¿Te gusta el teatro? Tenemos un resumen de La dama del alba que te va a encantar y te hará descubrir una obra llena de magia y reflexión.
Alejandro Casona, su autor, creó una bella historia que nos habla de la muerte, de las relaciones y de la familia.
Además, también vamos a hacer un análisis literario y a contestar a preguntas de examen de La dama del alba, para que estés bien preparado y entiendas todo durante su lectura.
Resumen corto de La dama del Alba de Alejandro Casona
Alejandro Casona sitúa la historia de La dama del Alba es una humilde casa de un pueblo asturiano. Allí vive una familia formada por un abuelo, una criada, una madre, sus tres hijos, su yerno Martín y una gran ausencia: la de su hija Angélica.
¿Cuál es el argumento de La dama del alba?
Pronto sabemos que Angélica desapareció hace cuatro años, cuando se ahogó en un río que todavía no ha devuelto su cuerpo. Esto causa una gran desolación en la familia, sobre todo en su madre, que solo quiere dar sepultura a su hija. Además, no entiende que Martín no ayude a buscarla todo lo que debería.
Un día aparece en su puerta una peregrina que solicita quedarse en su casa y refugiarse allí del frío invierno. La familia, siempre hospitalaria, accede y le da cobijo. Sin embargo, el abuelo sospecha que algo esconde esa mujer y pronto lo descubre: no es una persona cualquiera, es la muerte y no es la primera vez que va al pueblo para llevarse a alguien. Aunque el abuelo le pregunta insistente, la peregrina no le dice el motivo por el que ha vuelto.
Es entonces cuando Martín, que se había ido a cazar, regresa a casa con una joven en brazos (Adela). Esta muchacha está calada hasta los huesos porque, tal y como explica Martín, se había intentado suicidar en el río pero él consiguió salvarla a tiempo. La familia decide entonces arroparla con su amor y dejar que se recupere en su hogar.
Esta muchacha en plena juventud, llamada Adela, va volviendo a la vida y ocupando un importante lugar dentro de la familia. Llega a parecer incluso que fuese la sustituta de Angélica. Mientras todos estos cambios ocurren, la peregrina se marcha bajo la promesa de volver tras siete lunas.
Cuando ese tiempo pasa, la peregrina cumple su palabra y regresa en la noche de San Juan. El abuelo teme que sea para llevar a Adela, a la que todos han cogido mucho cariño y tratan como la nueva Angélica. Incluso Martín ha desarrollado un gran amor por ella, y así se lo confiesa Adela. Además, le cuenta la verdad sobre Angélica: la que fue su esposa nunca se ahogó, sino que se marchó con otro hombre. No obstante, Martín decidió mentir para proteger su honor.
¿Cuál es el final de La dama del alba?
Mientras la familia al completo celebra la noche de San Juan, la peregrina se queda en su casa como si esperase a alguien. Ese alguien es Angélica, que después de cuatro años regresa al que fue su hogar con el objetivo de volver a lo de antes, ya que el otro hombre solo le había hecho infeliz. La peregrina le explica que ya nada es igual y que su familia ha encontrado la felicidad sin ella, convenciéndola de que lo mejor es mantener la versión de que murió y que lo hizo con honor.
Así pues, la historia termina con las gentes del pueblo encontrando, por fin, el cadáver de Angélica.
Resumen por actos del libro La dama de Alba
Como con cualquier otra obra de teatro, la mejor forma de escribir un buen resumen de un libro como La dama del alba es acto a acto. Continúa leyendo y descubre los detalles del argumento.
Acto 1
En el primer acto de La dama del Alba Alejandro Casona nos introducirá en el que será el escenario de la obra: un pueblo de Asturias (España). Concretamente estamos en un salón, en invierno, y de noche.
Los primeros personajes que aparecen en escena, ocupando la sala familiar, son el abuelo, la madre, Telva (la criada, que ya estaba en la tercera edad) y tres nietos.
Reunidos frente a la chimenea, lo que más llama la atención es la expresión triste de la madre, cuya causa queda explicada al instante: lleva cuatro años sufriendo una depresión, el mismo tiempo que lleva su hija mayor (Angélica) desaparecida tras ahogarse en el río.
El hecho de no haber podido recuperar el cuerpo de Angélica (así se llamaba la primogénita) es lo que más perturba a su madre, a la que el río solo le entregó el pañuelo que la joven llevaba puesto.
Telva interrumpe el monólogo pesimista de la madre para contar que su tragedia fue peor, pues perdió a sus siete hijos en la explosión de una mina. En su honor, plantó siete árboles a los que ha visto crecer. La madre insiste en que lo suyo es peor, pues no ha podido dar sepultura a su hija.
Por primera vez, el abuelo habla para expresar su preocupación por los tres niños, que desde que ocurrió la tragedia de su hermana no han vuelto al colegio y tienen prohibido incluso jugar. Pero para la madre esa es su forma de protegerles y evitar que crucen el puente o se acerquen al río.
En ese instante aparece Martín, que justo acababa de casarse con Angélica cuando ocurrió la tragedia. Le pide a Quico, otro de los criados, que ensille su yegua, pues se dispone a salir para buscar ganado en la pradera a pesar del frío. La que fue su suegra le insiste en por qué justo ese día, y a sus reproches se une el mayor: que cuando buscaban a Angélica, a pesar de decir que la amaba, no se esforzó lo más mínimo, solo se quedaba quieto apretando los puños.
A pesar de la petición de su mujer, Martín termina yéndose a la pradera, aunque en vez de a la yegua coge finalmente un potro. Justo en ese momento una peregrina de cabellos rubios llama a la puerta solicitando refugio para descansar antes de continuar con el Camino de Santiago. Al abuelo esta mujer le resulta familiar y le pregunta si se han visto antes. Ella responde que es posible, pues ha estado en esa localidad en varias ocasiones, concretamente en un casamiento, en una nevada y en la explosión e incendio de una mina.
Mientras la peregrina juega con los niños, el abuelo sigue preguntándose de qué la conoce. Una incertidumbre que nos contagia a los lectores y que nos deja con la intriga al final de este primer acto.
Acto 2
El abuelo sigue dándole vueltas a lo que le ha dicho la peregrina, y le pide a Telva que le ayude a recordar qué había pasado en los tres momentos en los que la mujer había reconocido estar en la localidad:
- En la nevada murió un pastor.
- En la boda en la que a un herrero se le escapó un tiro y murió desangrado.
- Cuando la mina explosionó (muriendo los hijos de Telva) por una humareda espesa y ácida.
Sabiendo todo esto, el abuelo se convence de que la peregrina no es una mujer inocente buscando refugio, sino que es la muerte. En ese momento, recuerda dónde la vio.
Fue una noche en el que él mismo estuvo a punto de morir cuando la mina explotó y una mujer, en la que ahora reconoce a la peregrina, se acercó a él pensando que debía llevárselo también.
Con esa certeza en su cabeza y en su corazón, el abuelo se dirige a la habitación donde estaba durmiendo la peregrina para despertarla. Le recrimina que sabe quién es, y ella se lo confirma, explicándole que su intención era llevarse a Martín, pero que se ha quedado dormida y él ya ha partido a la pradera. Para el abuelo esto es una gran traición, pero ella se defiende diciendo que es lo que tiene que hacer, aunque a veces le duela tener que hacer daño a las personas que se le acercan.
Descubrimos así las grandes contradicciones de la peregrina, que parece una mujer dulce y bondadosa pero que en el fondo es el mal. Al abuelo esto le confunde enormemente, pues la imagen que él tenía de la muerte era la de un ser grotesco y horrible. Llega incluso a sentir pena por ella, que nunca podrá amar a alguien sin ponerle en peligro.
En ese momento ocurre algo sorprendente: Martín entra en la casa con una mujer desmayada y mojada en brazos. La madre sale corriendo con la esperanza de que sea su Angélica, pero es otra joven llamada Adela. Martín explica que la ha salvado cuando vio que intentaba suicidarse.
Deciden entonces llevar a Adela a la habitación de Angélica y cuidarla hasta que se recupere. Según pasa el tiempo, la estancia se alarga y Adela comienza a ocupar el lugar de Angélica, utilizando incluso su ropa y recibiendo el amor de su familia.
La peregrina en cambio abandona la casa, aunque en la despedida le dice al abuelo que regresará en siete lunas para llevarse a una mujer joven. El abuelo está convencido de que esa mujer joven es Adela, lo que le entristece por ser aún una adolescente en plena flor de la vida. Para evitarlo, ofrece cambiarse por ella, ya que él tiene 70 años y considera que su momento ha llegado. La peregrina le responde con una frase que da que pensar: «muchos menos abuelo, esos 70 son los que no tienes ya» y le promete que cuando vuelvan a verla, será por el bien de todos y agradecerán su presencia.
Acto 3
Entre el acto segundo y el tercero han pasado las siete lunas, el plazo que marcó la peregrina, y se está celebrando la noche sa San Juan. En Asturias, esta noche es muy tradicional y se relaciona con los milagros, la magia, el baile y el desenfreno alrededor de grandes fuegos repartidos por sus localidades.
La escena comienza con Adela como una parte integrada de la familia, actuando como si fuese la hija, la hermana y la nieta y conversando con el abuelo. Este está preocupado por el aviso que siete lunas antes le hizo la peregrina y le pregunta a la joven si siente algo raro. Ella le dice que no y para tranquilizarle promete avisarle si escucha alguna voz extraña.
Al momento, entra en escena la peregrina seguida de los tres niños. La mujer le pide a Adela hablar en privado, a medianoche, cerca del río donde prenden las hogueras. El abuelo entonces aparece y aprovecha para preguntarle a la peregrina si alguna vez vio a Angélica, a lo que esta responde que no, nunca.
Luego, la peregrina le solicita al abuelo que le deje a solas con Martín, a lo que el anciano accede. Sin embargo, la mujer lo que quiere es que Adela y Martín mantengan una conversación, así que llama a la joven y la deja a solas con él. Este entonces confiesa que Angélica nunca murió, simplemente huyó con amante. No obstante, para proteger su reputación, Martín se inventó la historia del ahogamiento.
Nunca llegó a entender qué hizo cambiar de opinión a Angélica, pues cuando eran novios nunca le fue infiel. Sin embargo, el día que se dieron el sí quiero ella no dejaba de temblar. Después de la boda, Martín cuenta que Angélica permaneció tres días en cama y a todo llorar. Al tercer día salió corriendo y cruzó el río para reunirse con un hombre que la esperaba en la otra orilla con dos caballos.
A pesar de que Martín no dejó de buscarlos durante toda la noche, no dio con ellos y prefirió mentir para no arruinar el recuerdo que la familia tenía de la joven.
Tras contarle la verdad, Martín le confiesa a Adela su amor y ella le corresponde con un beso. No obstante, Martín le explica que su relación no puede ser, pues ha decidido contar la verdad y, estando su esposa viva, no podrán ennoviarse.
Mientras tanto, la peregrina les cuenta una historia a los niños sobre una bella joven a la que, después de mucho tiempo, encontraron. Los niños le preguntan que cuándo ocurrió eso, y la peregrina les dice que aún no ha ocurrido, pero lo hará pronto.
Luego, la mujer se dirige al abuelo y le dice que, tras haber escuchado la conversación entre Martín y Adela, ya entiende por qué tiene que estar ahí.
Acto 4
La noche ha caído totalmente y comienzan las celebraciones de San Juan. Las muchachas y muchachos del pueblo acuden a las casas a buscar leña para hacer las hogueras. Entre ellos, hablan de las supersticiones de esta fiesta, como la de lanzar alfileres al fuego a la hora del alba para tener un año feliz.
Entonces aparece en escena Adela, que pide hablar con su «madre» para contarle lo de Martín. La mujer no se opone a la relación, pues de alguna manera considera que Adela es la sustituta de Angélica. Ilusionada por la respuesta, la joven la pide a su amante pasar por lo menos esa noche juntos, bailando en la verbena.
Cuando toda la familia se va a la fiesta, solo queda en la casa la peregrina. Al poco rato sin embargo aparece una triste Angélica, que regresa a casa tras cuatro años y, no habiendo nadie de su familia con la que desahogarse, le cuenta a la peregrina lo infeliz que ha sido con aquel hombre. Su objetivo ahora es volver a recuperar la relación con su familia y con Martín.
La peregrina le responde que eso es imposible, pues todo ha cambiado y hay una nueva mujer ocupando su lugar. Intenta así convencer a Angélica de que lo mejor es que se vaya y que el resto siga creyendo que está muerta.
Angélica, que desde la venta puede ver a toda su familia bailar y pasarlo bien, entiende las palabras de la peregrina y decide que sí, que lo mejor es morir y dejar un hermoso recuerdo. Aceptando su destino, se dirige al río acompañada de la peregrina.
Cuando el resto de personajes regresa del baile, encuentran en la casa el bastón de la peregrina. Poco después, al alba, escuchan gritos de gente asegurando que han encontrado el cuerpo de Angélica como por arte de magia. La madre llora de pena pero también de alegría, pues ha encontrado a su hija y puede ya poner fin a su tormento.
Desde esa noche, en el pueblo empezó a circular la leyenda de que Angélica era una santa, la «dama del alba», pues a pesar de llevar cuatro años muerta no había perdido ni un ápice de su belleza y seguía siendo como un ángel.
Alejandro Casona: el autor de La dama del alba
Alejandro Casona (nombre con el que firmaba sus obras de arte, pues nació bajo el de Alejandro Rodríguez Álvarez) fue un dramaturgo español que nació en Besullo (Asturias), aunque gran parte de su adolescencia transcurrió en Murcia. Sus estudios superiores fueron en Madrid, en el campus de Estudios Superiores de Magisterio, donde se graduó como profesor.
Como docente contagió su amor por el teatro a sus alumnos, organizando grupos de drama. Gracias a esa vocación, entre 1932 y 1935 fue director y editor del Teatro ambulante o Coro y Teatro del Pueblo, con el que hizo un gran recorrido por toda España representando obras clásicas, muchas de ellas adaptadas por él mismo.
De ideas republicanas, no tuvo más remedio que exiliarse cuando se instauró el régimen franquista. Es en este periodo cuando escribe muchas de sus grandes obras, incluida La dama del alba, Otra vez el diablo o La sirena varada. Su estilo bebe del modernismo de Rubén Darío y del lirismo de Federico García Lorca (resumen de La casa de Bernarda Alba aquí).
Finalmente, pudo regresar a España en los 60 gracias a las políticas «aperturistas» de Franco. No obstante, su teatro nunca fue debidamente valorado y de hecho siempre lo criticaron.
Hoy en día ha recibido el reconocimiento que se merece y sus obras son representadas y leídas. Un ejemplo es que una de sus obras fue elegida para ser representada por grupos de alumnos de la Universidad de Pamplona.
La dama del alba: personajes
Alejandro Cason hace una gran distinción entre los personajes principales y los secundarios. Los protagonistas tienen personalidades mucho más definidas y su tiempo en escena es mayor, mientras que los secundarios tienen un papel mucho más anecdótico.
Repasamos algunos de los aspectos más importantes sobre la construcción de todos ellos.
¿Cuáles son los personajes principales de La dama del alba?
Los personajes principales de La dama del alba son los siguientes:
- Peregrina: representa la muerte, pero de una forma que nadie espera, ya que es una mujer rubia, joven, bella… Su existencia es dolorosa para todo el mundo, incluso para ella misma, pues no puede enamorarse ni acercarse a nadie sin causar daño. Esto le genera mucho malestar, lo que inicia una reflexión sobre el valor de la vida y como la muerte, siempre representada como un ser sin valores, puede tener sentimientos.
- La madre: representa el dolor por la muerte y, más específicamente, por la ausencia y el no saber qué ha ocurrido con su hija.
- El abuelo: es un hombre mayor y muy sabio, lo que le libra de temerle a su propia muerte, aunque sí a la de sus seres queridos.
- Martín: en un primer momento pensamos que es un mal hombre pues no salió a buscar a su esposa desaparecida, pero luego nos damos cuenta de que lo que hizo fue honorable, pues quiso proteger el recuerdo de Angélica.
- Adela: es una bella joven que vuelve a la vida al ser salvada por Martín.
¿Cuáles son los personajes secundarios de La dama del alba?
Los personajes secundarios no tienen tanto peso en la acción, aunque no dejan de ser importantes en cierta medida:
- Telva: es la criada y también ha sido víctima de peregrina, que se llevó a todos sus hijos. Sin embargo, no se queja, pues acepta lo sucedido con valentía y fortaleza.
- Angélica: es secundaria en el sentido de que aparece poco en escena, pero su papel es imprescindible y siempre está presente.
¿Quién es la protagonista de La dama del alba?
Si tuvieses que decir quién es la protagonista de La dama del alba seguro que lo tendrías claro: la peregrina.
Ella es la personificación de la muerte, pero Alejandro Casona tuvo mucho cuidado a la hora de construirla. En lugar de acudir a tópicos como que fuese un hombre vestido de negro y con una guadaña, prefirió que fuese una mujer de aspecto dulce pero al mismo tiempo triste. Con estos dos rasgos logra representar lo que para él es la muerte: un momento que llega y que genera mucha pena, pero que no tiene por qué ser como siempre se ha imaginado.
En cambio, la muerte de La dama del alba se lleva a las personas tras hablar con ellos y hacerles ver que ha llegado su momento, como hace con Angélica. Puede parecer un diálogo cruel, pero consigue que se vaya en paz y sabiendo que es lo mejor para las personas a las que quiere. Por un lado, permite que Martín rehaga una vida a la que ella renunció, cediéndosela de algún modo a Adela. Y por otro lado, le otorga serenidad a una madre que necesitaba enterrarla.
¿Qué representan los personajes de La dama del alba?
Cada personaje de La dama del alba tiene una función, aunque alguna sea más clara que otra (por ejemplo, la peregrina como símbolo de la muerte). No obstante, uno de los simbolismos más bonitos de la obra es el de Adela-Angélica.
Angélica y Adela son la contraposición, o mejor dicho la consecución, la una de la otra, algo de lo que nos damos cuenta en el momento en el que aparece en escena la segunda.
Adela aparece mojada tras haber sido rescatada del río, donde había ido a morir (igual que supuestamente lo había hecho Angélica). Al ser encontrada por Martín y ser llevada a la casa de su familia, se recupera y ocupa el sitio que había dejado Angélica. Es decir, vuelve a la vida, una vida que de algún modo es Angélica quien se la entrega cuando decide morir y ahogarse en el río, como parecía marcar su destino.
¿Cómo era La dama del alba?
La dama del alba es Angélica, algo que descubrimos al final. Por lo tanto, la dama es una mujer joven y muy bella, una característica que no pierde ni después de muerta.
¿Qué hizo Martín la noche que desapareció Angélica La dama del alba?
A pesar de lo que mucha gente llegó a pensar, Martín realmente buscó a Angélica, pero en cierta manera dejó de hacerlo (a pesar de la rabia) para dejarla ir, pues comprendió que Angélica había tomado su decisión.
¿Qué le pasó a la familia de Telva La dama del alba?
La familia de Telva (sus siete hijo) murieron en un accidente en la mina. En ese mismo accidente estaba el abuelo, que llegó a ver a la peregrina llevándose a las víctimas.
¿Quién es el abuelo en La dama del alba?
El abuelo es uno de los protagonistas de La dama del alba y representa la sabiduría. No teme a la muerte pues sabe que su momento está cerca, e incluso que lo ha estado antes. Eso le hace enfrentar el fallecimiento de su nieta con tristeza pero con entereza, sabiendo que la vida sigue para los que se quedan.
El no tener miedo a su muerte también le hace ofrecerse voluntario para irse con la peregrina y evitar que sea otra persona joven quien tenga que irse.
¿Qué tipo de narrador tiene La dama del alba?
La dama del alba no tiene un narrador per se pues es una obra de teatro. Todo lo que sabemos lo sabemos por el propio diálogo dramático, así que de algún modo todos los personajes son narradores.
¿Quién muere en La dama del alba?
En La dama del alba se menciona la muerte de varias personas (los hijos de Telva, por ejemplo) pero la muerte más significativa, sin duda, es la de Angélica. Incluso no habiendo fallecido aún, su ausencia y la certeza de que nunca volverá mueve los sentimientos de su madre y de su familia.
La dama del alba: análisis de la obra
Tras haber leído nuestro resumen de La dama del alba seguro que te han surgido muchas preguntas sobre su significado. A continuación, vamos a analizar algunos aspectos de la obra.
¿Cuál es el tema principal de la obra La dama del alba?
La muerte es el tema principal de la obra La dama del alba.
El autor hace un tratamiento del tema bastante global, pues utiliza a los diferentes personajes para mostrar cómo cada uno se enfrenta a la muerte y a los sentimientos que esta despierta (desolación en la madre, resignación en el abuelo, aceptación en Martín).
Pero principalmente, la muerte está tratada de forma bastante humana e incluso agradable, algo que resulta evidente cuando el autor decide que personificarla en la peregrina, una mujer con sentimientos e incluso capaz de reír y jugar con niños.
¿Cuál es la trama de La dama del alba?
Ambientada en un entorno rural, asturiano y muy místico, una familia se enfrenta a la muerte desde todas sus fases: negación, aceptación, evitación, desolación. Un día, un personaje aparecerá y lo cambiará todo, dando serenidad y respuestas a un hogar que las necesitaba.
¿Cuál es el conflicto de La dama del alba?
El conflicto se da casi al final de la novela, cuando Angélica reaparece con intención de volver a casa y recuperar lo de antes. La realidad en cambio es que Adela ha ocupado su lugar y, en cierto modo, su vida.
Por lo tanto, el conflicto está lleno de simbolismo. Es un enfrentamiento entre la vida y la muerte. Adela había sido salvada de una muerte segura y había recibido una vida. Angélica por su parte había vivido y ahora encuentra su muerte en vida, pues ya nadie la necesita y todo el mundo ha aceptado su ausencia.
¿Cómo se resuelve el conflicto de La dama del alba?
Peregrina logra solucionar el conflicto haciendo lo que tiene que hacer: llevarse a Angélica. Para que su muerte no sea traumática, sino dulce, le hace ver que es lo mejor que puede hacer por su familia, que tras muchos años llorándola ha encontrado la felicidad.
¿Cuál es la moraleja de La dama del alba?
Tal y como anunció la peregrina, su vuelta es para el bien de todos, y esa es la moraleja. Aunque la muerte siempre se ha visto como algo triste y que trae únicamente desolación, a veces puede traer paz. Se la trae a una familia que necesitaba recuperar el cadáver de una hija, y con él la felicidad y las ganas de vivir.
Lo que Casona no quiere hacer ver es que la muerte es, aunque no queramos verlo y la rechacemos, amiga y compañera de viaje. Sin ella no hay vida.
Algunos aspectos técnicos sobre La dama del alba
Si pronto tienes que enfrentarte a un examen sobre La dama del alba, o si simplemente quieres saber más sobre el libro, estas preguntas que respondemos a continuación te interesan (y mucho).
¿Cuál es la estructura de la obra La dama del alba?
La estructura externa de La dama del alba está compuesta de cuatro actos.
La estructura interna en cambio se divide en solo tres partes:
- Introducción a la historia de la familia, la desaparición de Angélica y la llegada de la peregrina.
- Aparición de Adela en brazos de Martín y todo lo que su llegada supone para la familia (un nuevo motivo de felicidad, la sustitución de Angélica, Martín expresando su amor por Adela y contándole la verdad).
- La muerte real de Angélica, que se va con peregrina.
¿Por qué se llama La dama del alba?
La elección del título no es casual, como nada de lo que escribe Alejandro Casona.
El título hace referencia a Angélica, que a su muerte pasa a ser una leyenda y ser conocida como «la dama del alba». La razón es que su cuerpo, tras cuatro años creída muerta, aparece al alba del día siguiente a San Juan. Desde ese momento se convierte en mito, ya que incluso llevando muerta cuatro años (eso es al fin y al cabo lo que cree la gente), sigue igual de bella que cuando estaba viva.
¿Dónde transcurre la historia La dama del alba?
La obra transcurre en un pueblo asturiano, aunque no se nos dice cuál. Es un espacio muy rural. Esto permite a Casona introducir ciertos elementos del misticismo de Asturias y de sus tradiciones (como las de la noche de San Juan).
¿Qué tipo de lenguaje utiliza La dama del alba?
Como buen asturiano, Alejandro Casona introduce términos de su tierra y de origen popular. Lo hace con orgullo y para enriquecer a los personajes y aportarles realidad, verosimilitud y coherencia, nunca para retratarlos como «incultos».
Por otro lado, el lenguaje del autor es muy lírico y está lleno de metáforas, sinestesias, comparaciones e imágenes. Esto, unido al misticismo de la historia, crea un ambiente mágico que ayuda a crear esa imagen de la «belleza de la muerte».
¿Cuántas páginas tiene el libro de La dama del alba?
La dama del alba, como casi todas las obras teatrales, es un libro muy cortito de ciento cincuenta páginas, por lo que es una lectura rápida.
¿Qué tipo de libro es La dama del alba?
La dama del alba es una obra teatral, concretamente una tragedia en al que se representa un conflicto muy humano: el de la muerte.
Al ser una obra corta, entretenida y fácil de leer, La dama del alba es una lectura muy recomendable. Puedes adquirir una copia del libro a través de este enlace y recibirla pronto en tu casa.