El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín es una de las obras más leídas y estudiadas en los institutos, y si tú eres uno de los estudiantes que tiene este libro como una lectura obligatoria, agradecerás leer nuestro resumen y análisis.
Haremos un recorrido por el argumento, para que no tengas dudas sobre lo que ocurre. Pero también estudiaremos los elementos literarios más importantes, desde los personajes hasta los temas que Moratín incluyó.
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El sí de las niñas: resumen
La historia de El sí de las niñas gira entorno a Doña Francisca, una joven de apenas 16 años que ha sido educada en un convento de monjas, por lo que ha crecido con una fuerte (e impuesta) creencia en Dios y en los ideales religiosos.
Su madre, Doña Irene, es una mujer viuda que ha decidido el futuro de su hija: casarla con Don Diego, un señor rico de casi 60 años. Sin embargo, no lo ha hecho como una condena o un castigo, pues Doña Irene pone como excusa que este enlace es lo mejor para su hija, que podrá tener una buena vida en la que no le falte de nada.
Según transcurre la obra, Doña Francisca se siente obligada a expresar un gran amor por Don Diego. Al mismo tiempo que convence al resto, se autoconvence a sí misma: tiene suerte de poder casarse con un hombre rico, maduro y con tanta experiencia vital. Sin embargo, Doña Francisca sabe que lo que se cuenta no son más que mentiras, pues ella en realidad está enamorada de un joven soldado llamado Don Félix. Aunque este le corresponde, Francisca no ve posible anular su compromiso matrimonial y desobedecer a su madre.
Con lo que no contaba Beatriz es con que Don Diego se terminaría enterando de que está enamorada de Don Félix, cuyo nombre real resulta ser Don Carlos. La sorpresa no acaba ahí, pues el siguiente descubrimiento es que Don Carlos es el sobrino de Don Diego.
Tras unas escenas propias de una comedia de enredo en la que todas las verdades salen a la luz, don Diego decide romper su compromiso con Francisca y animar a los jóvenes a casarse. Además, en un alegato final, Don Diego critica a Doña Irene por haberle mentido sobre los sentimientos de su propia hija. Reflexiona también sobre los conceptos de autoridad y obediencia obligada, que suelen ir en contra del amor verdadero e igualitario.
El sí de las niñas: resumen por actos
Si te enfrentas pronto a un examen sobre El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín, es probable que necesites escribir un buen resumen del libro y que este sea más extenso. Solo así se pueden mencionar todos los elementos y temáticas que lo convierten en un clásico de la literatura española.
Para ayudarte en esta tarea, hemos resumido cada uno de los tres actos de la obra.
Acto I
Doña Irene es una madre viuda con una economía complicada, lo que le lleva a tomar una decisión: casar a su hija Francisca (también llamada Paquita), de 16 años, con un hombre mayor que ella pero de clase alta.
El elegido es Don Diego que, a sus 59 años, aceptó casarse con Francisca después de que Doña Irene le enviase cartas proponiéndole el matrimonio e insistiéndole en lo bella y buena mujer que era su hija.
Una vez el acuerdo está ya apalabrado entre Doña Irene y Don Diego, organizan un encuentro entre los dos futuros esposos. Don Diego acude entonces a la una posada de Alcalá de Henares (Madrid) donde la espera Paquita, de la que se lleva una gran impresión. Al día siguiente, quedan para dar un paseo y Doña Irene le reitera cuáles son las bondades de Paquita, incidiendo en que la joven está más que dispuesta a contraer matrimonio con él.
Acto II
El segundo acto de este resumen de El sí de las niñas empieza con una conversación entre Doña Irene y Francisca. La primera le explica a la segunda que quiere lo mejor para ella, y que eso supone hacer todo lo posible para darle un hogar y una vida sin preocupaciones ni carencias. Le muestra el matrimonio con Don Diego como el único modo de que así sea, instándole a tomárselo de buenas maneras y demostrándole amor al que será su esposo.
Paquita acepta, incapaz de decirle a su madre que no puede casarse con Don Diego pues su corazón y su mente están ocupados por Don Félix, un joven soldado que va a visitarla en cuanto se entera del matrimonio de conveniencia. Lo que Beatriz ni ningún otro personaje saben pero el lector sí es que Don Félix en realidad se llama Don Carlos y es el sobrino de Don Diego.
Cuando Don Diego se entera de que Don Carlos está en Alcalá de Henares, le pregunta los motivos de su presencia en la ciudad. Las respuestas de su sobrino, que responde con evasivas y de forma poco concreta, no le convencen, por lo que le pide que se marche cuanto antes, sospechando que algo trama.
Acto III
La boda de Don Diego y Paquita se acerca, y para que todo vaya como tiene que ir Don Diego se ha esforzado por agradar a su joven prometida, aunque se da cuenta de que esta no parece muy feliz.
Don Diego entonces descubre que su sobrino Don Carlos estaba en Alcalá por una mujer de la que estaba locamente enamorado. Su sorpresa es mayor cuando se entera de que esa mujer es Paquita.
Habiéndolo averiguado todo, Don Diego pide explicaciones a su sobrino, que le cuenta toda su historia de amor. La conversación entre tío y sobrino acaba cuando el primero le explica al segundo que tiene el consentimiento de la madre de Paquita para casarse con ella, y que así va a hacerlo.
Don Carlos sin embargo le plantea lo siguiente: Paquita se casará con él, pero solo le dará la mano y por pura conveniencia, el corazón y el amor ya se los ha dado a Don Carlos. Semejante afirmación hace que Don Diego abra los ojos ante la realidad y decide que lo justo y lo lógico es que sea Don Carlos quien se case con Paquita, pues quiere lo mejor para ambos.
Esta decisión de Don Diego viene acompañada de un discurso sobre los matrimonios de conveniencia no igualitarios, que obligan a mujeres jóvenes, apenas adolescentes, a casarse con hombres mucho mayores que ellas. La obediencia y la autoridad que ejercen sus padres las condenan a una vida desgraciada, y eso debe parar.
El sí de las niñas: tema
Como habrás podido adivinar tras leer nuestro resumen de El sí de las niñas para selectividad, el tema principal de la obra es el de los matrimonios desiguales y obligados. No obstante, el autor también habla y reflexiona sobre la educación, las relaciones paternofiliales y el amor. Todos estos temas guardan relación, evitando que como lectores nos distraigamos y perdamos el hilo del argumento.
Para entender el por qué de estos temas hay que revisar la periodización en la que se escribe y publica la obra: principios del siglo XIX. Concretamente se publicó en 1805, aunque no se estrenó hasta 1806 en el Teatro de la Cruz de Madrid. En esos años la Ilustración está acabando, lo que es sinónimo de que las ideas del «Siglo de las Luces» estaban más presentes y asentadas que nunca. Durante esta época se produjeron grandes cambios en la sociedad y la cultura, estableciéndose con gran fuerza ideales como la libertad, la igualdad o el progreso. Aplicados al tema de los matrimonios por conveniencia, estos son los valores que expone Moratín en El sí de las niñas.
¿Cuál es el tema principal de El sí de las niñas?
En 1805, año en el que se publicó el libro, los matrimonios desiguales eran una de las grandes preocupaciones de la sociedad española. Un cuarto de siglo antes, en 1776, el rey Carlos III había establecido que los hijos deberían casarse solo si tenían el consentimiento del cabeza de su familia, sepultando la libertad de decisión de la juventud. Moratín ve esto como un grave problema que la sociedad aún arrastraba y que quedaba patente en las imposiciones matrimoniales, muchas irracionales, que los padres hacían a sus hijos. Lo peor para el autor es que estas imposiciones respondían al egoísmo de la familia, que buscaba ascender socialmente y mejorar su economía, como refleja en la actuación de la madre de Paquita.
La crítica a este sistema Moratín la hace a través del personaje de Don Diego, que en sus intervenciones finales alega lo ilógico que es obligar a los jóvenes a casarse en contra de su voluntad y con personas mucho mayores. De este modo el autor pretende poner una especie de signo de exclamación y avisar sobre los peligros que suponía estas técnicas de casamiento.
Los temas secundarios de El sí de las niñas
En relación con este tema surge el de la educación y las relaciones padre-hijo (o madre-hija). Moratín plantea que un buen padre debe utilizar su autoridad, pero siempre de un modo racional y huyendo de la toma de decisiones que vengan desde el interés propio. Para desarrollar su tesis el autor introduce en El sí de las niñas la representación de estas dos ideas contrapuestas sobre la educación.
Por un lado está Doña Irene, que representa todo lo que no hay que hacer y por eso mismo es ridiculizado y rechazado al final. Por el contrario, Don Diego es símbolo de esa «buena educación»; un hombre sensato y capaz de sacrificar su interés personal por el de sus hijos (o sobrino en este caso).
El tercer tema desarrollado, aunque no tanto como los otros dos, es el del amor. Forma parte de la historia en cuanto a que está relacionado con el de los matrimonios desiguales. La imagen que se transmite del amor es positiva, y queda claro con Don Carlos y Francisca, que realmente se quieren, terminan juntos. Moratín establece a lo largo de la obra, especialmente al final, que el amor es lo único que puede marcar si un matrimonio debe o no debe ser.
El sí de las niñas: personajes
Como ocurre en muchas obras de arte, especialmente en las literarias y en las teatrales, los personajes son arquetipos y representan lo que el autor quiere que representen. Como ya hemos adelantado, Leandro López de Moratín construye a cada uno de los protagonistas para exponer sus ideas y rebatir los argumentos que puedan surgir en contra de ellas. Podríamos decir que lo hace bien, pero nos quedaríamos cortos. La manera en la que el autor da significado a la personalidad y la conducta de cada personaje es excelente.
Para construir a cada uno de los personajes Moratín se basa en arquetipos del teatro y la comedia clásicos. Así tenemos a Doña Irene, que responde a las características de «padre» por su autoridad y egoísmo. Paquita es la «dama», siempre positiva, enamorada y obediente. Don Carlos representa al «galán» por su honor y su fidelidad.
El más complejo es Don Diego, que acumula varios arquetipos. Por un lado tiene características del «galán» pero también del «tutor» o «padre», aunque en una vertiente más positiva que Doña Irene pues él es sensato y resuelve conflictos.
Francisca/Paquita y Don Félix/Don Carlos
Los dos grandes protagonistas son Francisca (Paquita) y Don Félix (Don Carlos). Ellos representan la juventud y la necesidad de libertad, no de autoritarismo. Su amor es el que rompe los esquemas y los cánones con los que habían sido educados.
Paquita es una joven dócil y obediente que está dispuesta a renunciar a sus decisiones y deseos por su madre. Con este personaje Moratín pretende demostrar hasta dónde llegan las imposiciones y manipulaciones de los padres sobre los hijos.
De la personalidad de Don Carlos/Don Félix sabemos menos, pero su presencia es clave para darle sentido y significado a la historia. Es el amor verdadero de Paquita, el que de algún modo la ayuda a desestabilizar un sistema anticuado e injusto, y a iniciar una migración hacia uno nuevo.
Don Diego, El sí de las niñas, y Doña Irene
Mientras que con los personajes de Paquita y Don Félix Moratín planteaba el problema, con Don Diego y Doña Irene lo explica. El discurso de uno de y de otra entran en conflicto a lo largo de la obra. El autor sin embargo no los hace debatir directamente, pero utiliza las palabras de cada uno para retratarles. A Doña Irene la muestra como una mujer que dice querer lo mejor para su hija pero no escucha sus deseos, sino que se deja guiar por sus propios anhelos. Mientras, a Don Diego le otorga una superioridad moral que se hace notable al final.
Seguro que te ha sorprendido ver que en El sí de las niñas solo hay siete personajes. A los cuatro principales se les suman otros tres, que son los criados y ayudan a que el argumento se desarrollo (por ejemplo, favoreciendo los encuentros entre los dos jóvenes), pero sin que sus intervenciones o aportaciones dialógicas sean determinantes.
¿Por qué hay tan pocos personajes en El sí de las niñas?
¿Qué llevó a Moratín a crear solo siete personajes? Pues bien, el autor escribió esta obra en el periodo entre la Ilustración y el Neoclasicismo, movimientos que influyeron en la cultura, la sociedad y las obras de arte del momento. La Ilustración, como hemos visto, es fundamental para el desarrollo de las ideas sobre el matrimonio que se plantean en El sí de las niñas. No obstante, muchos aspectos de su estructura literaria (como los personajes) no se entienden sin el Neoclasicismo.
Este movimiento establecía que, en literatura y concretamente en teatro, era mejor no introducir demasiados personajes. Hacerlo era sinónimo de complicar excesivamente la obra y se corría el riesgo de confundir al público. En este sentido Moratín rompe con los preceptos de la Ilustración, que sí aconsejaban acumular muchos personajes en el escenario.
Esta sencillez y aparente simplismo a la hora de crear los personajes y situarlos en escena ayudó a Moratín a conseguir su objetivo. Al no «llenar» la escena consigue que los espectadores entiendan mejor el carácter de cada personaje. Al mismo tiempo, le permite hacer llegar más claramente su mensaje.
Entre los recursos que el autor utiliza para caracterizar a cada uno de los personajes, se encuentran:
- El monólogo interior: hablando desde su «yo», los protagonistas desarrollan sus discursos y comparten sus reflexiones con el público.
- Enfrentamientos duales: se dan entre personajes (Doña Irene y Don Diego), pero también en un mismo personaje (cuando Paquita va cambiando de discurso y de deseos según con quién habla).
- Perspectiva múltiple: se proponen varias visiones de un mismo hecho o personaje, mostrando así su complejidad (por ejemplo, no hablan igual de Paquita Don Félix, Don Diego o Doña Irene).
Análisis de El sí de las niñas
Además de los personajes, la estructura literaria y el estilo de El sí de las niñas son dos aspectos que merece la pena estudiar. Además, conocerlos te será muy útil para preparar tu examen de Selectividad.
Estructura literaria de la obra
La obra, como ya hemos adelantado, solo tiene un argumento o una historia. Esto es algo que en dramas como La Celestina o El caballero de Olmedo no ocurre, pues se enredan hechos y ocurren sucesos secundarios (por ejemplo, los criados también se enamoran e interceden mucho en la acción, confundiéndola). Moratín en cambio opta por respetar las unidades neoclásicas de una sola acción, en un solo lugar y en poco tiempo. Al fin y al cabo su intención es puramente didáctica, y cuanto más sencillo sea todo mejor calará su mensaje.
Recordemos que el Neoclasicismo lo que hace es recuperar los preceptos clásicos, por lo que vemos que Moratín sigue el consejo de Aristóteles de dividir la acción en tres partes: introducción, nudo y desenlace. En El sí de las niñas se identifican estas divisiones en los tres actos.
Estilo literario de la obra
Moratín en El sí de las niñas introduce la poética (es decir, las directrices estilísticas) de la comedia del Neoclasicismo. En este sentido, una de sus elecciones es escribir en prosa, y no en verso, para corresponderse mejor con el tipo de habla común. El verso resultaría demasiado elevado para un texto cómico y, además, le restaría verosimilitud.
De igual modo, los personajes son más bien normales, para que el público pueda identificarse bien con ellos. También son comunes a la sociedad los problemas a los que se enfrentan.
¿Qué características del neoclasicismo en la obra El sí de las niñas?
Para poder desarrollar el estilo y la estructura literarias, Moratín utiliza una serie de recursos neoclásicos:
- Incorporación de un triángulo amoroso.
- Una situación de enredo para poner en marcha la acción (se produce cuando nos enteramos de que Don Carlos es en realidad Don Félix y, además de estar enamorado de Paquita, es sobrino de Don Diego).
- Se produce la anagnórisis, es decir, el reconocimiento de la verdadera identidad de Don Carlos, y todo lo que esto supone.
El sí de las niñas: época
Para entender completamente una obra es importante contextualizarla. A lo largo de nuestro resumen de El sí de las niñas ya hemos visto que, a principios del siglo XIX, las preocupaciones de la sociedad se centraban, entre otras cosas, en los matrimonios desiguales. Las recomendaciones del rey Carlos III habían hecho que muchas familias desoyesen los deseos de sus hijas e hijos (sobre todo de ellas) y les obligasen a casarse con quién más les convenía económicamente a ellos como padres.
Gracias a la Ilustración nuevos planteamientos estaban surgiendo, y Moratín decide defenderlos en El sí de las niñas. Lo hace a través de todos los recursos literarios que hemos analizado, convirtiendo la obra en una comedia de tesis.
Además, hay que añadir que el sistema político que triunfaba en la Europa de aquel entonces era el despotismo ilustrado. Este tipo de gobierno decía mirar por el pueblo, pero sin contar con él. Todas las medidas que se tomaban se supone que debían mejorar la situación social, pero no se tenía en cuenta lo que las personas de a pie necesitaban. Como seguro que te has dado cuenta, es la misma actitud que Doña Irene tiene con Paquita, por lo que la crítica de Moratín va más allá del sistema educativo, llegando a lo político.
La literatura, y otras obras de arte, se convirtieron entonces en herramientas con las que hacer llegar la reflexión y la crítica a todas las clases sociales. De nuevo, esta es una de las razones por las que Leandro Fernández de Moratín escribe como escribe.
Comparación de El sí de las niñas con otras obras de la época
El crítico literario André Vézinet considera que existe similitud entre El sí de las niñas y L’école des femmes, del Molière. En este obra el autor francés también hace una crítica a los matrimonios desiguales, aunque de una forma diferente. De hecho, se centra más en la falta de educación que se les daba a las mujeres, a las que solo se enseñaba a ser buenas esposas.
Sin embargo, la gran inspiración de Moratín, según el estudioso José Francisco Gatti, fue Marivaux con su L’école des mères, que tiene un argumento muy parecido y la misma crítica social.
Preguntas y respuestas sobre El sí de las niñas
Para completar nuestro análisis y resumen de El sí de las niñas vamos a acabar con algunas preguntas que te ayudarán en la Selectividad o en cualquier otro examen.
¿Qué significa en palabras de Don Diego «el sí de las niñas»?
Para Don Diego «el sí de las niñas» es lo que dicen todas las chicas jóvenes para obedecer, escondiendo sus verdaderos deseos.
¿Cuál es el argumento de la obra El sí de las niñas?
El sí de las niñas es una obra teatral sobre una joven que, por obedecer los deseos de su madre, accede a casarse con un hombre mucho mayor que ella. Sin embargo, en realidad está enamorado de un joven que termina resultando ser el sobrino de su prometido. Todo se soluciona cuando se pone en evidencia que los matrimonios desiguales son además irracionales e ilógicos.
¿Cuál es el problema que enfrenta El sí de las niñas?
El sí de las niñas enfrente el problema de los matrimonios desiguales por conveniencia, además de una crítica a la educación autoritaria de muchos padres y madres.
¿Quién es el protagonista de la historia qué se cuenta en El sí de las niñas?
El verdadero protagonista es Don Diego, aunque también Paquita, don Carlos/Don Félix y Doña Irene. Don Diego es quien soluciona todo y quien posee el discurso racional, por eso Moratín le otorga un lugar superior en el escalafón de personajes.
¿Qué grupo es criticado en El sí de las niñas?
A través de la metáfora de los padres autoritarios, además de la educación y las relaciones paternofiliales, Moratín critica el despotismo ilustrado de la monarquía y la aristocracia/nobleza españolas.
¿Qué aspectos de la sociedad se critican en El sí de las niñas?
Se critican los matrimonios desiguales y las relaciones paternofiliales, que desembocaban en una educación autoritaria por la que los jóvenes obedecían sí o sí, renunciando a su libertad de expresión.
¿Qué tipo de texto es El sí de las niñas?
El sí de las niñas es una obra de teatro categorizada como comedia neoclásica.
¿Cuántos personajes aparecen en escena en El sí de las niñas?
En total hay siete personajes en El sí de las niñas.
¿Por qué se llama El sí de las niñas?
El título hace referencia al «sí» de Paquita y de muchas «niñas» como ella, que aprobaban todo lo que decían sus madres y sus padres. De alguna manera, Moratín lo que hace es reflexionar sobre ese «sí de las niñas» y como el consentimiento que dan está viciado.
¿Qué representa doña Irene en El sí de las niñas?
Doña Irene representa todo lo que, para Moratín, está mal en la educación y las relaciones madre e hija. Tiene una personalidad autoritaria y egoísta, aunque se justifique con querer lo mejor para su hija.
¿Qué relación mantienen entre si don Diego y don Carlos?
Son tío y sobrino.
¿Cuántos años tiene doña Francisca en El sí de las niñas?
Tiene 16 años.
¿Cómo se entera Francisca que don Carlos está en Alcalá?
Calamocha, la criada de Don Carlos, se lo cuenta a Rita, la de Francisca.
¿Cuántos años tiene Don Diego en El sí de las niñas?
Tiene 59 años.
¿Cuál es el verdadero nombre de don Félix?
Don Carlos.
¿Qué relación hay entre Don Diego y Doña Irene?
Si Don Diego se hubiese llegado a casar con Francisca, se habría convertido en el yerno de Doña Irene.
Seguro que este resumen de El sí de las niñas te ha ayudado a comprender esta obra tan interesante. Si quieres saber más y vivir en tus propias carnes la historia, lo mejor es que te hagas con un ejemplar. Cómpralo a través de este enlace y recíbelo en tu casa en cuestión de días.