importante soltar el pasado. No podemos creernos cosas simplemente porque en el pasado eran así (por ejemplo, pensar que no sabemos hacer algo porque de pequeño nos dijeron eso).

Capítulo 25: Cuando el viento sopla en contra

Por lo general, la sociedad (incluso nuestros amigos o familia) intentará alejarnos de la riqueza. Proyectan en nosotros sus propias inseguridades; si ellos piensan que es imposible ser multimillonario, tratarán de disuadirte a ti sobre ello.

Para evitar esto en The Millionaire Fastlane DeMarco nos invita a reflexionar sobre aquellas personas que nos rodean y también sobre dónde estamos. Si el mal tiempo nos hace estar cansados y de mal humor, quizá deberíamos mudarnos a otro lugar. El propio autor cuenta cómo decidió irse de Chicago porque el viento de allí y el frío afectaban a su salud mental y su humor; no era el entorno correcto para desarrollarse y se alejó de él igual que se ha alejado de personas.

Capítulo 26: Tu combustible principal, el tiempo

DeMarco no entiende que haya gente que, por ahorrar dinero, pierda tiempo, algo que se ve claramente en quienes esperan largas colas para conseguir una hamburguesa de un euro. Estarán gastando menos dinero, pero también vida.

El autor define dos tipos de tiempo: el libre (el que dedicamos a hacer lo que nos apetece) y el contratado (el que dedicamos a hacer dinero). En la mayoría de los casos el tiempo contratado compra el tiempo libre; no hay más que ver cómo funciona el sistema de vacaciones en las empresas (trabajas x días y a cambio tienes x días de vacaciones).

El objetivo en cambio es que el tiempo contratado se convierta poco a poco en tiempo libre. Para ello, hay que cambiar el modo en el que pensamos en el tiempo y verlo como lo que es: algo limitado. Todas esas horas que perdemos para conseguir algo más barato (por ejemplo, hacer miles de escalas para llegar a un sitio porque así el viaje cuesta menos dinero), debemos invertirlo adecuadamente.

Capítulo 27 de The Millionaire Fastlane: Cambia el aceite sucio y gastado

Para que se abran nuevas oportunidades, es imprescindible estar dispuesto a aprender cosas nuevas. Igual que no mantendríamos el aceite sucio de un coche porque sabríamos que así nunca llegaremos al destino, tampoco podemos pretender quedarnos siempre con los mismos conocimientos e ideas. Estos ya han demostrado que no son suficientes, así que hay que cambiarlos.

Es un error pensar que nuestra educación acaba en la universidad, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de recursos llenos de información que hay a nuestro alrededor y que, de manera gratuita, nos permiten continuar aprendiendo.

Capítulo 28 de The Millionaire Fastlane: Da lo máximo de ti

Para ir por la carretera rápida hacia la riqueza se necesita compromiso. Ese compromiso es en el que radica el éxito de personas como Mark Zuckerberg, ya que al crear Facebook puso más que un simple interés. Si no lo hubiese hecho, hoy no hablaríamos de él.

Una persona con interés lee un libro, una persona con compromiso aplica lo leído. Y eso es lo que separa a un ganador de un perdedor.

En esta línea, DeMarco apunta que el fracaso es tan importante como el éxito. De hecho, para llegar al segundo es inevitable enfrentarse al primero. En definitiva, el riesgo, sobre todo en la vía rápida, merece la pena.

La cuestión es que esos riesgos sean inteligentes. Por ejemplo, invertir solo mil euros en una empresa es un riesgo inteligente. Lo peor que puede pasar es que pierdas esa cantidad, pero a cambio puedes ganar millones.

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Un riesgo absurdo es conducir borracho, pues puede acabar en tu muerte, en la de otras personas o en la cárcel.

Capítulo 29: Las rutas que puedes seguir para hacerte rico

Hay que tener muy clara la diferencia entre un negocio de la carretera rápida y otro que no. Trabajar 12 horas al día, por mucho dinero que hagas, no es la vía rápida. Para que lo sea, debería ser una empresa en la que esas horas de trabajo las hacen otras personas y eres tú el que se enriquece de forma pasiva.

De nuevo, DeMarco nos recuerda el concepto del «efecto», que se basa en cinco mandamientos: necesidad, acceso, escalabilidad, control y tiempo. Si creamos empresas que cumplan con estos preceptos y que por tanto tengan un efecto en cuantas más personas mejor, más dinero ganaremos.

Capítulo 30: El mandamiento de la necesidad

En este capítulo de The Millionaire Fastlane DeMarco nos explica el primero de los mandamientos que ha introducido antes: el de la necesidad.

La clave para que un negocio funcione es que ofrezca algo que los clientes necesiten. Por ejemplo, un restaurante que abre en una ciudad donde ya hay miles de restaurantes, está destinado al fracaso. En cambio, si lo que hace es cubrir un hueco en el mercado, el éxito está asegurado. Por lo tanto, hay que cambiar la pregunta de «¿qué negocio puedo abrir con esta financiación?» por «¿qué problema puedo solucionar con esta financiación?». Para saberlo es muy importante contar con información sobre puntos de dolor, emociones o deficiencias del servicio.

No se trata pues de pensar en lo que a ti te gusta hacer, sino en lo que otras personas quieren hacer y lo que tú buscas hacer con el dinero. Para ser taxista no hace falta que te encante conducir, pero sí la casa que te vas a comprar con lo que ganas.

Capítulo 31 de The Millionaire Fastlane: El mandamiento del acceso

DeMarco asegura que cuanto más fácil es entrar a un sector, más competencia hay. El autor pone el ejemplo de eBay. Hace unos años crear un ecommerce no era «fácil» y por eso hubo grandes éxitos (el caso de Sophia Amoruso y Nasty Gal). No obstante, cuando esa idea de negocio se colapsó y se convirtió en una oportunidad abierta y sencilla, la competencia aumentó y con ella la probabilidad de ser un negocio más entre todos.

Para romper con eso, incluso en mercados abarrotados, la solución es crear algo excepcional; que los bienes que vendes en tu tienda online sean los mejores o que tu servicio al cliente sea más accesible que el de tu competencia, por ejemplo. En definitiva, no puedes ser como los demás: debes entrar cuando todos salgan y salir cuando todos entren.

Capítulo 32: El mandamiento del control

Existe el peligro de convertirnos en autoestopistas si no tomamos el control. Se trata pues de ser los conductores y no los que intentan subirse al coche y participar del éxito de otros. Porque de ese modo puede que ganemos dinero, pero no tanto como quien lleva el volante.

DeMarco lo ilustra con el ejemplo de Google. Muchos blogueros presumen de estar haciéndose de oro a través de los anuncios de Google: ellos ceden un espacio en su página web a Google Ads y reciben una comisión por cada anuncio que allí aparece. Está claro que si eso les funciona bien, ganarán mucho dinero, pero la realidad es que es el conductor (Google) quien realmente se está convirtiendo en millonario.

Capítulo 33: El mandamiento de la escala

Con conseguir el éxito una vez es suficiente, en eso se basa la vía rápida para ser millonario. Lo importante según DeMarco es abrir ese negocio que realmente nos haga ganar mucho dinero y que nos permita escalarlo para llegar a cada vez más personas (y en consecuencia facturar más).

El autor pone el ejemplo de el empresario que se franquicia y abre un negocio físico de bocadillos. Puede que gane dinero, pero su modelo de negocio no es escalable, pues solo puede llegar a las personas de un barrio o como mucho de una ciudad. Su crecimiento por tanto está limitado.

También hay que tener en cuenta el coste de lo que vendes. Quizá no haya mucha gente que pueda comprar un Lamborghini, pero su precio es tan elevado que suple esa falta de escalabilidad.

Capítulo 34: El mandamiento del tiempo

Para que un negocio realmente sea rentable, debe desvincularse de nuestro tiempo. Esto quiere decir que nuestra empresa debe seguir dándonos dinero si nos vamos de vacaciones durante meses. Para ello es importante automatizar o contar con trabajadores.

El autor cuenta la historia de un nuevo personaje ficticio: Ashlyn. Movida por su pasión por el arte, esta mujer abrió una cafetería donde exhibía obras de artistas locales y también organizaba recitales. El problema es que ella se encargaba de todo y se convirtió en esclava de su negocio, en lugar de en la jefa. Con el paso de los años, termina perdiendo su tiempo libre, su vida social, su salud mental y también su dinero, pues básicamente está trabajando gratis. Su error fue no pensar más allá de su pasión y no tener en cuenta el mandamiento del tiempo. Si lo hubiese hecho, habría priorizado contratar a un gerente a tiempo.

Capítulo 35: El enriquecimiento rápido: las autopistas interestatales

DeMarco en este capítulo de The Millionaire Fastlane nos presenta tres autopistas (es decir, vías rápidas) en las que podemos ganar dinero y cumplir nuestro propósito.

Una de ellas es Internet, que gracias a negocios basados en modelos de suscripción, leads, ecommerce o anunciantes ha hecho millonaria a mucha gente. El propio autor es un ejemplo de ello.

La otra autopista es la innovación, que funciona en dos fases. En la primera hay que crear los bienes que se van a vender. Parece que con eso es suficiente, pero después hay que distribuirlos, que es igual de importante. DeMarco cuenta como escribir este libro solo fue la primera parte, luego tuvo que hacer uso de Internet y editoriales para distribuirlo. El combo de ambas fases fue el que le trajo éxito y dinero. Recuerda también que innovación no tiene porque ser crear algo 100% nuevo, a veces es más una cuestión de marketing (un packaging novedoso, un servicio extra y diferente…).

Por último, nos presenta la autopista de la repetición intencional, que consiste en escalar. Es la más complicada porque para crecer se necesitan recursos humanos y mucha inversión. Si tenemos una heladería y esta funciona bien, lo ideal sería crear franquicias o abrir más tiendas.

Capítulo 36: Encuentra tu carretera

Cuando se trata de emprender, el mayor miedo es que alguien ya haya tenido la idea que has tenido tú. DeMarco explica que no hace falta que sea algo legendario nunca visto, apunta a que es suficiente con mejorar algo que ya está hecho: esa sería nuestra carretera.

Para saber qué es lo que falta hay que escuchar cómo la gente define el servicio que han recibido en el banco, el mal estado de una comida que han comprado o lo complicado que les ha resultado contratar algo. En ese problema está nuestra oportunidad: hacer lo mismo pero mejor.

Capítulo 37 de The Millionaire Fastlane: Haz que tu carretera tenga un destino

¿Cuál es tu destino? En The Millionaire Fastlane DeMarco ha hablado mucho de la carretera, pero en este capítulo recalca la importancia de tener una meta. Esta puede ser comprarte el coche de tus sueños, jubilarte antes de los 40, tener una casa con caballos o poder viajar durante meses sin que el dinero o el trabajo sean un problema.

Cuando tengamos claro el objetivo, debemos calcular cuál es su precio y dividirlo en metas más pequeñas (por ejemplo, ganar veinticinco mil euros cada año durante los próximos siete). El siguiente paso es el más complicado: tomar acción y empezar a conducir sin perder de vista el destino.

Por supuesto, para completar el camino es vital contar con información y educación en finanzas.

Capítulo 38: La velocidad del éxito

Es un error ver el precio como el único elemento diferenciador entre dos empresas; hay otros muchos (como el marketing o la atención al cliente). En cualquier caso, nada de esto es importante si no hay una buena ejecución. DeMarco lo compara con el ajedrez; igual que un negocio, el ajedrez es multidimensional, es importante saber mover cada pieza de manera individual y en conjunto para ganar la partida.

La idea es importante, pero ejecutarla de una manera u otra multiplica o divide las posibilidades de éxito. Podría decirse que las ideas son los peones y la ejecución el rey.

Capítulo 39: Inicia tu plan empresarial. ¡Empieza por ejecutarlo!

De nada sirve un business plan (un documento donde se recoge toda la planificación presente y previsión futura de tu negocio), si no hay una realidad donde se asiente. DeMarco durante todo el libro The Millionaire Fastlane ha insistido en la idea de que una empresa no triunfará si está construida sobre un terreno poco estéril; en ese suelo los árboles del dinero no podrán crecer.

El autor insiste en que para saber si vamos por el buen camino no necesitamos un plan de negocio, sino escuchar. Él por ejemplo hizo un rediseño de su página web (esa que le daba tanto dinero) y estuvo trabajando en ello durante semanas. Cuando la hizo pública, sus clientes la odiaron, la tasa de abandono era muy alta, los números cayeron… Aunque su plan de negocio indicase que un rediseño era el siguiente paso, DeMarco enseguida volvió a la web original pues eso es lo que quería la gente.

La conclusión es que el business plan al final son ideas pero lo importante es cómo el cliente reacciona a esas ideas. Además, los inversores y la gente que confíe en ti quiere algo tangible, no un papel con previsiones escritas.

Capítulo 40: Los peatones te harán rico

Aunque al principio no lo veas como tal, cada crítica es una oportunidad para mejorar. De ahí el título de uno de los últimos capítulos de The Millionaire Fastlane.

DeMarco confía tanto en esta idea que cuenta como él recoge cada feedback, especialmente el negativo, en un cuaderno negro. A este pequeño libro lo llama su guía, pues le ha ayudado a dar dirección a su negocio (mucho más de lo que lo habría hecho un business plan).

Distingue diferentes tipos de quejas:

  • Por cambios: cualquier modificación es recibida en un principio con cierto rechazo.
  • Por expectación: si el cliente no tiene lo que esperaba (aunque no lo hubieses prometido), se va a enfadar y será tu culpa.
  • Por carencias: hay posibilidad de queja si el cliente te pide algo que no tienes (aquí la oportunidad de incorporarlo y mejorar tu negocio).
  • Por fraude: hay gente que querrá hundirte y no dudará en quejarse de manera fraudulenta (es decir, mintiendo) para ello.

Sabiendo esto, DeMarco nos recuerda que nunca conseguiremos satisfacer a todo el mundo, pero eso no quiere decir que debamos omitir lo que no están diciendo. La atención al cliente es por tanto clave y, si nuestros clientes están contentos, serán nuestros mejores embajadores.

Capítulo 41 de The Millionaire Fastlane: ¡Lanza a los autoestopistas a la cuneta!

De nuevo con la analogía del ajedrez, el autor de The Millionaire Fastlane nos recuerda que las fichas que ponemos en el tablero son imprescindibles para ganar. Es decir, si vamos a contar con socios, por muy amigos que sean, debemos elegirlos con cuidado.

Pone el ejemplo de dos socios, que eran amigos, Mike y Jim. Se supone que fundaron su negocio yendo en todo al 50%, tanto en beneficios como en esfuerzo. Sin embargo, Jim no trabajaba igual y desatendía sus tareas, de las que terminaba encargándose Mike. No obstante, cuando se trataba de cobrar, exigía su mitad. Finalmente, la amistad y la sociedad se rompieron.

Para que esto no pase, es importante compartir visión y ética de negocio con tus socios, asesores e incluso empleados. Si alguno no encaja y no te das cuenta a tiempo, pueden destruir tu empresa.

Capítulo 42: Salva a alguien

DeMarco introduce el concepto de «el caballero de brillante armadura» en este capítulo de The Millionaire Fastlane. Nuestro producto o servicio debe ser ese caballero para alguien, esto es, ser capaz de salvar a alguien.

Como ya ha expresado en otros momentos, DeMarco considera que iniciar un negocio únicamente desde el egoísmo de «quiero ser mi propio jefe y ser millonario» no es buena idea. El motivo correcto es el de solventar problemas, porque además será el que marcará la diferencia y nos posicionará como una opción para los clientes.

A la vez, el autor vuelve a insistir en que la competencia debería darnos igual. Estando conduciendo por una carretera, debes fijarte en tu propio vehículo no en quienes van por delante. Considera que en la competencia solo hay que pensar un 5% de tu tiempo, lo suficiente para analizar sus debilidades y conseguir que estas se conviertan en tus fortalezas.

Capítulo 43: Crea marcas, no negocios

El marketing es quizá el factor principal por el que las marcas triunfan. De hecho, DeMarco reconoce que hay empresas cuyo producto o atención al cliente son de baja calidad. No obstante, su marca es fuerte y es la que les trae su éxito. Además, ese nombre es lo que fideliza. Hay clientes que eligen una y otra vez un producto no porque sea el mejor, sino porque es la marca en la que confían.

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El ejemplo más claro es Coca-Cola. Su marca es tan fuerte que ha conseguido que quien ama Coca-Cola odie a Pepsi, aunque esta otra marca no tenga un mal producto.

Para construir una buena marca el autor nos da varios consejos:

  • Desarrolla una propuesta de venta única.
  • Hazte notar, atrévete y huye de convenciones.
  • Sé específico en lo que haces y muestra sus beneficios, porque es lo que atraerá a tus clientes.
  • Pon un precio que demuestre el valor de lo que vendes.

Todo esto, especialmente la propuesta de valor, debe ser parte esencial del marketing.

Capítulo 44: Elige la monogamia por encima de la poligamia

Markus Tekel fue un compañero de universidad de DeMarco que era un gran emprendedor pero tenía un problema: cambiaba de negocio cada semana. Le faltaba foco y al final todos sus negocios se traducían en fracasos. A esta actitud el autor la denomina Síndrome de Tekel.

En lugar de saltar de oportunidad a oportunidad, DeMarco nos recuerda la importancia del compromiso, pues el éxito no va a llegar a los días de iniciar un negocio.

Es cierto que hay quienes han tenido éxito en la poligamia empresarial, pero para llegar a ello primero han tenido que triunfar en la monogamia.

Capítulo 45 de The Millionaire Fastlane: Une todos los puntos: ¡impulsa al máximo tu plan de enriquecimiento!

En este último capítulo de The Millionaire Fastlane MJ DeMarco recoge todas las lecciones que nos ha dado a lo largo del libro. Nos recuerda así la importancia de la planificación y la necesidad de despedirse de las vías lentas.

Las ideas principales de Millionaire Fastlane de MJ DeMarco

Para escribir un buen resumen de este libro, hemos querido destacar las ocho ideas principales que se desarrollan en Millionaire Fastlane. Podría decirse que cada una de estas lecciones corresponde a una parte del libro (recordemos que los 45 capítulos de Millionaire Fastlane se dividen a su vez en ocho partes).

Primera idea de The Millionaire Fastlane: la riqueza no tiene por qué llegar lenta

Durante la primera parte de The Millionaire Fastlane, MJ DeMarco explica por qué nos equivocamos sobre la manera de hacerse rico. Pensamos que a multimillonario solo se llega de viejo, tras toda una vida trabajando. Sin embargo, él se dio cuenta de que no era así cuando, siendo aún tan solo un niño, vio a un chico joven con un Lamborghini.

A partir de ahí empezó a desarrollar su idea de que había una «vía rápida» para enriquecerse. También le ayudó a desmentir otra idea preconcebida que tenemos sobre los jóvenes ricos: que todos deben ser celebridades, estrellas de Hollywood o deportistas de élite.

La realidad es bien distinta: una persona joven puede ganar millones y no hace falta esperar a tener 65 años para jubilarse. Al menos no si sabes cómo hacerlo.

Segunda idea de The Millionaire Fastlane: la riqueza es un viaje

No tiene sentido que el camino hacia la riqueza sea tan largo, pues desaprovechamos esos años de juventud y energía. Para cuando podemos retirarnos y dejar de trabajar, somos mayores y no tenemos ni las mismas ganas ni el mismo tiempo para disfrutar los frutos de nuestro trabajo, que ni siquiera son tantos.

En cambio, MJ DeMarco propone que pensemos en la riqueza como un viaje organizado y no como una consecución de eventos que no dejan de ser momentáneos. No se trata de la firma del contrato, sino del esfuerzo para llegar a él. Tampoco se trata de comprarse un coche, sino del proceso hasta llegar al punto de saber que puedes comprarlo.

Distingue finalmente tres vías a través de las que llegar a ser multimillonario: la vía de la acera, la vía lenta y la vía rápida.

Tercera idea de The Millionaire Fastlane: la vía de la acera

La persona que pasea por la acera para alcanzar la riqueza se guían por el famoso dicho latino del carpe diem. No tienen visión de futuro, sino que toman decisiones basadas en impulsos y deseos, que en muchas ocasiones no son propios sino fruto de las expectativas del resto. Un ejemplo es esa gente que se compra un cochazo por aparentar y se endeuda por ello.

El destino de este grupo de personas es la inestabilidad económica, pues no ahorran y gastan pensando que eso les hará sentir bien de por vida cuando en realidad es una gratificación instantánea.

DeMarco aún así apunta a que caminar por la acera no quiere decir que sí o sí vayas a ser pobre, ya que cualquier vía es válida para ganar dinero. No obstante, la esencia de esta vía es la de la pobreza y vivir con el peligro constante de la quiebra.

Aprovecha el autor para introducir la idea de que ser rico no es tener una gran mansión o el mejor coche del vecindario. Esa es la idea que la gente de la acera persigue porque es lo aceptado. Sin embargo, ser rico es tener salud, poder pasar tiempo con la familia y disfrutar de una libertad real.

Cuarta idea de The Millionaire Fastlane: la vía lenta

La segunda vía que DeMarco explica es la que denomina como lenta, cuyo destino es la mediocridad. Quienes conducen por esta carretera sacrifican su presente bajo la falsa promesa de que podrán disfrutar de un futuro mejor.

Para el autor el mejor momento para ser rico y disfrutar de esa libertad que da el dinero es cuando uno es joven. Sin embargo, yendo por la vía lenta nos perdemos esa etapa trabajando de sol a sol, de lunes a viernes, pensando que así podremos tener una vejez «rica». La realidad es que esa vez puede llegar con una pérdida de energía que evita que disfrutemos de ese dinero, o puede que no llegue porque la muerte se adelante.

Por otro lado, hay otros factores que pueden alterar ese resultado anhelado. Quizá los sacrificios durante tantos años no sirvan de nada porque se produzca una inflación, el ascenso que esperábamos nunca llegue o los mercados caigan, haciendo que se pierdan la mitad de nuestros ahorros.

Igual que otros gurús como Robert Kiyosaki, DeMarco opina que la vida de empleado nos lleva irremediablemente por la vía lenta, donde intercambiamos tiempo por dinero de una manera injusta (trabajamos cinco días para tener dos libres). Ser empresario supone muchos más aprendizajes y un mayor control sobre tu propio dinero.

La conclusión a la que llega DeMarco es que esta vía lenta resulta prometedora, pero no nos permite ver todo el esfuerzo, al inversión y la distancia que nos separa de nuestro objetivo final. Por no hablar de todas esas cosas que pueden pasar a mitad del trayecto.

Quinta idea de The Millionaire Fastlane: la vía rápida

Un error muy común, según DeMarco, es pensar que esta vía va de enriquecerse fácilmente. Nada más lejos de la realidad, pues lo que promete esta carretera es que sea rápido, no sencillo.

La gran diferencia entre la vía lenta y la rápida radica en la recompensa, que llega mucho antes con la última. La estrategia, en esencia, en es la misma. Las otras diferencias entre ambas vías son las siguiente:

  • Por la vía rápida se necesitan unos 10 años para enriquecerse, mientras que en la vía lenta es toda una vida.
  • Quienes caminan por la vía rápida toman control de sus activos; los de la vía lenta dejan que sea el mercado quien controle su dinero.
  • Los que cogen el camino rápido son empresarios y los que cogen el lento empleados.
  • La persona que toma la vía lenta usa las inversiones y los intereses compuestos para generar riqueza, con el peligro que eso supone. La que va por la vía rápida los usan para mantener su liquidez.

El objetivo de la vía rápida es trabajar de manera inteligente y durante menos tiempo (5-10 años), de modo que podamos jubilarnos aún siendo jóvenes y poder disfrutar de la riqueza acumulada.

¿Cómo conseguirlo? Para DeMarco la clave está en plantar «árboles de dinero», es decir, negocios rentables que puedan sobrevivir y trabajar para nosotros. Otro truco que da el autor es lograr que esas empresas ayuden a personas. A cuantos más millones de personas ayuden, más millones generarán.

Sexta idea de The Millionaire Fastlane: tú eres tu vehículo hacia la riqueza

Como otros muchos gurús de las finanzas, DeMarco apunta a que es de vital importancia que nos pongamos un sueldo. Esto es complicado cuando vamos por la vía lenta y somos empleados, pues antes de pagarnos una parte del dinero de nuestro sueldo se la llevan los impuestos. Por eso considera que es mejor fundar una empresa.

Otro aspecto básico es empezar a cambiar nuestra mentalidad y tomar mejores decisiones. Somos las personas que dirigimos nuestro propio camino hacia la riqueza, por lo que cuando antes escojamos la vía rápida, mejor. Para ayudarnos, el autor comparte dos herramientas que le ayudan a tomar esas decisiones: el Análisis del Peor Caso y la Matriz de la Decisión de la Media Ponderada. Utilizándolas correctamente, podremos elegir bien casi siempre y no tener remordimientos si las cosas no salen como queríamos o esperábamos.

Séptima idea de The Millionaire Fastlane: los caminos hacia la riqueza

Casi llegando al final, la penúltima idea de MJ DeMarco en realidad está conformada de cinco consejos presentados en forma de mandamientos. Según el autor, estas son las «normas» de la vía rápida.

  • Mandamiento de la necesidad: lo que decidamos hacer a nivel profesional (con la empresa que creemos) debe solventar el problema de otra persona. Si lo hacemos desde nuestro propio deseo de enriquecernos (aunque este sea el fin último), nos condenaremos al fracaso).
  • Mandamiento de la entrada: si el sector en el que queramos emprender está muy saturado, no tendremos éxito.
  • Mandamiento del control: el objetivo es no depender de nadie más, por lo que no conviene tener socios comerciales (por ejemplo, ser franquiciado), ya que estos pueden producir cambios que escapen de tu control.
  • Mandamiento de la escala: a cuanta a más gente pueda llegar tu negocio, más millones podrás ganar. Por tanto, quedarse en tu barrio puede no ser buena idea si tus expectativas y perspectivas de crecimiento son altas.
  • Mandamiento del tiempo: trata de que tu empresa pueda trabajar «sola». Cuando más automatices, menos tiempo y esfuerzo deberás dedicar a ella. Es decir, no se trata solo de ganar mucho dinero, sino también de poder disfrutarlo.

Algunos de los negocios que, para DeMarco, entran dentro de la vía rápida y cumplen sus cinco mandamientos son: internet (principalmente porque permite llegar a una audiencia muy amplia), innovación (o mejora de productos o servicios que la gente necesita) y reiteración («multiplicar» un negocio que funciona bien).

Octava idea de The Millionaire Fastlane: acelera tu riqueza

Como ha ido adelantando durante todo el libro de Millionaire Fastlane, DeMarco considera que el gran problema es que la gente no quiere vivir el proceso. Tiene buenas ideas, que no dejan de ser eventos, pero no las lleva a cabo, no las ejecuta (que sería el proceso).

Otro consejo que comparte DeMarco es que nuestro negocio debe ser multi-dimensional y tener espacio de crecimiento. No solo posibilidad de subir precios, sino también reducir costes, disminuir tiempos de producción o crear de nuevos canales de venta. Eso sí, es mejor centrarnos solo es un negocio y no llevar varios en paralelo.

Relaciona todo esto con el tema de la competencia. Hay muchas marcas iguales, por eso el autor insiste en que hay que forjar una identidad de marca fuerte, que se recuerde, se admire y se valore. El público así nunca se olvidará de ella y no habrá que entrar en guerra de precios con otras empresas, pues nuestro precio será secundario.

Para ilustrar esto pone el ejemplo de un hombre que quería deshacerse de un armario viejo y lo dejó en la calle con un letrero de «gratis». Al ver que nadie lo cogía, probó a ponerle precio pensando que así le daría valor. Y lo hizo, hasta el punto de que en una hora alguien lo había robado. Por lo tanto, el marketing lo es todo, algo en lo que también coincide el libro La vaca púrpura de Seth Godin.

 

Coge el volante de tus finanzas y hazte millonario (o al menos inténtalo), con los consejos de MJ DeMarco en The Millionaire Fastlane. No esperes más, cómpralo a través de este link y empieza a leerlo ya.

4 comentarios en “Resumen de «The Millionaire Fastlane» – la autopista de la riqueza del autor MJ DeMarco”

  1. Gracias por este resumen con visión profunda y práctica de cómo lograr la riqueza.
    Me gustó el libro porque se centra en el concepto de construir un negocio único, escalable y rápido a través del uso inteligente del tiempo, el trabajo duro y los recursos. Con este resumen, mostráis bastante bien como DeMarco examina y desmiente muchas de las creencias establecidas sobre la acumulación de riqueza, como por ejemplo que absolutamente todos pueden llegar a ser ricos si siguen los consejos tradicionales, tales como invertir en el mercado bursátil o comprar bonos.
    En su lugar, en este libro me encantó como desafía a las personas a optar por los negocios comerciales para tener éxito financiero.
    Para mi es un libro emocionante e informativo para aquellas personas que estén tratando de construir activos pasivos, y contiene muchas ideas nuevas e innovadoras para abrir nuevos caminos hacia la riqueza.
    El resumen lo muestra, si alguna vez has pensado en crear tu propia autopista hacia la riqueza, «The Millionaire Fastlane» es definitivamente un libro que debes leer.

    1. Gracias por tu comentario aquí en TuNovela.es Joset, y por tomarte el tiempo de leer nuestro resumen del libro, a veces llamado “El carril rápido del millonario”. Nos alegra que te haya parecido perspicaz y práctico, y que te haya gustado cómo desafía las creencias tradicionales sobre la acumulación de riqueza.

      Esperamos que nuestros resúmenes te resulten útiles en tu camino hacia tu educación financiera.

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