Resumen del libro «Padre Rico, Padre Pobre» de Robert Kiyosaki

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Con toda seguridad, esta no es la primera vez que oyes hablar del libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki. Este superventas, que se considera un libro de no ficción y de finanzas, bien podría ser también de autoayuda, pues nos guía por una serie de reflexiones sobre el dinero y sobre cómo, a lo largo de nuestra vida, nos relacionamos con él.

Publicado por primera vez en 1997 por la casa editorial Warner Books, Padre Rico, Padre Pobre ha acumulado desde entonces más de 32 millones de copias. Además, se ha traducido a 51 idiomas y se ha editado en 109 países, entre los que se incluye España.

Desde entonces, su autor Robert Kiyosaki (Hawaii, 8 de abril 1947) se ha convertido en un referente de las finanzas cuyas predicciones y opiniones se siguen escuchando.

Si no sabes mucho más de este best seller pero has leído otros libro como El cisne negro de Nassim Nicholas Taleb o El método Lean Startup del autor Eric Ries debes leer nuestro resumen de Padre Rico, Padre Pobre.

Resumen Padre Rico, Padre Pobre por capítulos

Aunque parezcan pocos, seis son los capítulos que Robert Kiyosaki necesita para mostrar su tesis sobre el dinero y la riqueza. No hay manera de escribir un buen resumen de este libro que no sea acudiendo a estos capítulos y analizando los muchos aprendizajes que, a través de su historia personal y sus deducciones, el autor nos deja.

Capítulo 1: Los ricos no trabajan por dinero

Robert Kiyosaki empieza su libro hablándonos de su infancia. Cuando era niño, asistió a una escuela pública en la que, en contra de lo que la gente pueda creer en un primer momento, también estaban matriculados muchos niños ricos. De hecho, Robert recuerda que solo él y su amigo Mike se consideraban «pobres». Y dice «se consideraban» pues con el tiempo se ha dado cuenta de que no les faltaba dinero, solo que no vivían con las comodidades y privilegios de sus compañeros. Afirma por ejemplo que él nunca tuvo una bicicleta, mientras que el resto de niños de su clase tenían las mejores del mercado.

El primer trabajo de Kiyosaki

Hartos de pasar lo que ellos consideraban penurias económicas, Robert y Mike deciden buscar una solución para salir de su pobreza. Para ello, se ponen a recolectar plomo con el fin de luego fundirlo y crear monedas. Cuando el padre de Robert se entera, les echa la bronca pues estaban haciendo algo ilegal. Aquí es cuando se nos presenta al primer «padre» de la historia, el padre pobre, pues el progenitor de Robert tenía una mentalidad más pasiva en cuanto a un posible crecimiento económico.

El padre de Mike en cambio representa al padre rico. No amasaba una gran riqueza, per era un gran emprendedor que, poco a poco, construía su cadena de hoteles, comercios y restaurantes. Cuando Mike y Robert acuden a él para mostrarle su negocio del plomo, este reconoce más efusivamente sus ganas y les ofrece trabajo en su empresa.

El dinero debe trabajar para uno

Los dos niños aceptan, aunque Robert se siente engañado cuando como sueldo solo recibe 10 centavos. Harto de la situación, pide consejo a su padre (el padre pobre), que le recomienda dejar el trabajo si el padre rico (el padre de Mike) no le sube el sueldo.

Al solicitar Robert el aumento se encuentra como respuesta el primer aprendizaje que nos deja en su libro. El padre rico le responde que no le va a pagar más pues “Los pobres y la clase media trabajan para ganar dinero. Los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos”. Cuando se da cuenta de que Robert ha entendido su consejo, le explica también que es importante que siga formándose en la escuela, especialmente en el terreno de las finanzas. Finalmente, termina subiéndole el sueldo a 25 centavos.

Capítulo 2: ¿Por qué enseñar especialización financiera?

La historia continúa y da un gran salto, pues Robert ya se encuentra en la edad adulta. Nos cuenta que su amigo Mike se convirtió en el heredero de la fortuna de su padre, que murió en 1990, y consiguió mejorar aún más los números y la proyección financiera de la empresa.

La libertad financiera de Robert

Robert por su parte está ya casado, tiene 47 años y acaba de retirarse. Para él, aclara, la jubilación no tiene por qué implicar obligatoriamente dejar de trabajar, sino la posibilidad de hacerlo. Esa capacidad de decisión la ha conseguido porque sus ingresos y activos aumentan aún sin él ser productivo laboralmente, esto es, ha conseguido la ansiada Libertad Financiera.

Con esta actualización de su vida, Kiyosaki nos introduce en su siguiente lección: la importancia de la educación financiera. A lo largo de los años el autor se ha dado cuenta de cómo las personas nos preocupamos por el dinero pero no por las finanzas. Considera que sin educación ni inteligencia financieras nuestra riqueza está destinada a acabar en deuda y en pérdidas. Recuerda que esta fue una de las enseñanzas del padre rico, que remarcó siempre lo fundamental que era saber sobre finanzas y contabilidad para evitar así estafas, quiebras y la mentalidad de empleado.

Por qué es importante saber de finanzas

El ejemplo más claro que pone es el de la gente que gana la lotería. Nos pide que recordemos cuántos casos hemos visto de personas que, de la noche a la mañana, se convierten en millonarios. Sin embargo, tan pronto como ha llegado, su dinero se evapora porque no saben cómo gestionarlo.

Introduce también por primera los conceptos de «activos» y «pasivos». Los activos son todas esas acciones que nos dinero, mientras que los pasivos nos lo quitan.

Asimismo, destaca el error de pensamiento sobre el matrimonio y lo que supone. Afirma que, efectivamente, dos sueldos implican el doble de ingresos, pero avisa de que se nos olvida que también suponen el doble de gastos.

Capítulo 3: Atienda su negocio propio

En el tercer capítulo Kiyosaki nos pone como ejemplo la historia de Ray Kroc, el empresario que hizo de McDonald’s un imperio multimillonario. En concreto el autor nos cuenta la anécdota que sucedió cuando Kroc dio una ponencia a unos estudiantes de empresariales. A ellos les preguntó muy seriamente cuál era su negocio, a lo que uno de ellos respondió que era sabido por todo el mundo que se dedicaba al negocio de las hamburguesas. Kroc le respondió que estaban equivocados, pues su negocio era el inmobiliario.

Kiyosaki explica así que la gran genialidad de Kroc fue pasar de vender hamburguesas a vender restaurantes, lo que le generaba activos. Introduce así también la diferenciación de la profesión (en el caso de Kroc, vendedor) y el negocio (la venta de bienes inmuebles). La lección que Kroc enseñó a los estudiantes de empresariales es la misma que el padre rico le transmitió a Kiyosaki: es mejor trabajar para uno mismo que para otros.

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Para el autor la diferencia entre pobres y ricos radica en que los primeros gastan mucho cuando apenas tienen activos. Los ricos en cambio esperan a tener activos muy firmes y propios para adquirir lujos.

Capítulo 4: La historia de los impuestos y el poder de las corporaciones

Este es uno de los capítulos más criticados de Padre rico padre pobre, especialmente por el consejo final.

Kiyosaki expone que, para él, las personas ricas deberían pagar más impuestos para que estos pasasen a las que vivían en situación de pobreza. Pone el ejemplo de su padre rico, que le relató la historia de los impuestos bajo el lema de que el conocimiento es poder.

Le explicó que los impuestos comenzaron cuando, en Inglaterra y Estados Unidos, los gobiernos convencieron a la clase media-baja de que lo mejor era hacer tributar a los ricos según su renta. El problema fue que, visto lo que recaudaban y que necesitaban más, extendieron el cobro de impuestos a las clases menos adineradas.

La especulación como medio para evadir impuestos

Determina además que, como los ricos conocen mejor la fiscalidad y la legalidad de sus empresas, encontraron el modo de que los impuestos se redujesen. ¿Cómo? Empezaron a tributar por la renta de sus corporaciones en lugar de por la de individuos, que era menor. Esto demuestra la tesis del autor: siempre terminan perdiendo los que no saben sobre finanzas, pues los ricos siempre encontrarán el modo de salirse con la suya.

Como ejemplo más concreto pone la sección 1031 del Código Fiscal de los EE.UU. En este documento se permite atrasar el pago de tributos siempre que se haya producido un cambio por propiedades más caras. En ese caso, se pueden evitar impuestos hasta que las ganancias se liquiden, lo que puede alargarse hasta que se venda la propiedad más cara y no se compre una nueva de mayor valor. Reconoce Kiyosaki que a esto se podría acoger cualquier persona, pero solo los ricos saben cómo y por qué hacerlo.

Capítulo 5: Los ricos inventan el dinero

Para el autor, la única razón de que una persona no explote su inteligencia es la duda. De una manera parecida a Seth Godin en La vaca púrpura, Kiyosaki considera que el que no arriesga no gana. Concretamente explica que el miedo a perder es el que evita el fracaso pero también el éxito.

En cambio, desarrollando el intelectual financiero siempre tendremos (y veremos) más oportunidades y sabremos distinguir que un negocio no nos beneficia. El mundo por tanto se divide en las personas que poseen la información para acumular riqueza y adaptarse a los cambios y las que no. No obstante, anima a educarnos financieramente para pasar a ser parte del primer grupo.

El autor explica todo esto, como siempre, con ejemplos. Nos cuenta que ha inventado un juego didáctico llamado Cashflow. Con él, puede enseñar a las personas a manejar el dinero, crear nuevas posibilidades financieras y razonar sobre ellas.

El capítulo termina con una premisa: hay más salidas que trabajar mucho, ahorrar y pedir un crédito al banco. De hecho, para Kiyosaki ahorrar es perder oportunidades de crecimiento.

Capítulo 6: Trabaje para aprender, no para ganar dinero

Robert cuenta una anécdota que le ocurrió con una periodista. Esta le dijo que su sueño era ser un best seller y una celebridad, como había conseguido él. Cuando este le preguntó qué era lo que le frenaba para no ser ya una superventas, pues conocía su calidad como escritora, la periodista le confesó que la gente siempre le decía que sus novelas eran buenas, pero luego no pasaba nada más.

Aprender sobre ventas

Kiyosaki le aconsejó entonces hacer un curso para aprender vender, a lo que ella le respondió ofendida pues ya había ido a la universidad y tenía suficientes títulos precisamente para no acabar como comercial. Sin embargo, el autor le hizo un apunte más: en sus notas de la entrevista ella había anotado que era un superventas, no que fuese buen escritor, precisamente porque no lo era; lo que sabía hacer era vender.

Para Kiyosaki este es un ejemplo más de cómo las personas se obcecan en «especializarse», olvidando otras habilidades como las dotes comerciales. Esta periodista se ofendió porque el autor le dijo que aprendiese a vender, pero en realidad era lo que necesitaba para ser un best seller.

Un trabajo con una buena formación

Entonces, Kiyosaki nos cuenta una última anécdota: lo que ocurrió cuando dejó un trabajo fijo para entrar a la Marina y cómo reaccionaron cada uno de sus padres. Su padre pobre dijo no entenderlo, pues ese puesto le daba un sueldo fijo además de otros beneficios. Su padre rico en cambio entendió que lo hacía para seguir formándose, pues la Marina le daría experiencia en gestión de tropas (y por lo tanto equipos de personas), una de las partes más complejas de una empresa.

El siguiente paso de Kiyosaki fue trabajar en la compañía Xerox y no por el sueldo, sino porque allí había un gran curso de capacitación en ventas. Para Robert esto fue todo un reto, pues siempre se había considerado una personas tímida a la que vender le atemorizaba. No obstante, sus ganas de aprender estaban por encima. En los cuatro años que estuvo allí, venció su miedo a ser rechazado y se convirtió en uno de los mejores vendedores de la compañía.

Años después el autor pasó a ser emprendedor con la fundación de su primera empresa, en la que fabricaban carteras de nylon y velcro en Oriente y las comercializaban en Nueva York. Sin duda, ahí es donde aplico todo lo que había ido aprendiendo.

Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki: resumen general

Igual que libros como La Buena Suerte de los autores Álex Rovira Fernando y Trías de BesPadre Rico, Padre Pobre es un libro de autoayuda, concretamente en el ámbito financiero.

El autor, Robert Kiyosaki, no solo es nuestro «maestro» a lo largo del libro, sino también el protagonista, ya que utiliza ejemplos y anécdotas de su vida para ilustrar cada aprendizaje. Todas ellas se centran en el mundo del dinero y las finanzas, demostrando cómo su mentalidad cambió desde su infancia, cuando pensaba que su destino era la pobreza y no tener tanto como sus compañeros de clase.

A lo largo de seis capítulos hace un recorrido por las lecciones más importantes que aprendió de su padre rico (que en realidad era el padre de un amigo suyo) y su padre pobre (que si era el biológico). La mentalidad del primero le hizo darse cuenta de que saber manejar el dinero era vital; mientras, el segundo estaba más preocupado por ganar dinero y ahorrarlo, pero no en conseguir controlarlo.

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La necesidad de una educación en finanzas, especialmente en el funcionamiento de los impuestos, es una de las propuestas sobre las que más incide el autor. Considera que sin ella las personas están destinadas a empobrecerse y endeudarse. También considera que es importante que la gente sepa cuál es su negocio y qué le da dinero más allá de su profesión.

Las dos últimas lecciones que Kiyosaki comparte es que el éxito se encuentra arriesgando y atreviéndose a aprender y saber. Por otro lado, cree que más que por un sueldo, el trabajo hay que elegirlo por las posibilidades de crecimiento que nos pueda traer.

Padre Rico, Padre Pobre: las 7 lecciones de Robert Kiyosaki

Robert Kiyosaki demuestra ser un autor generoso a la hora de dar consejos y compartir su sabiduría. De su famoso libro Padre Rico, Padre Pobre, que le convirtió en una celebridad y gurú de las finanzas, podemos sacar estas siete lecciones.

Lección 1: los ricos no trabajan por dinero

Esta lección es la que aprendió de su padre rico y la que nos enseña a nosotros como lectores en el primer capítulo.

Kiyosaki mantiene que la gente de clase media-baja trabaja para ganar dinero y sobrevivir, mientras que los ricos buscan que el dinero trabaje para ellos y les permita vivir.

Plantea que el intercambio de tiempo por dinero no es rentable y tiene un límite, puesto que llegará un momento en el que no podamos dedicar más horas a trabajar y por tanto no ganaremos más. El consejo que nos da Kiyosaki es ampliar nuestras fuentes de ingresos mediante la inversión (en bolsa, en bienes raíces o de cualquier otro tipo) o los negocios digitales. De este modo, podemos conseguir que el dinero trabaje para nosotros.

Lección 2: la importancia de la educación financiera

Kiyosaki nos hace reflexionar sobre algo muy interesante: en la escuela nos enseñan a ser empleados, no empresarios. El sistema educativo carece de contenidos sobre financieros, de lo que deriva la segunda lección de libro Padre Rico, Padre Pobre

Para el autor es imprescindible que todo el mundo reciba educación financiera, y por ello comienza introduciéndonos dos conceptos que para él son la base de todo:

  • Activos: es una acción o contrato que nos genera ingresos. Entre ellos encontramos las acciones de empresas, los negocios que no requieren nuestra presencia o los royalties de propiedad intelectual (Kiyosaki por ejemplo genera ingresos con las ventas de su libro, que han superado récords de ventas).
  • Pasivos: son lo contrario a los activos, pues generan pérdidas. De manera algo controvertida, el autor considera que el coche que usamos y la casa en la que vivimos son pasivos pues suponen gastos, no los estamos usando para invertir.

Por lo tanto, los activos nos permiten enriquecernos y deben ser superiores a los pasivos. Además, estos últimos hay que reducirlos al máximo para evitar la deuda.

Para ilustrar esta lección y la falta de educación financiera Kiyosaki utiliza el ejemplo de la carrera de la rata. Según él, la clase baja gana lo suficiente para sobrevivir, la media invierte erróneamente en pasivos (como la casa) y la alta se hace con activos para generar su patrimonio. Kiyosaki considera que la clase media es la «rata» que empieza a dar vueltas en la rueda (la compra de pasivos), cada vez más rápido, y no puede salir. La única manera de escapar de la rueda es aprendiendo sobre dinero.

Lección 3: no pierdas de vista tus finanzas

Aunque trabajar para uno mismo es deseable, lo primero es invertir parte del dinero de nuestro suelo por cuenta ajena. Eso es lo Kiyosaki hizo cuando trabajaba vendiendo impresoras; ver que sus inversiones funcionaban le animó a vender más y ganar más dinero. Cuando lo que generaba con sus inversiones fue superior a su sueldo, dimitió de su trabajo.

De este modo, pudo dejar de trabajar para otros y empezó a trabajar para él (en realidad consiguió que su trabajo trabajase para él) y pudo dedicarse exclusivamente a sus asuntos económicos.

Lección 4: aprende de impuestos y de cómo los usan las empresas

Para Kiyosaki los impuestos y su funcionamiento son como un gran secreto que solo conocen las grandes corporaciones, pero en su libro explica todo sobre ellos a sus lectores.

Mientras que los trabajadores tributan con cada sueldo que ganan, los empresarios han encontrado un vacío legal que les permite desgravar a la hacienda pública. Su conclusión es que, creando una empresa, podremos deducirnos gastos que como personas físicas debemos pagar sí o sí.

Esta lección ha generado muchas críticas, como es lógico, pues el autor lo que está animando es a defraudar y especular, principalmente, con la compra-venta de bienes inmuebles.

Lección 5: los ricos inventan dinero

A los ricos el dinero no les llega del cielo, y eso es lo que pretende hacernos entender Kiyosaki. Nos explica que la clase alta lo que hace, gracias a lo que sabe y conoce sobre finanzas, es detectar dónde está el buen negocio y perseguirlo.

¿Cómo se consigue?

  • Reconociendo las oportunidades.
  • Obteniendo financiación (si la necesitas).
  • Rodeándote de gente inteligente en la que puedas delegar.
  • Aceptando el riesgo.

Lección 6: trabaja para aprender, no solo por el sueldo

Una de las lecciones más importantes del libro Padre Rico, Padre Pobre es la importancia de entender que la formación también es un «sueldo».

No hay que escoger un trabajo solo por la nómina que percibiremos mensualmente, sino que hay que valorar  qué otros beneficios puede traernos. Por ejemplo, el propio autor aceptó un puesto no porque estuviese especialmente bien pagado, sino porque ofrecía una buena formación en ventas.

El cambio de mentalidad se da cuando empezamos a entender y valorar el trabajo como una plataforma para mejorar nuestras habilidades, incluso las que no forman parte de nuestra «profesión» pero pueden beneficiarnos en un futuro (por ejemplo, aprender contabilidad o nociones de derecho laboral).

Lección 7: asume riesgos

Como plantea en la lección 5, Kiyosaki recalca que la gente rica sabe que puede perder dinero cuando invierte. Reconocer esa posibilidad desde el conocimiento que se tiene de finanzas es parte del proceso.

La gente pobre en cambio no invierte «por si acaso», evitando ciertamente el fracaso pero también el éxito. Si se ha recibido una educación financiera (el autor insiste en que no es suficiente, ni recomendable, dejarlo todo en manos de un inversor), es una estrategia a largo plazo. La calma de tener el dinero en el banco no es real y hay que aceptar el riesgo y la pérdida de control momentánea que supone invertir.

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Enseñanzas de Robert Kiyosaki

Además de las 7 lecciones de Padre rico padre pobre que hemos recopilado antes, el autor Robert Kiyosaki nos deja otros aprendizajes y conceptos interesantes. Los repasamos contigo:

  • El objetivo es lograr la libertad financiera, es decir, tener suficientes ingresos pasivos (rentas, inversiones inmuebles…) que te permitan vivir sin tener que ir a trabajar.
  • La educación financiera es vital. No es suficiente con generar dinero, hay que saber gestionarlo. Esta educación debe acompañarse de una aptitud, esto es, una actitud personal favorable a las inversiones.
  • Hay que desarrollar nuestro coeficiente intelectual financiero y aprender sobre contabilidad, inversión, mercados y leyes económicas.
  • Es necesario dejar atrás el miedo, el cinismo, la arrogancia, la pereza y los malos hábitos que nos impiden ser ricos.
  • Se debe buscar una razón que nos haga desear acumular riqueza (por ejemplo: «no quiero trabajar por cuenta ajena»).
  • Nuestros amigos (algunos de ellos al menos) deberían tener una mentalidad financiera igual a la tuya.
  • Hay que aprender constantemente nuevas fórmulas para hacer dinero y contrólalas.
  • Es importante ponernos un sueldo, que debe ser lo primero que separemos, pero también pagar bien a las personas especialistas con las que trabajamos.
  • Los lujos, los caprichos que no son necesarios, deben adquirirse con activos, nunca con pasivos.
  • Igual que recibes, da; algo que el Kiyosaki se aplica pues comparte todas estos aprendizajes con nosotros.

Personajes principales de Padre Rico, Padre Pobre

Al ser un libro de autoayuda y de finanzas, Padre Rico, Padre Pobre no cuenta con muchos personajes. No obstante, por su carácter autobiográfico, aparecen algunas personas importantes que ayudan al autor a construir y recordar su historia.

  • Robert Kiyosaki: además del escritor, es el protagonista. Nación en Hawaii y considera que tuvo dos padres (uno pobre y otro rico) de los que aprendió cómo gestionar bien el dinero. Incluso de los «malos ejemplos» de su padre pobre, que era además el biológico, pudo sacar enseñanzas.
  • Padre pobre: es el padre biológico de Kiyosaki, aunque en el contexto del libro representa su educación financiera «deficitaria». Este hombre tenía un doctorado y había estudiado durante toda su vida, especializándose en su campo. El consejo que le daba a su hijo es que, igual que él, estudiase para conseguir un buen sueldo (y estable) en una empresa.
  • Padre rico: era el padre de su mejor amigo, Mike, pero actúo también como un mentor para él. Al ser empresario, contaba con una inteligencia financiera mayor y le dio grandes consejos que, sin duda, le ayudaron a desarrollar la suya propia.
  • Mike: es el mejor amigo de Kiyosaki. Heredó de su padre (el padre rico) el negocio familiar y logró mejorar sus resultados.

Preguntas y respuestas sobre Padre Rico, Padre Pobre

¿Quieres saber más sobre Padre Rico, Padre Pobre? En este último apartado repasamos algunas de las preguntas más comunes.

Para el padre rico el dinero debía de trabajar para uno, y no al revés. Es decir, el objetivo no es trabajar para ganar dinero, sino saber gestionarlo de modo que la riqueza vaya acumulándose.

¿Qué deberías hacer con tu dinero según Robert Kiyosaki para ser rico?

Invertir es la clave para ser rico, según Robert Kiyosaki. Concretamente, considera que las mejores formas de inversión son los bienes raíces (inmuebles), negocios que no requieran nuestra presencia o trabajo constante, pagarés y acciones. Por supuesto, siempre desde la inteligencia financiera.

 

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