Es casi imposible no haber oído nunca habar de Orgullo y Prejuicio una novela clásica de la literatura mundial escrita por Jane Austen.
El amor lleno de orgullo y prejuicio entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy ha pasado a formar parte de la conciencia colectiva de muchos amantes de la lectura. Publicada por primera vez en 1813 por el mismo editor de Sentido y Sensibilidad (la primera novela de Austen), ha sido reeditada y adaptada en múltiples ocasiones. Otra mucha gente ha llegado a esta obra a través de la también muy famosa película protagonizada por Keira Knightley.
Sea cual sea tu camino para llegar a Orgullo y Prejuicio, te invitamos a conocerla con más detalle en este resumen y análisis de la obra.
Orgullo y Prejuicio: resumen breve
Orgullo y Prejuicio sigue la historia de la Elizabeth Bennet y del señor Darcy. Concretamente se centra en cómo su relación va evolucionando y madurando a lo largo de varios meses.
Elizabeth es una joven con un carácter fuerte, algo poco común en las mujeres de la Inglaterra de comienzos del siglo XIX. Su familia tiene dinero, pero no pertenece a la aristocracia y eso hace que tanto Elizabeth como sus hermanas (Jane, Lydia, Kitty y Mary) tengan que buscar un matrimonio próspero económicamente, pues de eso dependerá su futuro, su honor y el de toda su familia.
La trama principal comienza cuando llegan dos jóvenes solteros (Bingley y Fitzwilliam Darcy). El primero siempre se muestra más amable y pronto se interesa por Jane. El segundo, Darcy, es un hombre borde que enseguida choca con Elizabeth, igual de orgullosa que él y también víctima de sus propios prejuicios sobre las convenciones sociales. No obstante, y aunque ninguno de los dos lo reconoce, también hay pasión entre ambos.
Cuando la madre de las Bennet ve que Bingley y Jane parecen estar iniciando una relación, fuerza sus encuentros en exceso. Mientras, Caroline Bingley, hermana del joven, trata de hacer todo lo contrario pues no cree que los Bennet tengan el estatus social y económico adecuado para unirse a los Bingley. Sus esfuerzos surten efecto y los Bingley, junto a Darcy, terminan yéndose a Londres y dejan de dar señales de vida.
Pasado un tiempo Darcy y Elizabeth vuelven a coincidir y este, que ya ha reflexionado sobre lo que realmente siente, declara su amor a la joven y le pide matrimonio. El problema es que el modo de hacerlo es algo brusco y prepotente, pues deja claro que Elizabeth pertenece a una clase social inferior. Por lo tanto, ella rechaza la pedida.
Sin embargo, la protagonista pronto se arrepiente de ese no, pues se da cuenta de que Darcy en el fondo es buena persona, empieza a ser más amable y menos clasista, y demuestra preocuparse por ella y por su familia. Es entonces cuando reconoce sus propios sentimientos de amor hacia él. Con ese cambio de actitud por parte de ambos, Elizabeth acepta casarse con él e iniciar una relación que, aunque sorprende a muchas personas, se basa en un amor real y no obligado.
Jane por su parte también termina casándose con Bingley, que desoye lo que dicen los convencionalismos y decide seguir lo que le dice su corazón.
Orgullo y Prejuicio: resumen por capítulos
Orgullo y Prejuicio es una novela dividida en 61 capítulos que abarcan varios meses de la vida de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, centrándose especialmente en la relación que ambos personaje establecen. Para escribir un buen resumen de este libro, uno de los grandes clásicos de la literatura, vamos a acudir a cada uno de estos capítulos.
Capítulo 1
En Longbourn, la casa de la familia Bennet, los padres hablan sobre la llegada a Netherfield (una casa vecina aunque lejana) del rico Mr. Bingley, un posible pretendiente para alguna de sus cinco hijas (Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y Lydia). Es sobre todo la madre la que insiste en ello, pues su obsesión es casar a todas sus hijas. El padre en cambio no se muestra tan convencido y no quiere ir a la casa del Bingley a proponerle nada aún.
Capítulo 2
Mr. Bennet finalmente visita al Mr. Bingley, aunque lo mantiene en secreto y no se lo dice a su mujer hasta pasados unos días. Tampoco responde a preguntas sobre la visita, por lo que esta se convierte en un misterio para sus hijas y su esposa.
Capítulo 3
Tras varios intentos frustrados, las chicas Bennet (tanto las hijas como la madre) por fin conocen a Bingley en un baile que él organiza. Acuden allí también las dos hermanas de este (Caroline y Mrs. Hurst) y el señor Darcy, un amigo suyo que se muestra orgulloso y arrogante. Por si fuera poco, se niega a bailar con nadie, especialmente con Elizabeth, de la que dice que no es suficientemente hermosa para él, una descripción que la propia Elizabeth escucha indignada.
Mientras, el que sí que baila es Bingley. Primero lo hace con una amiga de Elizabeth (Charlotte Lucas) pero luego con Jane Bennet.
Capítulo 4
A solas y entre confidencias de hermanas, Jane le confiesa a Elizabeth que siente algo por Bingley. Elizabeth aprueba la relación, pero advierte a su hermana de que primero se asegure de que él también siente algo por ella y que esos sentimiento son reales. En cuanto a las hermanas Bingley, Elizabeth comenta que le parecieron muy snobs, pero a Jane le cayeron bien.
En casa de Bingley este y su amigo Darcy también comparten impresiones; las personalidades de ambos quedan claras a través de sus contraposiciones. Bingley dice haber estado muy a gusto en el baile, mientras que Darcy considera que no había nadie interesante. Sobre Jane los tres hermanos Bingley acuerdan que es toda una belleza, pero de nuevo Darcy está en desacuerdo y cree que no es para tanto.
Capítulo 5
Al día siguiente Charlotte Lucas y su madre visitan la casa de los Bennet para compartir con las mujeres de la casa las impresiones sobre el baile. Coinciden en que Jane parece haber sido la elegida por Bingley y que Darcy es un orgulloso.
Capítulo 6
Jane, y Elizabeth como su acompañante, empieza a pasar tiempo con Bingley y con sus hermanas. En estas visitas Darcy se empieza a fijar en Elizabeth, cuyos ojos y desparpajo le atraen. No obstante, ella se muestra tajante ante cualquier posibilidad de acercarse a él.
Capítulo 7
Las Bennet, sin un heredero varón, están en riesgo de perder su patrimonio según la costumbre británica de la vinculación, por lo que el matrimonio de una de ellas es imprescindible para que Longbourn no sea heredado por algún familiar lejano.
Jane un día es invitada a Netherfield y, por petición de su madre, va en caballo. Debido a la lluvia que cae en su camino hacia allí, la joven enferma y se ve obligada a quedarse un tiempo en casa de los Bingley hasta recuperarse. Esto alegra a su madre, que era lo que ella esperaba que pasase para que su hija y Bingley pudiesen estar más tiempo juntos. Preocupada por su hermana Elizabeth se empeña en ir también a Netherfield y cuidar allí de ella.
Mientras, Lydia y Kitty Bennet coquetean con los soldados destinados en Meryton cuando van allí a visitar a su tía, la señora Phillips.
Capítulo 8
Mientras Elizabeth cuida de Jane, los Bingley y Darcy hablan de ella en una conversación de sobremesa. Las hermanas Bingley creen que es una joven demasiado orgullosa, pero su actitud en cambio sí gusta a Bingley y especialmente a Darcy, que admira su fortaleza y su determinación. Hablan también de que, aunque tienen tierras, la familia Bennet no está del todo bien posicionada, por lo que casar a todas sus hijas será complicado.
Más tarde, cuando Jane está dormida, Elizabeth se une a los Bingley y a Darcy en el salón y allí conversan sobre lo que es realizarse como mujer. Elizabeth tiene una opinión muy formada al respecto y contraria a la de Darcy, pues la protagonista considera que casarse no es realizarse.
Capítulo 9
La señora Bennet acude a Netherfield a visitar a Jane, que está mejor pero no lo suficiente como para volver a casa. En su visita la madre hace muy evidente que eso le parece perfecto para que su hija y Bingley se acerquen más, una actitud que avergüenza mucho a Elizabeth.
Capítulo 10
Caroline Bingley coquetea constantemente con Darcy, aunque este no le hace caso.
En una nueva conversación en grupo, esta vez sobre el carácter dócil de Bingley, Darcy y Elizabeth vuelven a enfrentar sus posturas.
Luego las hermanas Bingley empieza a tocar y cantar y Darcy, tras mucho tiempo mirando a Elizabeth, la invita a bailar. Sin embargo, ella, que había interpretado la mirada como de desaprobación y la invitación como sarcástica, rechaza bailar con él. Cuando Caroline ve esto aprovecha para burlarse de Darcy y, en privado, le hace ver que sería ridículo que intentase casarse con una Bennet.
Capítulo 11
Jane cada vez se encuentra mejor y ya se une a las reuniones en el salón, donde el acercamiento con Bingley es cada vez más evidente.
Caroline por su parte sigue intentando llamar la atención de Darcy, que se muestra impasible a no ser que sea Elizabeth la que haga algo.
Capítulo 12
Con Jane ya recuperada, las hermanas Bennet abandonan Netherfield. Su ida es vista como positiva especialmente por Caroline, que ve cómo su competencia por el amor de Darcy se marcha.
Capítulo 13
Ya con todas las hijas en casa, el señor Bennet anuncia a su familia que esa tarde les visitará el señor Collins, un primo que, si no hay pronto un matrimonio, heredará el patrimonio familiar. Al parecer Collins es un cura, ferviente creedor en Dios, y se encuentra bajo la protección económica de Lady Catherine De Bourgh.
Cuando Collins llega se muestra complaciente con los Bennet, especialmente con las cinco hijas.
Capítulo 14
Tras la cena, Collins, ante las preguntas de la señora Bennet, habla de su protectora de manera efusiva y algo forzada, lo que hace que el señor Bennet piense que es un hombre absurdo. Además, habla con demasiada solemnidad y acapara mucho las conversaciones con sus aburridos monólogos.
Capítulo 15
En este capítulo conocemos mejor las intenciones de Collins. Su objetivo es casarse con una de las hijas Bennet para acaparar una riqueza propia y no depender del dinero de Lady Catherine, sin el cual sería pobre. Aunque en un principio se interesa por Jane, cuando se entera de que esta parece estar ya medio comprometida con Bingley, empieza a cortejar a Elizabeth.
Durante un paseo de las hermanas a Meryton en compañía de Collins, el grupo se encuentra con el señor Denny, un soldado ya conocido por Kitty y Lydia. Este les presenta al señor Wickham. Mientras conversan con ellos, aparecen Bingley y Darcy, que se muestra incómodo ante la presencia de Wickham.
Cuando se despiden de todos, continúan hasta casa de los Phillips, que tras conocer a Collins deciden organizar una cena para toda la familia a la que también acudirá Wickham.
Capítulo 16
Al día siguiente, en la cena en casa de los Phillips, Collins elogia de nuevo con efusividad a Lady Catherine y a su mansión.
Mientras, Elizabeth conversa con Wickham de manera coqueta pero también intentando averiguar qué pasó entre él y Darcy. Descubre así que el problema viene de cuando Darcy privó a Wickham de recibir una herencia que el padre de Darcy le había dejado por ser el hijo de un fiel sirviente. A Darcy le dio igual esto y le dio lo que le correspondía a Wickham a otra persona. Wickham cree que ese desprecio se debía a que el viejo Darcy parecía quererle más a él que a su propio hijo. Cuando escucha toda el relato, Elizabeth se siente indignada y plantea hacer algo para desenmascarar a Darcy. Sin embargo, Wickham no quiere hacer nada por respeto al señor Darcy, al que también él quiso como a un padre.
Elizabeth descubre entonces más cosas, que Darcy puede llegar a ser generoso pero solo cuando se trata de evitar la deshonra a su familia. También se entera de que tiene una hermana, Georgina, a la que quiere mucho y con la que Wickham da a entender que tuvo un romance.
Pero lo que más sorprende a Elizabeth es escuchar que Darcy es sobrino de la famosa Lady Catherine y que planea casarse con la hija de esta para unir las grandes fortunas de ambas familias.
Capítulo 17
Los Bingley organizan un nuevo baile e invitan a todo el mundo. El deseo de Elizabeth es bailar con Wickham, aunque por insistencia de Collins le reserva a su primo los dos primeros bailes. Sin embargo, cuando se entera de que Collins está considerando casarse con ella empieza a mostrarse más fría con él para evitar cualquier insinuación.
Capítulo 18
Ya en el baile a Elizabeth no le queda otro remedio que concederle los dos bailes a Collins, pues Wickham no está ahí. Después, Darcy la invita a bailar y ella, sorprendida, accede. Durante el baile Elizabeth se burla continuamente de la actitud de Darcy y le deja caer que sabe todo gracias a Wickham. Esto enfurece a Darcy, aunque no lo demuestra.
Jane, que sabe la historia por su hermana Elizabeth, le comenta lo de la discusión entre Wickham y Darcy a Caroline y a Bingley. Estos le piden que advierta a Elizabeth de que todo es mentira y que es Wickham quien maltrató a Darcy y no la revés. Elizabeth no cree nada de eso y se convence de que si defienden a Darcy es por la amistad que les une, no porque todo lo que le ha contado Wickham sea mentira.
En el baile, Collins se presenta a Darcy tras enterarse de que es el sobrino de Lady Catherine. Lo hace a pesar de que Elizabeth le dice que no es lo correcto según los límites sociales, especialmente teniendo en cuenta su efusividad.
Jane y Bingley se muestran cercanos, lo que alegra a toda la familia Bennet y en especial a la madre, que no deja de hablar de un compromiso que da ya por hecho. Esta actitud avergüenza a Elizabeth, que odia que su familia no se dé cuenta de que no están en el mismo estatus social que el resto.
Capítulo 19
Al día siguiente Collins le pide matrimonio a Elizabeth en uno de sus largos discursos. Le hace esta propuesta más como un acuerdo comercial por el tema de la herencia que por otra cosa. Elizabeth rechaza casarse por otra razón que no sea el amor, pero Collins no acepta su negativa.
Capítulo 20
Cuando la señora Bennet se entera de que Elizabeth ha rechazado el matrimonio con Collins le pide a su marido que haga cambiar a su hija de opinión y que la obligue a casarse si fuese necesario. El señor Bennet se niega a hacer eso porque no cree que Collins sea un buen pretendiente para Elizabeth, pero su esposa insiste. Por suerte, tras sus continuas negativas, Collins acepta el no de Elizabeth.
Capítulo 21
Tras el rechazo de Elizabeth, Collins vuelve su interés hacia Charlotte.
Las hermanas Bennet acuden a visitar a sus tíos a Meryton y allí Elizabeth vuelve a coincidir con Wickham.
A su regreso se encuentran una trágica sorpresa. En una carta dirigida a Jane, Caroline le explica que toda la familia Bingley se ha ido a Londres y allí permanecerán seis meses. El objetivo de dicho viaje es celebrar el matrimonio de Bingley con Georgina Darcy. Jane queda destrozada por la noticia, aunque Elizabeth intenta consolarla diciéndole que todo es una artimaña de Caroline para evitar que Bingley, por mucho que quiera a Jane, no se case con alguien de menor estatus social, pero que él terminará regresando.
Capítulo 22
La relación entre Collins y Charlotte se estrecha, por lo que Collins termina pidiendo su mano. Ella acepta y sus padres aprueban el matrimonio. Collins se va de Longbourn sin informar de nada de esto a los Bennet, aunque insinúa que no se irá lejos.
No es hasta más tarde que Charlotte le da la noticia a su amiga Elizabeth, que se sorprende pero intenta que no se le note. La decisión de Charlotte no le hace gracia, pues considera que el compromiso obedece solo a cuestiones materialistas.
Capítulo 23
Cuando toda la familia Bennet termina enterándose del compromiso de Collins y Charlotte, la señora Bennet se enfada con Elizabeth por haber rechazado ella misma tan buen trato. A Elizabeth esto le da igual, pues sabe que es un matrimonio sin sentido y ella no querría haberlo protagonizado. Su poco interés por esa relación hace que su amistad con Charlotte vaya enfriándose.
Jane por su parte contempla triste la falta de correspondencia por parte de los Bingley.
Capítulo 24
Jane recibe una nueva carta de Caroline en la que está se jacta una vez más de que el matrimonio entre su hermano y la señorita Darcy ocurrirá pronto. Elizabeth cree que Darcy y Caroline planeaban esa unión desde hace tiempo y se siente engañada.
Wickham, que visita con frecuencia a la familia Bennet, pronto extiende el rumor da la nueva maldad realizada por Darcy contra las hermanas.
Capítulo 25
La tía Gardiner es consciente de la tristeza de Jane, por lo que le plantea a Elizabeth llevarse a su hermana a Londres en un viaje que va a hacer para así distraerla. Elizabeth le dice que le parece buena idea y, en su fuero interno, desea que Jane acepte para que, una vez en Londres, se reúna con Bingley y puedan hablar.
Capítulo 26
Gardiner, que se lleva realmente bien con su sobrina Elizabeth, le pregunta a esta sobre su evidente atracción por Wickham y le pide que sea cautelosa, pues no le conviene casarse con alguien con tan poca prospección económica. No obstante, ese dilema nunca llega, pues Wickham empieza a cortejar a otra joven que recientemente ha heredado bastante dinero. Esto a Elizabeth no le hace sentir absolutamente nada, ni celos, ni rabia… Por lo que se da cuenta de que quizá no estaba enamorada de Wickham.
Mientras, Collins y Charlotte se casan.
Capítulo 27
Tras romper de forma amistosa con Wickham, Elizabeth toma la decisión de cambiar de aires e ir a hacer una visita a Charlotte, que ahora vive en Hunsford junto a Collins. Durante el trayecto, Elizabeth para a visitar a los Gardiner y a su hermana Jane, que parece tener días buenos pero también malos en los que está sumida en una depresión.
Capítulo 28
Ya en Hunsford Elizabeth se reencuentra con Charlotte. Enseguida nota que no hay amor entre ella y Collins, pero tampoco la ve infeliz.
Estando allí Elizabeth ve un día a la hija de Lady Catherine De Bourgh, la futura esposa de Darcy, que visita a los Collins para invitar al matrimonio y a Elizabeth a una cena. Elizabeth enseguida detecta que, aunque es es una mujer joven, no parece tener una buena salud.
Capítulo 29
Durante la cena Elizabeth tiene la oportunidad de conocer también a la famosa Lady Catherine, una mujer bastante clasista con la que no congenia. Elizabeth la ve como una déspota a la que le gusta ser adulada y dejar claro que ella tiene más dinero que el resto.
Capítulo 30
Elizabeth decide permanecer más tiempo con los Collins, retomando así su amistad con Charlotte. No obstante, estar ahí también implica ir a cenar un par de veces a la semana a la casa de Bourgh, donde el ambiente no es el mejor.
Dos semanas después Elizabeth se entera de que Darcy y un primo suyo van a visitar a las Bourgh. A Elizabeth la noticia le sienta bien, pues quiere ver a Darcy, poder conversar con él en las cenas con las Bourgh y ver cómo este interactúa con su futura esposa.
En su primer encuentro la protagonista trata de sonsacar información a Darcy sobre los Bingley y sobre qué les pasó exactamente con Jane. Sin embargo, Darcy parece no saber mucho y no le cuenta nada.
Capítulo 31
En la primera cena que todos comparten en la casa de Lady Catherine Elizabeth congenia muy bien con el Coronel Fitzwilliam, el primo de Darcy.
Tras el banquete Elizabeth toca el piano para todos y Darcy se acerca a tocar con ella; una situación que hace evidente su atracción y complicidad. Esto molesta mucho a Lady Catherine, que se dedica a criticar a Elizabeth y a su gusto musical. En realidad lo que siente es rabia porque Darcy no muestra en ningún momento afecto hacia su hija.
Capítulo 32
A la mañana siguiente Darcy visita la casa de los Collins, en la que en ese momento solo está Elizabeth. Cuando se encuentran empiezan a hablar de varios temas, entre los que sale el tema de la familia.
Cuando Charlotte regresa de dar un paseo junto a su hermana, que también está de visita, Darcy se va. No obstante, tanto él como Fitzwilliam empiezan a visitar con frecuencia a las damas, lo que hace que Charlotte piense que Darcy siente algo por Elizabeth. Cuando se lo comenta a su amiga, esta se ríe considerándolo algo absurdo, pues ella piensa que quien quiere cortejarla es Fitzwilliam.
Capítulo 33
Los encuentros con Darcy son cada vez más frecuentes, pero Elizabeth sigue convencida de que lo que quiere es casarla con su primo Fitzwilliam.
En otro paseo a quien se encuentra es a Fitzwilliam, que le comenta que al ser el hijo menor de su familia debe elegir a una mujer rica, dejando caer que no puede pedirle matrimonio a Elizabeth aunque quisiera. La protagonista lo entiende, pero lo que no entiende es lo que le dice después. Al parecer Darcy dio consejos sobre el matrimonio a un buen amigo para que no se casase con quien no debía. Elizabeth sobreentiende que ese amigo es Bingley y que lo que Darcy le dijo es que no se casase con Jane ya que su economía no era suficientemente buena. Esa posibilidad de haber sido de algún modo traicionada por Darcy hace que Elizabeth sufra un fuerte dolor de cabeza que usa como excusa para no ir a cenar en la casa de las Bourgh y así no tener que ver a Darcy.
Capítulo 34
Sola en casa mientras el resto cena en la casa Bourgh, Elizabeth oye que alguien llama a la puerta. Acude a abrir y se encuentra allí a Darcy. Lo que viene después aún sorprende más a Elizabeth: Darcy le declara su amor y le dice que quiere casarse con ella. El problema llega cuando le explica que si no se lo ha pedido antes era porque su familia le parecía demasiado vulgar y pobre. Esto enfada tanto a Elizabeth que responde con una fuerte negativa a su proposición de matrimonio. Le reprocha lo que hizo con Jane, su arrogancia y lo mal que trató a Wickham, razones para ella suficientes para rechazarlo.
Darcy le contesta que la única razón que tiene para rechazarle es haberle expresado sus dudas por lo que acababa de decir de su familia, que lo demás eran todo excusas. Elizabeth le dice que no, que ni con una pedida más caballeresca hubiese aceptado. Darcy entonces se va y Elizabeth se echa a llorar, pues sabe que ella desea casarse con Darcy pero no quiere admitirlo ni unirse con alguien tan arrogante como para herir a Wickham y a Jane.
Capítulo 35
Al día siguiente Elizabeth sale a pasear pero cambia la ruta para evitar encontrarse con Darcy. Sin embargo, él da con ella, le entrega una carta sin mediar palabra y se va. Elizabeth no pierde tiempo y lee las palabras de Darcy.
En la carta el joven decía que efectivamente disuadió a Bingley de escoger a Jane como esposa, pero no solo por su familia, sino porque a su parecer Jane no se mostraba lo suficientemente cercana a Bingley, sino más bien amistosa y correcta.
También niega las acusaciones de Wickham. Según Darcy a la muerte de su padre sí le dio a Wickham el dinero que este le pidió para estudiar Derecho. Sin embargo, Wickham pronto abandonó los estudios y despilfarró todo el dinero. Cuando quiso pedirle más, Darcy se negó. Como venganza y como modo de hacerse con la fortuna familiar, Wickham convenció a su hermana Georgina, que entonces solo tenía quine años, de fugarse juntos. Por suerte Darcy se enteró a tiempo y pudo evitarlo.
Capítulo 36
Elizabeth no sabe si creerse lo que le cuenta Darcy en la carta, aunque empieza a plantearse la verdad detrás de las palabras. Al fin y al cabo, es cierto que el comportamiento de Wickham fue raro: le contó a la que entonces solo era una desconocida una historia muy personal, luego se dedicó a extender rumores y finalmente dejó a Elizabeth por una mujer más rica. También reconoce que es cierto que Jane a veces, por timidez, podría haber parecido poco interesada en Bingley, y que las críticas de Darcy a su familia no eran del todo infundadas, especialmente por el comportamiento de su madre, siempre obsesionada por el matrimonio de sus hijas.
Se da cuenta entonces de que ha prejuzgado a Darcy y que eso la ha cegado. Regresa entonces a la casa de los Collins para enterarse de que Darcy y Fitzwilliam habían estado allí para despedirse, pues se marchaban de la zona.
Capítulo 37
Lady Catherine invita de nuevo a Elizabeth y a los Collins a cenar a su casa. Allí Elizabeth fantasea divertida con cómo habría reaccionado esa mujer tan clasista si se hubiese presentado allí como futura señora Darcy.
En sus últimos días en la casa de los Collins, Elizabeth reflexiona sobre Darcy. No se arrepiente de haberle rechazado, pues ella quiere casarse con alguien a quien esté segura de amar. Sin embargo, se arrepiente de haberlo prejuzgado incorrectamente. También se da cuenta de que la falta de decoro de su familia podría haberle costado un matrimonio a Jane.
Capítulo 38
De regreso a casa de sus padres, Elizabeth pasa por la de los Gardiners para recoger a su hermana, que también va a volver. Aunque Elizabeth quiere contarle a Jane todo, prefiere esperar un poco a hacerlo.
Capítulo 39
Ya en la casa familiar, Elizabeth y Jane son recibidas por sus hermanas Kitty y Lydia, que están tristes porque los oficiales con los que tanto alternaban se van a ir. Además, les comentan que la que era el interés romántico de Wickham se marcha, por lo que el joven volvería a estar disponible. Sin embargo, Elizabeth evita encontrarse con él.
Capítulo 40
Al día siguiente Elizabeth por fin le cuenta a Jane lo que Darcy le escribió en la carta, aunque no le comenta nada del asunto de Bingley para no hacerle sufrir. Jane se sorprende más que por lo de la pedida por la verdad sobre Wickham. Las hermanas consideran contarle a todo el mundo la verdad sobre este joven, aunque deciden no hacerlo para no calumniar a Georgina Darcy. Además, se supone que Wickham se irá pronto con el resto de oficiales.
Capítulo 41
Antes de irse, la mujer de un coronel invita a Lydia a acompañarla a Brighton (el siguiente destino de los oficiales). Elizabeth cree que no es una buena idea, pues estar con esa mujer solo aumentará la frivolidad de su hermana pequeña. Su padre en cambio piensa que no ocurrirá nada y que además ningún oficial intentará nada con ella porque no es un buen partido a nivel económico.
En una última fiesta con los oficiales, Elizabeth coincide con Wickham, que lleva ya un tiempo intentando seducirla de nuevo. Para quitárselo de encima, Elizabeth le deja ver que sabe toda la verdad sobre su pasado y sobre lo ocurrido con Darcy.
Capítulo 42
En este capítulo conocemos un poco más el pasado del matrimonio Bennet. El señor Bennet se casó con su mujer por su belleza, pero pronto vio lo insensata que era y eso alejó a la pareja. Elizabeth por tanto ha crecido en un matrimonio sin amor y no quiere replicar lo mismo, por eso quiere casarse con alguien al que realmente quiera y que realmente la quiera.
Ya está llegando el verano y Elizabeth se siente atrapada en su casa, donde Kitty y su madre insisten con pesadez en querer ir a Brighton con Lydia. Por suerte, y aunque con algo de demora, Elizabeth se va a pasar unas vacaciones a Los Lagos con los Gardiner.
Capítulo 43
Antes de llegar a los Lagos, Elizabeth y los Gardiner paran en Pemberley, la casa de Darcy. Aunque el dueño no está allí aún, algo que Elizabeth agradece, la protagonista se queda embelesada por la belleza de un lugar que, si hubiese aceptado el matrimonio, podría ahora ser suyo. Quien les recibe es el ama de llaves, que para sorpresa de Elizabeth elogia mucho a Darcy, al que describe como un hombre muy amable y bondadoso, especialmente con su hermana.
Mientras están en los jardines llega Darcy. Al principio el encuentro con Elizabeth es incómodo, pero poco a poco va fluyendo. Darcy además se muestra muy cortés con los Gardiner incluso a pesar de ser de una clase social más baja. Darcy le dice también a Elizabeth que al día siguiente le presentará a Georgina.
Capítulo 44
Ya es el día siguiente y Georgina y Darcy acuden a la posada donde se aloja Elizabeth. La protagonista quiere causar una buena impresión a Georgina, que es una joven tímida y que está igualmente nerviosa por conocer Elizabeth. Aparece también Bingley, que se muestra tan encantador como siempre. Este le pregunta en privado a Elizabeth por Jane, dando a entender que se arrepiente de no haberla visto en tanto tiempo.
Los Gardiner por su parte están sorprendidos con Darcy, del que habían oído que era bastante desagradable. Además, se dan cuenta de que está locamente enamorado de Elizabeth.
Manteniendo sus buenos modales, Darcy invita al grupo a cenar en Pemberley al día siguiente.
Esa noche, Elizabeth no deja de darle vueltas a sus sentimientos hacia Darcy.
Capítulo 45
Al día siguiente la señora Gardiner y Elizabeth van a visitar a Georgina. En Pemberley están también Bingley y sus hermanas, que intentan crear tensiones entre Elizabeth y Darcy preguntándole a ella sobre Wickham.
Cuando los Gardiner y Elizabeth se van, Caroline Bingley critica delante de los Darcy a Elizabeth, pero sus malas intenciones no surten efecto. Darcy incluso dice que Elizabeth es una de las mujeres más bellas que ha conocido nunca.
Capítulo 46
Elizabeth recibe unas cartas de Jane con malas noticias: Lydia ha escapado de Brighton con Wickham. Temiéndose lo peor, Elizabeth sale corriendo para buscar a los Gardiner y anunciarles la necesidad de regresar a casa para solucionar lo de Lydia. Sin embargo, al que se encuentra es a Darcy, que cuando escucha lo ocurrido intenta consolarla. En ese momento Elizabeth se da cuenta de que lo ama, pero que casarse con él es más imposible que nunca ahora que Lydia ha deshonrado a la familia.
Capítulo 47
Elizabeth y los Gardiner vuelven a la casa de los Bennet. Allí la desolación es patente, pues todos creen que Wickham no tiene intención de casarse con Lydia, lo que sería una gran deshonra.
Capítulo 48
Lydia sigue sin aparecer, aunque el señor Bennet y el señor Gardiner se han ido a Londres a buscarla. Su plan es preguntar en cada hotel y también al Coronel Foster, para ver si él puede sacar algo de información entre los oficiales. Lo que descubren es que Wickham debe mucho dinero y por eso se esconde.
Aunque Gardiner se queda en Londres, el señor Bennet regresa a casa lleno de culpabilidad por lo ocurrido con Lydia.
Capítulo 49
A los días el señor Bennet recibe una carta del señor Gardiner en la que le anuncia que ha dado con Wickham. Al parecer el joven ha accedido a casarse con Lydia a cambio de parte de la herencia de los Bennet y de recibir 100 libras mensuales. No es una cifra exorbitada (posiblemente porque Gardiner de buena fe ya le ha dado algo para proteger a los Bennet) así que el señor Bennet acepta.
A la señora Bennet el desenlace de lo acontecimientos le parece perfecto y comienza los preparativos de la boda.
Capítulo 50
El señor Bennet quiere averiguar cuánto ha pagado el señor Gardiner a Wickham para devolvérselo. En cambio las preocupaciones de su esposa son cosas banales, como el vestido de Lydia. Esto enfurece al señor Bennet, que le dice que no dará ni un centavo para comprar vestidos nuevos.
Elizabeth está apenada por ese matrimonio, ya que significa que Darcy ya no querrá casarse con ella y unirse a la misma familia en la que está Wickham.
Capítulo 51
Después de casarse pero antes de mudarse al norte, Lydia y Wickham visitan a la familia Bennet. Aunque ella esperaba ser felicitada por todas sus hermanas, Lydia recibe enfado por parte de ellas, que desaprueban todo lo que ha hecho. Además, les resulta evidente que Wickham no siente nada por ella, aunque ella por él sí.
Lydia cuenta que a su boda asistió Darcy, aunque se supone que era en secreto. Sorprendida, Elizabeth escribe a la señora Gardiner para saber más detalles sobre su presencia.
Capítulo 52
En su respuesta la señora Gardiner le explica a Elizabeth que en realidad fue Darcy el que solucionó todo. Fue él y no el señor Gardiner el que encontró a Wickham y le dio dinero para que este se casase con Lydia. Sin embargo, no quería que los Bennet lo supiesen y les pidió a los Gardiner que mantuviesen su secreto. La señora Gardiner acaba la carta diciendo que cree que si hizo todo eso fue movido por su amor hacia Elizabeth.
Elizabeth entiende que para Darcy tuvo que ser duro tragarse su orgullo y darle dinero a Wickham, pero le cuesta creer que el motivo fuese el amor que siente hacia ella.
Capítulo 53
Una vez Lydia ya se ha ido, los Bennet reciben la noticia de que Bingley va a regresar a Netherfield. Jane le dice a Elizabeth que no quiere verlo, pero su hermana cree que debe ser optimista pues sabe que Bingley siente algo por ella y supone que Darcy también ha quitado el veto a la pareja.
Efectivamente, cuando regresan, Darcy y Bingley visitan a los Bennet. Sin embargo, la visita es algo incómoda porque, como siempre, la señora Bennet se muestra vulgar. No hace más que ensalzar el matrimonio de Lydia con Wickham y además trata mal a Darcy, algo que a Elizabeth enfada porque ella sabe que sin su ayuda y su dinero todo habría sido muy diferente.
Capítulo 54
En la cena Bingley y Jane se sientan juntos y conversan, mostrándose el afecto que nunca han dejado de sentir el uno por el otro. En cambio, Elizabeth y Darcy apenas pueden hablar. Además, el joven anuncia que estará unos días fuera en Londres.
Capítulo 55
A los días Bingley vuelve a casa de los Bennet y pasa un par de noches allí. Aunque está mucho tiempo con Jane, no llegan a quedarse nunca solos hasta una noche antes de la cena. Es en ese momento cuando él le pide matrimonio a ella, una noticia que toda la familia celebra con alegría.
Capítulo 56
A la mañana siguiente y totalmente por sorpresa, Lady Catherine visita Longbourn y pide hablar en privado con Elizabeth. Le dice a la protagonista que ha oído rumores de que se va a casar con Darcy. Elizabeth le reprocha esa falta de decoro y le dice que no va a responder a ninguna de sus preguntas. Lady Catherine le prohíbe entonces casarse con Darcy y se marcha furiosa.
Capítulo 57
Elizabeth sigue molesta por la conversación con Lady Catherine. Su tristeza aumenta aún más cuando su padre le dice que ha recibido una carta de Collins en la que este le dice que hay rumores sobre Darcy y Elizabeth y le aconseja que como padre no apruebe un matrimonio que tanto enfadaría a Lady Catherine. El señor Bennet se ríe de la carta pues para él su hija y Darcy siguen detestándose.
Capítulo 58
A los pocos días Darcy regresa y acude a Longbourn con Bingley. En esa ocasión sí tiene la oportunidad de hablar y caminar a solas con Elizabeth, que aprovecha para agradecerle todo lo que hizo con el asunto de Lydia. Darcy le confirma que si hizo eso fue por que la ama y que sus sentimientos no han cambiado desde que le pidió matrimonio. Le pregunta a Elizabeth si los suyos han cambiado y ella le responde que sí, que ahora reconoce que también lo ama. Sin decirlo clara o abiertamente, se comprometen en ese paseo.
Hablan también de cómo fue la anterior pedida y de cómo los dos han reflexionado sobre lo ocurrido. Se han percatado del orgullo de uno y de los prejuicios de la otra.
Capítulo 59
Al día siguiente Darcy y Bingley visitan de nuevo Longbourn. Para dejar a Bingley y a Jane solos, la señora Bennet (ajena a lo que realmente hay entre ellos) anima a Elizabeth y a Darcy a irse de paseo. Es durante el camino cuando Darcy le dice a Elizabeth que esa misma noche pedirá su mano a su padre.
Efectivamente, esa noche el señor Bennet se entera de todo y, tras hablar con Darcy, pide ver a su hija. Le explica que está sorprendido, pues pensaba que Elizabeth detestaba a Darcy. Sin embargo, ella le explica que ya no es así y que se aman. El señor Bennet aprueba entonces el matrimonio.
Cuando Elizabeth le cuenta la noticia a su madre, esta también se sorprende, pero cuando recuerda la fortuna de Darcy todas sus dudas se disipan. A partir de ese momento además deja de tratar con desdén a Darcy.
Capítulo 60
La noticia del compromiso empieza a extenderse. Darcy escribe a Lady Catherine para contárselo, que obviamente no se lo toma muy bien. Mientras, Elizabeth escribe a los Gardiner, que responden con felicidad a un compromiso que tan claro vieron.
Capítulo 61
Después de casar a tres de sus hijas la señora Bennet está muy feliz.
Elizabeth vive con Darcy y con Georgina (con al que se lleva muy bien) en Pemberley, a donde su padre va mucho a visitarla.
Bingley y Jane también dejaron Netherfield para alejarse de la intensidad de la familia Bennet.
Lydia por su parte a veces escribe a sus hermanas y les pide algo de dinero, algo que ellas aceptan como forma de cuidarla.
Personajes de Orgullo y Prejuicio
Los protagonistas de Orgullo y Prejuicio son claramente Elizabeth y Darcy. La pareja de hecho ha pasado a ser ya un clásico de la literatura inglesa (y mundial), llegando a estar casi al mimo nivel que Romeo y Julieta de William Shakespeare.
A los dos enamorados les acompañan otros personajes, a través de los cuales Jane Austen hace un retrato de la sociedad de comienzos del siglo XIX, en la que las diferencias de clases, incluso dentro de aquellos que tenían dinero, eran evidente y regían las personalidades, emociones y acciones de todo el mundo.
Elizabeth Bennet
Elizabeth es una joven que contrasta con la realidad que le ha tocado vivir. Cuando de ella, como mujer en edad de casarse, todo el mundo espera decoro, complacencia y obsesión por los hombres, ella muestra carácter y una actitud crítica hacia el sistema.
Ese nadar a contracorriente también le ha hecho desarrollar un gran orgullo y moverse por prejuicios, como los que le hacen catalogar a Darcy directamente como mala persona porque es rico.
Fitzwilliam Darcy
Es un joven rico, altivo y, en un principio, bastante borde. No obstante, según avanza la novela y empieza a relacionarse con Elizabeth, muestra un fuerte sentido de la justicia y es eso lo que le hace priorizar ayudar a los Bennet, a pesar de su clase social.
Él es un reflejo de cómo la no división por clases y el contacto entre personas de diferentes estatus puede aumentar la tolerancia, el respeto y la comunicación.
Jane Bennet
Es la hermana mayor de Elizabeth y su gran confidente. Viven una situación parecida en cuanto al amor y a querer casarse lejos de los convencionalismos. Sin embargo, Jane es mucho más inocente y acepta el papel que le ha tocado, solo que tiene la suerte de enamorarse desde el primer momento. El hecho de ser correspondida pero que su matrimonio sea imposible por el tema económico le genera mucho dolor, sobre todo porque las que deberían ser sus cuñadas la tratan mal por no ser suficientemente rica.
Bingley
Igual que Jane, es amable e inocente, pues hasta cierto punto piensa que con querer a su esposa es suficiente. Esto le hace ser muy manipulable por su hermana pero también por los consejos de Darcy. En este sentido no evoluciona mucho, solo se ve cierto desarrollo al final cuando se casa con Jane a pesar de todo (pero hasta cierto punto también lo hace porque Darcy «se lo permite»).
La señora Bennet
La madre de las Bennet está obsesionada con el matrimonio de sus hijas y el dinero de sus futuros maridos. Eso le hace tener una actitud algo vulgar, frívola y muy excéntrica que avergüenza sobremanera a Elizabeth.
El señor Bennet
Es el punto contrario de su mujer. Obviamente quiere que sus hijas se casen y que no lo deshonren pero no muestra interés alguno por el tema. Esa actitud y esa falta de reproche y opinión sobre cualquier cosa que hace su mujer, enervan a Elizabeth, aunque entiende el cansancio que debe suponer un matrimonio así.
Wickham
Es un oficial del ejército y en un principio se presenta como hombre noble. Elizabeth se cree todo lo que le dice porque sus prejuicios le hacen creerse su versión de chico pobre al que el chico rico (Darcy) trató injusta y egoístamente. Sin embargo, al final se descubre que es un mentiroso y que extiende rumores para poder salirse con la suya. Lydia, la hermana de Elizabeth, es la mayor víctima de esos engaños.
Lydia
Es la hermana de Elizabeth y, junto a Kitty, es la más parecida a su madre. Ella también se muestra frívola y obsesionada con los hombres, pero desde una perspectiva muy infantil y poco racional. Esto le hace acabar huyendo con Wickham y poner en peligro el futuro de toda su familia.
Collins
Es un pariente lejano de los Bennet y su actitud pone de los nervios a todo el mundo, en especial a Elizabeth. Es un hombre que se guía también por el dinero y las apariencias y cuya obsesión es escalar socialmente. De algún modo, se deja llevar por el mejor postor, siendo este Lady Catherine (su mecenas), Elizabeth o Charlotte Lucas.
Lady Catherine
Es una mujer soberbia que representa el clasismo más extremo. Considera que todo el mundo debe escuchar sus opiniones y adularla. Muestra un gran desagrado por Elizabeth y por los Bennet en general, a los que considera inferiores.
Análisis de los temas tratados en Orgullo y Prejuicio
Orgullo y Prejuicio es una de las obras maestras de Jane Austen. En ella la autora aborda temas que le preocupaban como mujer de una época que la oprimía. Así, reflexiona y pone en evidencia a través de sus personajes aspectos como los convencionalismos sociales o el papel de la mujer en la familia y en la sociedad.
Por supuesto, también trata el tema del orgullo y de los prejuicios.
El orgullo y el prejuicio
Estos dos elementos dan título a la novela y, como es obvio, son importantes en el transcurso de la trama.
El orgullo actúa como una barrera constante por la que la cual los personajes (sobre todo Elizabeth) no pueden ver la realidad y se guían solo por sus propias convicciones. Darcy por ejemplo pone trabas a su amor con Elizabeth por su orgullo de hombre rico. Y Elizabeth pone las mismas trabas por su orgullo de mujer que no quiere caer en las convenciones sociales. Al final de la novela ambos personajes se ayudan para eliminar ese orgullo. No obstante, la visión de la autora parece algo pesimista en este sentido pues el resto de personajes (también orgullosos) no cambian.
Los prejuicios también tienen un papel fundamental en la obra. Son concretamente los prejuicios de clase los que protagonizan la obra. Austen reflexiona así sobre cómo todo el mundo piensa saber cómo es el resto solo por el dinero o las tierras que poseen.
La familia
La familia une a los personajes que pertenecen a cada una pero también los identifica. Elizabeth por ejemplo no puede desentenderse del hecho de que su familia es «pobre» respecto a otra como la de Darcy, pero tampoco puede desapegarse de la actitud de su madre y de cómo está es percibida por el resto.
Las mujeres
Jane Austen hace una ferviente aunque velada crítica a la situación de las mujeres en el siglo XIX. Es especialmente claro su posicionamiento en contra de los matrimonios por conveniencia, que obligaban a mujeres a casarse única y exclusivamente por los beneficios que el matrimonio otorgaba a su futuro marido y a su padre.
Se tenía por tanto la idea de que la mujer era algo así como una moneda de cambio y que su actitud debía ser complaciente y siempre discreta, sin posibilidad de opinar sobre sus propios asuntos. Además, se daba por hecho que no tenían la inteligencia ni el conocimiento para hacerlo. En contraposición a esa idea, Austen presenta a un personaje como Elizabeth, de carácter fuerte e independiente. De algún modo, este personaje es un reflejo de la propia autora, que nunca se casó, vivió de sus novelas y aconsejó siempre a sus amistades casarse solo por amor.
El clasismo en la sociedad
Muchas veces las novelas que hablan sobre clases sociales (como Fortunata y Jacinta o Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós) evalúan las diferencias entre la nobleza o aristocracia y lo conocido como el pueblo llano. Austen en cambio plantea que esas diferencias, aunque puedan parecer sutiles, también se dan dentro de cada clase. Por ejemplo, dentro de la nobleza hay niveles que marcan las relaciones entre familias.
Eso sí, la autora no reflexiona directamente sobre si esas clases deberían eliminarse, no adopta una postura abolicionista en ese sentido. No obstante, si que parece opinar que es injusto cómo los prejuicios clasistas se utilizaban para definir a las personas. Está igualmente en contra de que se creen relaciones de poder y que estas lleven a un trato humano desigual e indigno.
Por qué es interesante leer Orgullo y Prejuicio
Orgullo y Prejuicio es una fascinante lectura que destaca por varias razones. Primero, es una de las historias más famosas de la literatura inglesa y ha dejado una huella indeleble en nuestra cultura. La emotiva trama romántica, que narra el amor entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, ha sido llevada a la gran pantalla, a series de televisión y a las tablas del teatro en múltiples ocasiones.
Esta obra nos ofrece un retrato deslumbrante y en ciertos puntos satírico de la sociedad inglesa del siglo XIX. Jane Austen, su autora, cuestiona las normas sociales de aquel tiempo, como los matrimonios por conveniencia y la importancia del dinero y la posición social. Así, la novela se convierte en una crítica a las costumbres de la época y en un reflejo de las inquietudes y el pensamiento de entonces. Para ello usa a veces un tono irónico que, según la reseña de Judit Muñoz, le permite a la autora «ridiculizar los aspectos frívolos de la sociedad en la que vive.»
Otro motivo para sumergirse en Orgullo y Prejuicio es la riqueza de sus personajes. Austen nos presenta a individuos complejos y realistas, con sus virtudes y defectos, quienes enfrentan dilemas morales y emocionales a lo largo de la historia. La relación entre Elizabeth y Darcy resulta especialmente cautivadora, ya que ambos personajes deben vencer sus propios prejuicios y orgullos para encontrar el amor verdadero.
Frases famosas de Orgullo y Prejuicio
Como cualquier clásico, hay frases de Orgullo y Prejuicio que son ya conocidas y recordadas por muchos lectores. Estas son algunas:
- «Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa»
- «La vanidad y el orgullo son cosas diferentes, aunque las palabras se usen como sinónimos con frecuencia».
- «El orgullo es un defecto muy común. Mis lecturas me han convencido de que la naturaleza humana es extremadamente propensa a él, y de que hay muy pocas personas que no se sientan satisfechas de sí mismas por tal o cual condición real o imaginaria. La arrogancia y el orgullo son cosas muy distintas, aunque a menudo se tomen como sinónimos. Una persona puede ser orgullosa sin ser arrogante. El orgullo se refiere más a nuestra opinión sobre nosotros mismos; la arrogancia, a lo que deseamos que los demás piensen de nosotros.»
- «La felicidad en el matrimonio es cuestión de suerte. En cualquier caso, el que uno conozca las cualidades del otro no hace que éstas aumenten. Incluso es posible que se transformen en una molestia, de modo que es mejor conocer lo menos posible las características de la persona con quien se ha de pasar toda la vida.»
- «Se equivoca usted, Mr. Darcy, si supone que lo que más me ha afectado ha sido la forma de su declaración, si piensa que me habría ahorrado el mal rato de rechazarlo si se hubiera conducido de modo más caballeroso.»
- «¡Con qué bajeza he obrado —exclamó—, yo, que me enorgullecía de mi inteligencia! ¡Yo que tantas veces he desdeñado el candor de mi hermana y halagado mi vanidad con recelos inútiles o censurables! ¡Qué humillante es este descubrimiento!, pero ¡cuán merecida esta humillación! Ni aun enamorada habría sido desdichadamente ciega. Pero mi locura no ha sido el amor sino la vanidad. Complacida con la preferencia del uno y ofendida por el desprecio del otro, me he dado, desde el principio de nuestra relación, a la presunción y a la ignorancia, huyendo de la razón cuando se trataba de cualquiera de los dos. Hasta este momento no he logrado conocerme a mí misma.»
- «¿Qué no he de deberle? Me ha dado una lección, ciertamente dura al principio, pero muy provechosa; por usted quedé humillado como convenía, usted me mostró cuán insuficientes eran mis pretensiones para complacer a una mujer merecedora de ser complacida.»
Preguntas sobre Orgullo y Prejuicio
A continuación, contestamos a algunas de las dudas más frecuentes sobre la gran novela de Orgullo y Prejuicio.
Argumento y personajes
¿De qué trata la obra Orgullo y prejuicio?
Orgullo y Prejuicio sigue la historia de amor y desamor de Elizabeth Bennet y Darcy. A través de estos personajes la autora, Jane Austen, hace un retrato crítico de la sociedad inglesa de comienzos del siglo XIX, especialmente de convencionalismos alrededor de la figura de la mujer y del matrimonio.
¿Cuántos hijos tuvieron Elizabeth Bennet y Darcy?
En la novela de Jane Austen no se especifica cuántos hijos tuvieron Elizabeth y Darcy. No obstante, la autora inglesa P. D. James escribió una secuela de la famosa obra que en realidad es una novela de misterio y asesinato que utiliza a los clásicos personajes de Austen. En ese relato los protagonistas tienen dos hijos.
¿Cómo se llama la segunda parte de Orgullo y prejuicio?
La autora inglesa P. D. James escribió una novela a modo de secuela titulada Death Comes to Pemberley.
¿Qué sucede al final de Orgullo y prejuicio?
Para alegría de la señora Bennet, tres de sus hijas terminan la novela casadas. Lydia con Wickham, Jane con Bingley y Elizabeth con Darcy, demostrando estas dos últimas parejas que los convencionalismos pueden romperse.
¿Cómo era físicamente Elizabeth Bennet?
Elizabeth Bennet se describe como una joven muy hermosa, de sonrisa agradable y ojos inteligentes.
¿Cuál es el final de Orgullo y prejuicio en el libro?
El libro de Orgullo y prejuicio termina con el feliz matrimonio de Darcy y Elizabeth.
¿Qué pensaba Darcy de Elizabeth?
En un principio pensaba que era una joven arrogante de una clase social inferior a la suya. Al final, cuando el orgullo y los prejuicios ya no le nublan la vista, ve que es una mujer brillante en todos los aspectos.
Relaciones y desarrollo de personajes
¿Qué pasa con el Sr. Darcy y Elizabeth?
Darcy y Elizabeth terminan casándose tras una relación de amor odio en la que los orgullos y los prejuicios no les dejaban ver, ni mostrar, sus verdadera personalidades.
¿Cómo se enamoran Darcy y Elizabeth?
Se enamoran poco a poco, según el orgullo va dejando paso a la pasión.
¿Cómo se le declara Darcy a Elizabeth?
Darcy se le declara a Elizabeth de una manera algo brusca, dándole a entender que la quiere pero que la clase social es algo a tener en cuenta. Además, critica a su familia y la tacha de vulgar.
¿Qué hace Mr. Darcy por Lydia Bennet?
Darcy encuentra a Wickham, el hombre con el que se había escapado Lydia, y le ofrece dinero para que se case con ella y no deshonren así a los Bennet.
¿Cuándo rechaza Elizabeth a Darcy?
Elizabeth rechaza a Darcy la primera que este se le declara, pues considera que el modo de pedirle matrimonio ha sido arrogante y clasista.
¿Cómo era Kitty Bennet?
Kitty Bennet es muy parecida a su hermana Lydia y a su madre. Se presenta como una joven vanidosa y frívola solo interesada por gustar a los oficiales y encontrar marido a toda costa.
¿Quién es la mejor amiga de Elizabeth Bennet?
Charlotte Lucas.
¿Cómo era Jane en Orgullo y prejuicio?
Jane es una joven muy guapa pero víctima de los convencionalismos sociales. Es mucho más inocente que su hermana Elizabeth, por lo que sufre más.
¿Cómo era Elizabeth en Orgullo y prejuicio?
Elizabeth se caracteriza por su carácter independiente y su mirada crítica hacia la sociedad. Es también orgullosa y eso le nubla la mente en ocasiones, pero siempre termina encontrando la solución.
¿Cómo era Lydia en Orgullo y prejuicio?
Es una joven vanidosa, impulsiva y que no toma las mejores decisiones, pues su juicio está nublado por su obsesión de casarse.
¿Qué sucede con Lydia en Orgullo y prejuicio?
Lydia es engañada por Wickham y se escapa con él pensando que se querría casar con ella. Esta no es la intención real de Wickham, pero termina aceptando por el dinero que, a cambio de casarse, le ofrece Darcy. De no haber ocurrido esto, Lydia hubiese deshonrando a toda su familia.
Contexto y estilo
¿Por qué se llama Orgullo y prejuicio?
El orgullo y el prejuicio marcan el comportamiento de Darcy y Elizabeth y por tanto de su relación. Además, son también dos aspectos que Austen considera que rigen la sociedad de su época. De ahí que aparezcan en el título.
¿Dónde se sitúa Orgullo y prejuicio?
Se sitúa en la Inglaterra de comienzos del siglo XIX.
¿Cuál es el tema central de la obra?
El tema central de la obra es la relación de Darcy y Elizabeth como un reflejo de la sociedad decimonónica.
¿Qué tipo de historia es Orgullo y prejuicio?
Orgullo y Prejuicio es un drama decimonónico lleno de romanticismo. Mezcla un tono crítico con toques de humor gracias a personajes como el de la señora Bennet.
Sumergirse en el amor de Darcy y Elizabeth es una de esas experiencias literarias que, si eres amante de la novela de época y del romanticismo, no puedes perderte. No dejes pasar más tiempo la oportunidad de añadir Orgullo y Prejuicio a tu biblioteca comprando el libro, en una bonita edición conmemorativa encuadernada en cartoné, a través de este enlace.